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Bloggercoaster Museum (#6)

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6# Gusano Monstruo
(Saturno Park, 1912)

Aquí nos encontramos de nuevo, en esta ocasión para presentar la reciente adquisición del Bloggercoaster Museum, acabada de llegar como aquél que dice y que de nuevo nos enseñará un artilugio creado, construido y existente en uno de tantos parques de atracciones que poblaron la geografía española hace prácticamente un siglo.

Ya os hablé en una anterior edición de esta sección de Los Urales, una coaster construida en ocasión de la Exposición Regional Valenciana de 1909 y que perduró en el país durante sus buenos 20 años de vida, pasando primero por Saturno Park (o Parque) y trasladándose finalmente a Turó Park, ambos parques en Barcelona, donde se desmantelaría finalmente, condenándola a la desaparición definitiva.

Vamos a fijarnos hoy en Los Urales de la era Saturno Park (construidos en 1911). Esta coaster contenía ya inicialmente el suficiente valor como para provocar la admiración por parte de todo aquél que se atrevía a recorrer sus 250 metros de longitud y sus 15 metros de veloz desnivel, pero el parque decidió, en la segunda temporada en la que estuvo abierto, ofrecer un aliciente extra para pagar el importe que comportaba poder riddearla, os hablo de Gusano Monstruo:

Una espectacular e impactante estructura de tela de unos 20 metros de longitud cubría, por completo, parte del recorrido en la parte quizás más intensa de todo el layout, aquella en la que el tren circulaba a una elevada velocidad y superaba un drop de unos 5 metros de desnivel con el añadido de superar una pequeña colina que probablemente provocaba un simpático airtime, justo antes de recobrar la altura y trayectoria natural de la estructura.

Hay que tener en cuenta que aunque hoy en día nos pueda parecer algo común, por entonces se convertía en todo un reto tanto para la seguridad como para el bienestar del viajero, ya que no hay que olvidar que por entonces los trenes ofrecían una protección mínima (de hecho, son unos trenes muy similares a los que ofrece en la actualidadMontaña Suiza, en Monte Igueldo (San Sebastián)), por lo que el viajero tenía plena libertad para moverse por el asiento y sacar cualquier parte del cuerpo de la vagoneta (brazos y piernas). Si os fijáis, la distancia de seguridad entre los brazos del viajero y las paredes del túnel era de chiste, como podréis comprobar en la ampliación de la fotografía que os ofrezco aquí a la izquierda.

Vale la pena fijarse también en el hecho de que Los Urales ofrecían la figura cada vez más inusual del brake-man, es decir, un empleado del parque que se dedicaba a frenar manualmente el tren a través de una palanca y que acostumbraba a situarse de pie o sentado al final del tren.

En esta ocasión incluso nos fijamos que el brake-man se trataba en realidad de una brake-woman (lo cual da un punto de vista curioso sobre la modernidad que por entonces pretendían ofrecer este tipo de recintos, recordad que hace 100 años que se tiró esta fotografía).

Por lo recogido en hemerotecas de La Vanguardia de por entonces, el añadido del Gusano Monstruo hizo que las visitas al parque repuntasen y se convirtiera rápidamente en una nueva atracción de por sí, aunque el problema vino varios años después con el incendio de gran parte de la estructura de tela, provocado por una chispa en la iluminación eléctrica que ofrecía el parque por la noche.

Este riesgo latente hizo que se retirase el Gusano Monstruo y que su existencia no se conservara años después en la reinstalación de Los Urales en Turó Park, por parte de la misma empresa gestora de Saturno Park, una lamentable pérdida que hizo perder valor a la coaster, que además vio mermada su fama debido a la existencia de la Scenic Railway, que barría por completo en las preferencias de los visitantes foráneos y extranjeros.

Así pues, la existencia del Gusano Monstruo fue efímera y de él únicamente quedan hoy documentos gráficos como la presente postal, con fotografía del aclamado y respetado fotógrafo Lucien Roisin, todo un mito dentro de la fotografía documental de principios de la primera mitad del siglo XX.

Aspectos técnicos/estéticos
  • Tipo de archivo: carta postal fotográfica
  • Medidas: 14x9cm
  • Fotógrafo: Lucien Roisin Besnard (1884-1943)
  • Fecha: 1912
  • Motivo: Saturno Park, Barcelona. Foto detalle de Gusano Monstruo, parte de la coaster Los Urales.
*****
Otras piezas del Bloggercoaster Museum:


UK... let's go!

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A falta de apenas unas horas para que emprendamos el vuelo que nos lleve por tierras británicas, los componentes del RCT ultimamos ya los detalles que nos permitirán disfrutar al máximo de una ruta que ha ido estirándose en la tradición anual desde 2008 y que este año, como ya os comenté en su día, pasará por el norte de Inglaterra visitando un total de 5 parques de atracciones/temáticos.

Los más seguidores del blog sabréis que normalmente escribo una entrada en la que comento los preparativos previos de este tour y que en los últimos meses he intentado llevar a cabo (con mejor o peor suerte) una iniciativa llamada "Bitácoras desde...", consistente en explicar el día a día de un viaje con entradas de menor tamaño pero con lo más destacado de cada jornada resumido en ellas. En Orlando pude hacerlas a diario y este año, en Alemania, tuve que pasar a redactarlas tras el viaje.

Por lo tanto hoy, en Bloggercoaster, voy a tratar de modificar este "hábito" y voy a desarrollar un concepto nuevo pero que me hacía gracia mostraros a modo de curiosidad (que además no es nuevo, he visto ya hacerlo en multitud de otros blogs), una entrada donde os mostraré y explicaré lo que me voy a llevar al viaje en mi maleta y cómo equipo mi mochila de parques a diario en un viaje como este.

¿Qué llevaré en la maleta?

Como he dicho, esta es una idea que he visto desarrollada en multitud de blogs de distinta temática así como cuentas de Instagram o de Flickr en los últimos años y que se trata de mostrar en un repaso rápido a modo de listado lo que uno lleva en su bolso o cartera. Como en los viajes dependo al 100% de mi mochila o maleta, he decidido trasladar la idea al blog en un modo algo freestyle.

Así que aquí os muestro una fotografía de todo lo que llevaré metido en la mochila en este RollerCoaster Team Tour 2014:


Voy a intentar seguir un orden más o menos visual, iremos de arriba a abajo y de izquierda a derecha:

  • La maleta: como es lógico, el lugar donde debe caber todo. Medida pequeña (la grande la guardo para viajes de gran calibre y distancia) así esta la puedo llevar como equipaje de mano en el vuelo. Con ruedas y brazo extensible. La clásica maleta, vaya.
  • Mochila mini (sobre la maleta): es la que usaré a diario en el viaje para llevar los utensilios estrictamente necesarios para el día a día (más abajo os muestro cuáles son).
  • PC Portátil: con el cableado correspondiente, ratón, pendrive USB y cascos. En él escribiré y colgaré (en la medida que pueda) las bitácoras del viaje y aprovecharé para usarlo de almacén de fotografías ya que solamente llevaré dos tarjetas SD para la cámara.
  • Cámara: Nikon D3100 con su correspondiente cargador. En otras ocasiones llevo conmigo dos objetivos, en esta únicamente cargaré con el Nikor 18-55mm (me dejo el 55-200 en casa, ocupa demasiado espacio y tampoco lo utilizaría demasiado).
  • Adaptador de enchufe británico(¡IMPORTANTE!): como algun@s sabréis ya, en el Reino Unido los enchufes no corresponden con la misma boquilla que en la mayoría de Europa, así que me llevo este adaptador que adquirí en el viaje de 2009 de color azul.
  • Goma de neopreno: este complemento lo adquirí recientemente en Decathlon (aunque llevo otra de repuesto que compré en Islands of Adventure). Útil, utilísimo, para aquellos y aquellas que tenemos que llevar gafas en los parques y no queremos perdernos ni un detalle cuando estemos a bordo de coasters o rides extremas. Siempre lo llevo en el bolsillo.
  • Boina negra: otro clásico del RCT 2009, para esos días en los que el sol o la lluvia pueden ser molestos en la cabeza (y los que podríamos llevar melenas pero preferimos el pelo corto agradecemos sobradamente :P).
  • Agenda + bolígrafo: nunca se sabe cuándo tendrás que tomar apuntes, escribir algo o planificar futuras entradas del blog al momento, así que la agenda va conmigo siempre.
  • Móvil + cargador: obviamente, la comunicación con los tuyos o la localización son básicas.
  • Cartera + libras: es muy básico, pero sí, en UK se funciona con libras y no con euros, así que durante unos días hay que hacer un cambio de chip e intentar descifrar el complicado sistema de monedas británico (en cuestión de un día está aprendido ya).
  • Dossier de Ataque: otro de los clásicos del RCT, cada año se crea este dossier con el ánimo de agrupar y aunar toda la información del viaje: vuelos, hoteles, rutas en coche, parques, precios, etc. Esta es la piedra filosofal de todo el RCT, un trabajo exhaustivo que acompaña a cada integrante de la ruta durante todo el viaje. Imperdible.
¿Qué llevaré en la mochila?

Visto todo este amplio listado, no os penséis que iré todos los días cargando con esto. En los parques me preparo la mochila pequeña y llevo casi siempre estos objetos:



En el mismo orden que la lista de arriba:

  • Boina.
  • Cámara + cargador (porque nunca se sabe cuando te puedes quedar sin batería)
  • Agenda + bolígrafo.
  • Cartera + dinero.
  • Móvil + cargador (porque nunca se sabe cuando la batería te puede dejar tirado)
  • Dossier de Ataque.
Estos productos ya pueden variar y puede que haya día que los lleve o puede que no (en particular el dossier de ataque, debido a las reducidas dimensiones de la mochila). Pero yo diría que más o menos es lo indispensable que debo llevar siempre en todos los viajes, incluso los que no pertenecen al RCT.

Como es lógico, no he querido mostrar la ropa, pero en la maleta llevo mudas para cada día (en los parques se suda mucho, por lo que más vale que sobre que no que falte), además de un neceser con algunas pastillas básicas (preventivas de dolor de cabeza y dolor intestinal). No está de mas llevar siempre una crema protectora de piel, especialmente para aquellos parques en los que sabes que el sol va a tocar mucho y en los que no abundan edificios de cola o toldos que puedan cubrirte. No os podéis imaginar cómo puede acabar uno después de 8 o 10 días visitando parques a diario, parece que haya estado tomando sol todo el santo día.

*****

Y bueno, llegados a este punto creo que no me dejo más por mostraros así que acto seguido me dispondré a preparar la maleta y dejarla lista para primera hora de mañana, cuando me desplazaré al Aeroport del Prat en Barcelona, dispuesto a partir en dirección a Manchester (Inglaterra) junto con todo el grupo del RCT de este año.

Como ya os he dicho, voy a tratar de colgar a diario una bitácora, aunque en esta ocasión serán especiales... si mañana cuelgo la primera veréis exactamente porqué. El problema es que al tener unos horarios bastante emparejados, mucho me temo que las entradas se colgarán o bien a primera hora de la mañana o a última hora del día, dependiendo del hueco que pueda tener para ponerme a escribir y montar.

Dicho esto, espero que nos veamos aquí mismo mañana para explicaros qué tal el primer tramo del viaje, siempre y cuando los wi-fi's de los hoteles me lo permitan.

See you my friends!

Bitácoras desde Inglaterra (parte 1)

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Welcome back my friends!

Así es, os escribo a estas horas (aquí en el norte de York superamos la 1:00 de la madrugada del día 14) con motivo de nuestra llegada a tierras inglesas para disfrutar un año más de una edición genuina de RCT.

Como ya os dije días atrás, en esta ocasión intentaré publicar bitácoras especiales (a modo de conversación en un pub inglés), donde os explicaré lo más relevante del viaje a través de algo de texto y fotografías. Así que sin más preámbulos, comencemos con este fascinante viaje a través del norte de Reino Unido.

Día 1: aclimatado británico

El planning original se cumplió hasta mediodía, a partir de ahí las cosas empezaron a cambiar. A primera hora de la mañana y tras algún que otro percance debido a mi trasto con antena teléfono móvil, nos encontramos todos los integrantes del RCT 2014 menos uno (Oriolat) en la terminal 2 del aeropuerto del Prat, dispuestos a tomar el avión que nos acercara, en apenas dos horas, al aeropuerto británico de Manchester.

Una vez llegados allí los integrantes del grupo nos separábamos en 2 sub-grupos, adquiriendo cada uno de los sub-grupos un coche. En nuestro caso alquilamos por Sixt, compañía conocida de sobras para el RCT y que nos facilitó este bonito utilitario (con volante a la izquierda, no os olvidéis):
Como os he dicho, a partir de aquí cambió el planning inicial. Raúl (Calle) y yo habíamos planeado tomar el coche y dirigirnos a explorar Gulliver's Warrington, un discreto parque cuyo currículum contiene un total de 4 credits, entre ellos una woodie (motivo de sobras para plantar bandera). ¿El problema? Después de más de 70 parques parece mentira que pueda encontrarme todavía sorpresas como esta: el parque NO PERMITE la entrada de adultos que no vayan acompañados de niños. El colmo de la familiaridad. Por lo tanto al ser nosotros dos adultos, no podíamos pasar (pese a estar el parque abierto, operativo y con un nivel de attendance bastante discreto).

El parque, eso sí, se encargó de indicarnos educadamente en una notita desde las oficinas, la dirección de correo y la antelación con la que podemos contactar con el mismo en caso de querer realizar una expedición "adulta". Tomad nota si lo queréis visitar, os salvará el disgusto:
Pese a todo somos el RollerCoaster Team y, como dice uno de nuestros tantos lemas: "hemos venido a jugar". Así que ni cortos ni perezosos buscamos un punto de wi-fi, abrimos RCDB, buscamos los parques más próximos a este Gulliver's World y en menos de media hora adivinad dónde nos plantamos:
Efectivamente, estamos en Blackpool Pleasure Beach. La situación es que eran las 15:30 de la tarde, el parque cerraba a las 17:00 (sí, horario europeo amig@s) y teníamos una simple hora y media para intentar atacar el máximo número de crédits posibles ya que aunque un servidor tenía ya el parque conquistado, Calle era nuevo por estos lares.

El recuento final ha sido muy provechoso, siendo en total 8 los credits conquistados del parque (su práctica totalidad ya que Pepsi Max Big One estaba cerrada y Avalanche ofrecía unas colas imposibles). Por fin Calle ha podido riddear con máxima felicidad la controvertida Wild Mouse de Blackpool, única en su especie al estar construida totalmente en madera:
Nuestro próximo paso en esta jornada era pasar a buscar a Oriolat, el sexto integrante del grupo, por el aeropuerto de Manchester (es decir, volver a Manchester de nuevo). Oriolat llegaba a las 20:00, por lo que teníamos 2 horas largas para poder explorar las inmediaciones de Blackpool Pleasure Beach.

Sin problema, a tan solo 300 metros de las puertas de Blackpool encontramos el mítico y pintoresco South Pier, antiguo hogar de una spinning de Reverchon y actual sede de un buen puñado de flat rides y kiddies de pago:
La presencia del lugar era especialmente bucólica debido a la escasez de nubes en el cielo y que la marea andaba tremendamente baja, aprovechamos la visita para realizar un pequeño aperitivo a base de fish and chips y una lata de Irn Bru (en homenaje al antiguo nombre de Revolution, en Blackpool) y dado ese bajo nivel del agua poder ver y fotografiar al descubierto los soportes de todo el pier:
A partir de aquí, satisfechos por la visita, decidimos gastarnos unos cuantos peniques en algunas de las centenares de máquinas tragaperras que pueblan toda la costa de esta población, repleta de casinos y salas arcade (hay que recordar que el juego, en Inglaterra, está totalmente legalizado para todos los públicos). En mi caso he podido conseguir un paquete de pastillas pica-pica y un pendiente con una E hecha de diamantes, producto altamente útil para mi día a día:

Dejábamos atrás ya Blackpool Pleasure Beach, con la típica nostalgia inicial de olvidar tras de nosotros un parcazo como es este, con una selección de credits, rides y disposición de las mismas realmente magistral. Uno de esos pocos parques que dejan realmente huella en el corazón de todo park-freak:
Última misión del día, pasar a buscar a Oriolat por Manchester (misión cumplida) y después dirigirnos hacia York (vía Leeds) para establecernos en el primer campamento (u hotel) del viaje: el Burn Hall Hotel, de la cadena Tulip Inn.

Antes de ello y en previsión de una llegada alrededor de las 22:45 (hora británica) decidimos parar a medio camino y recargar las pilas a tope con la primera cena sana (pero sana sanísima) del viaje... como auténticos reyes:
Poco después y ya con las luces del día apagadas, hemos llegado a un hotel en medio de la nada, rodeado de bosques y con unas edificaciones victorianas (si me acuerdo, mañana os saco una foto y os lo muestro). En él pasaremos dos noches justo antes de partir en dirección a Blackpool. Porque sí, la visita de hoy NO entraba dentro de nuestros planes, pero como dice el dicho tradicional que acabo de acuñar: parque dos veces evita disgustos. Y hasta ahí el aporte cultural del día.

¿Mañana? Mañana será una jornada larga y dura. En apenas unas 5 horas (estoy escribiendo de madrugada) nos levantaremos para desayunar y dirigirnos rápidamente a Flamingoland, primer parque oficial (esta vez sí) del RollerCoaster Team TOUR 2014.

Por la tarde, completado ya el parque, nos dirigiremos a Leeds para tomar unas cervezas con los lugareños del pueblo (un evento que hemos montado previamente desde Barcelona y al que acudirán, previsiblemente, bastantes ingleses e inglesas). Y una vez finalizada la cata de cervecería exquisita, volveremos al hotel a recuperar fuerzas en un más que merecido descanso.

Os dejo ya, voy a dormir un poco y a soñar con, por ejemplo, Big Dipper. O no, mejor con Grand National. O no, que sea con Wild Mouse... en fin. See you!


Mañana más...

Bitácoras desde Inglaterra (parte 2)

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Morning!

Amanece en la campiña inglesa, las primeras luces bañan los valles de York y los integrantes del RCT, ahora sí al completo, nos disponemos a empezar el primer día oficial de viaje al 100%, plantando bandera en un parque de atracciones totalmente nuevo para el grupo: Flamingo Land.

La decisión fue unánime: una vez llegados al parque lo primero que haríamos (y esperando a la operativa de todas las coasters y rides, que suelen abrir posteriormente a la apertura de puertas del parque) nos dispondríamos a tomar el primer desayuno y a tomar las fuerzas necesarias. Dicho y hecho, a eso de las 9:30 AM pisábamos el parking del parque, dispuestos a abordar semejante hazaña y sorprendidos por el interesante skyline que presenta nada más llegar Flamingo Land:
Con previsión, la mayoría de integrantes del RCT habíamos adquirido previamente la entrada del parque por dos razones muy básicas: 1) ahorrar hasta un 17% en el precio final del ticket comprando on-line (una constante en casi todos los parques ingleses) y 2) ahorrar las posibles colas de acceso a las taquillas del parque (unos minutos extra nunca vienen mal):
Como os he indicado, nada más entrar buscamos la primera cafetería dispuesta a servirnos un nutritivo y completísimo desayuno inglés. En este caso la elegida fue la Metropolis Bar&Grill, situada nada más entrar al recinto a mano izquierda. Precios algo inflados respecto al resultado final, pero un desayuno completo bien merece pagar un par de libras más de lo normal. Allí fue donde, además, nos sacamos la primera foto completa de grupo:
Tras este primer banquete estomacal, era momento de afilar las garras de entusiastas y despedazar, sin piedad, el parque y sus credits por completo. Decidimos seguir el consejo que la propia guía del parque advierte (Velocity, la moto-coaster de Vekoma, adquiere un nivel de attendance por la mañana demasiado exagerado debido a ser la primera que los visitantes encuentran en el camino) y pasamos a catar a destajo Hero, la nueva volare de Flamingo Land que yo ya llevaba probada del Prater de Viena y que resultó ser más suave y agradable que su versión vienesa:
Aunque sin duda alguna el protagonista indiscutible del resto del día en los comentarios y valoraciones fue la flamante Mumbo Jumbo, el siguiente credit que decidimos tachar de nuestra lista personal y, sinceramente, todo un hallazgo que bien podría convertirse en una de las grandes sorpresas del viaje:
Suave, precisa, cómoda y terriblemente divertida. El Loco de S&S resultó ser un exquisito aperitivo de fuerzas G e inversiones digno del más exquisito sibarita de parques. Y eso que un servidor no las tenía todas antes de riddearlo, resultó ser toda una sorpresa. Más adelante ya os lo analizaré en el blog ya que sí, merece una posición en la sala de honor de los Bloggercoaster Classics.

La siguiente en entrar a la particular sala de exámenes del RCT fue Kumali, todo un clásico de las coasters europeas y durante muchos años estandarte del parque británico:
De nuevo me llevé sorpresa ya que he de confesar que siempre la menosprecié pensando que era una SLC más (quizás con algún elemento cambiado para darle el toque customizado) pero resultó que ya en Happy Valley Beijing la había probado, exactamente el mismo modelo, medidas e inversiones, bajo el nombre de Golden Wings in Snowfield:
¿La verdad? Insípida, vibrante (no se si muy para bien) y demasiado marcada por el orden previsible de sus elementos (loop, cobra roll, zero-g y una hélice panorámica gigantesca). Decepción que ya pude intuir a partir de acceder a las colas y que confirmé al salir de la misma.

A partir de este primer atracón de "grandes credits" empezamos la cata a destajo de las rides (principalmente flats) del parque, momento en el cual pudimos observar que Flamingo Land se defiende de una manera más que digna a nivel europeo y ofrece un catálogo interesante para los amantes de las fuerzas extremas y el mareo gratuito.

El primer fichaje en el pasaporte RCT fue el big splash de Lost River Ride, un despropósito de medidas casi cómicas basado en un ciclo casi eterno de un cuarto de hora largo que resume su climax en lo que véis en la siguiente fotografía, su primer y único big drop. El resto es un paseo larguísimo sin velocidad y observando algunas bestias salvajes en la lejanía:
Aunque el orden de visita no fue exactamente este, hay que destacar que pasado el mediodía y ya con toda la marabunta de clientela absorvida, decidimos comer en uno de los restaurantes temáticos del parque. En esta ocasión el elegido fue Jungle Joe's Food Court, una especie de micro-clima cubierto de rocas tematizadas, palmeras sintéticas y un aire más bien oscuro. Allí me sorprendieron con lo que podeis observar en la siguiente fotografía a la derecha, una hamburguesa de patatas fritas, así tal cual:
Repuestas las energías y los ánimos, nos dispusimos a completar la práctica totalidad del catálogo de credits que el parque nos ofrecía, incluídas las kiddies como esta entrañable Dino Roller (llamada, he de decir, a ser borrada del mapa más pronto que tarde):
Y también decidimos atrevernos con las flats, que hasta el viaje de este año no habían sido nunca una prioridad, pero que durante esta edición quisimos completar sin excepción alguna. Así fue como riddeamos Flip Flop, un desafiante pendulum de Fabbri que demostró tener unos ridículos ciclos de 10 minutos (echad cuenta de los balanceos que ello implica) y que nos dejó ligeramente tocados a casi todos los integrantes del grupo, una auténtica máquina de marear gratuitamente:
Otro de los inventos que decidimos probar sí o sí (principalmente porque se trataba cómo no de un credit más) fue Twistosaurus, la novedad de 2013 del parque y he de decir que una de esas bizarras coasters que le hacen a uno cuestionarse hasta dónde se puede llegar a invertir por un layout de dimensiones francamente ridículas. Una spinning de Zamperla muy descafeinada y que se nota que pretende romper con la clásica estética de los twister de turno. Mediocremente interesante, como corroboran las divertidas caras de parte de los integrantes del grupo:
Y para poner la guinda al pastel de la jornada (más allá de riddear cosas como Cliff Hanger, Navigator o Sky Flyer) decidimos a última hora del día hacer una visita a la que aparentemente debía ser la "gran" major del parque y que resultó convertirse en una enorme bola de humo, os hablo de Velocity, la segunda moto-coaster construida por Vekoma en un ya lejano 2005:
Tremendamente cabezona, con un paso a través de transiciones innecesariamente molesto y una serie de peraltes y elementos realmente aburridos (a excepción del consabido baile de airtimes en el último centenar de metros). Un layout desproporcionado para un credit que roza, sin pena ni gloria, la categoría de familiar.

Completada nuestra visita al parque, teníamos programado un evento en un pub típicamente inglés en la norteña ciudad de Leeds, donde nos decidimos a probar una selecta variedad de cervezas típicamente inglesas a la vez de socializar con nativos del lugar, risas y anécdotas mediante.

A última hora de la noche, tras una cena en un McDonald's cercano a una feria que había montada en la misma ciudad (y en la cual no pudimos localizar credit alguno) iniciamos la retirada en dirección al mismo hotel de York, donde debíamos pasar la segunda noche de hospedaje y preparar a la mañana siguiente un robusto plan que comprendería la conquista de un segundo parque (nuevo para alguno de los integrantes del grupo): Lightwater Valley, hogar de la incombustible y desafiante The Ultimate.

Pero eso será algo que os explicaré en la próxima bitácora...

See you!

Bitácoras desde Inglaterra (parte 3)

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Morning!

Tercera jornada de visita al Reino Unido, tercera jornada de un RCT cargado de anécdotas y vivencias en parques y un tercer día en el que el RollerCoaster Team debía pasar por el primero de algunos tramos críticos: dividirse para decir adiós a 3 de los componentes del grupo.

Desde primer momento se supo y decidió que, para facilitar el acceso al viaje a través de fechas y presupuestos distintos, el grupo del RCT de este 2014 se dividiría para completar un viaje de un fin de semana en 3 personas y de un viaje de más envergadura en otras 3 personas. Pero el día no sólo consistió en esta triste división, sino que hubo muchos otros acontecimientos interesantes, como la visita a primera hora de la mañana al querido y respetado Lightwater Valley:

Salimos del hotel de York haciendo el checkout y nos plantamos frente a las puertas de Lightwater alrededor de las 9:50, a diez minutos de que el parque abriera realmente, por lo que tras una amena espera a las puertas nos adentramos en el parking (gratuito) del parque:
¿Qué os puedo decir de Lightwater Valley? Un parque de atracciones puramente inglés, situado en un remoto rincón de la campiña norteña de Inglaterra, con una variedad paisajística envidiable para muchos otros parques de todo el mundo y con un regusto rural y tradicional salpicado por un catálogo de flats y coasters totalmente atípico para un parque de estas características. Con un precio de 19,50 libras adquiriendo la entrada online, se hace realmente irresistible a ojos de cualquier entusiasta, sobretodo por una enorme joya que guarda en su interior y de la que os hablaré más abajo:
El parque aunque de manera discreta procura estrenar anualmente alguna novedad, no olvidemos que juega con un presupuesto y attendance más bien discreto, por lo que absolutamente cualquier cosa, aunque sea un parque infantil con toboganes y estructuras de madera, es anunciado a bombo y platillo. Ese fue el motivo de encontrar a las puertas del parque una botarga de la franquicia recientemente adquirida por Lightwater Valley, los mundialmente conocidos Angry Birds:
Como os he dicho, el parque guarda en su corazón un montón de distintas pinceladas paisajísticas dignas del mejor de los cuadros. Podemos encontrar bosques, planícies de verde hierba, pequeñas montañas e incluso lagos, como el que nos da la bienvenida nada más entrar y al borde del cual podemos encontrar una simpática noria y las clásicas barcas de cisne a pedales (las cuales pude probar por primera vez después de más de 70 parques visitados a lo largo y ancho del mundo):
Pero no os dejéis engañar por este aspecto pintoresco y familiar, Lightwater Valley es de los pocos parques de atracciones capaces de plantarte en medio de su espacio una de esas flats que, al carecer de estrictas políticas de restricción de ciclos para convertir todo en más familiar, se permite el lujo de soltar ciclos "naturales" de la ride, con un nivel de intensidad superior a lo que en la mayoría de ocasiones estamos acostumbrados a probar. Es el caso de este Eagle's Claw, un afterburner de KMG con un ciclo regular pero una segunda tanda de giro mucho más rápido e intenso, suave y extremo:
Aunque la virtud de Lightwater Valley, como muchos otros parques de atracciones de dimensiones más bien discretas que juegan en la liga de estar fuera de las grandes "cadenas" (Merlin, Compagnie des Alps, Disney, etc.) es la de poder ofrecer alternativas originales y prácticas , también encontramos rides y coasters de calibre mundial y clonadas hasta la saciedad, como es el caso de Little Dipper, o dicho de otra manera, una clásica big apple de Pinfari:
Aunque no se observe demasiado (en el futuro análisis al parque procuraré que sí se vea) la particularidad de esta kiddie clónica en este caso es un nivel de theming más que aceptable y el hecho de que la cabeza del conocido gusano es portadora de unas gafas de pasta, a lo hipster. No deja de ser un curioso dato.

Como os dije un poco más arriba, el perfil de Lightwater Valley puede variar de la ñoñería más infantil a las auténticas máquinas de tortura y mareo. En este último sentido Lightwater Valley adquirió recientemente una de las rides más mortales, un top scan que en el parque británico recibe el nombre de Whirlwind y que no dista demasiado de los típicos colores de este tipo de aparatos en ferias o parques de atracciones:
Lo bueno del asunto es que el RCT se propuso en esta ocasión un reto. No sólo debíamos riddear Whirlwind todos, sino que nos acercamos al ride-op y le preguntamos si nos podía manejar el top scan en el modo "manual". Para entendernos, las flats generalmente tienen 2 modos de funcionamiento: manual y automático.

El modo manual requiere la destreza del operador ya que controlará los movimientos de la ride a través de botones y palancas y el movimiento de la misma estará condicionado por lo que él quiera que haga. El modo automático monitoriza en todo momento los movimientos y controles de manera automática (como su propio nombre indica) y no permite, salvo contadas excepciones, la intervención del operador en el ciclo total de la ride.

Como os podréis imaginar, siempre es mucho mejor el modo manual que el automático, ya que permite un nivel de interactuación mucho mayor por parte del trabajador, otorgando la fuerza que él mismo quiere al ciclo. Y en el caso de nuestro ciclo en Whirlwind, podéis intuir por las caras de Calle, Oriolat y el ride-op cuál fue el modo en el que finalmente la probamos:
Y en una sola palabra: BRU-TAL. Ya os contaré en su día. 

Pero no dejemos de pisar el pedal de intensidad pues se acerca el plato fuerte del parque, el que da sentido a su nombre (The Ultimate Adventure), el que marcará sin lugar a dudas la visita remota a estas campiñas británicas, amigos y amigas con vosotr@s, The Ultimate:
Más de 2 kilometros de recorrido, 30 metros de altura en 2 lifts, 80 kilómetros por hora, valles, camelbacks, twisties, peraltes, túneles, bosques, caminos y campos. Sin lugar a dudas The Ultimate es la leyenda viva de Europa, la niña mimada de nuestra colección y una coaster que demostró con soltura que su supervivencia está garantizada para muchos años en adelante. Es prácticamente inmortal:
Os hablaré mucho más de ella cuando analice este parque inglés, pero que sepáis que es toda una experiencia sin apenas parangón en el mundo coasteril. Intensa, dolorosa, imparable, con una sensación larguísima de descontrol y, según la posición en el eteeerno vagón, con un agradable efecto launched + ejector airtime. Podríamos decir que sin llegar a destacar más allá que en su largura, The Ultimate toca prácticamente todos los palos que sostienen este mundillo que tanto nos gusta:
Extasiados por semejante marabunta de golpes, lo último destacado que nos quedaba por riddear (de las más de 20 atracciones del parque) era otro clásico reconvertido años atrás para ofrecer exactamente lo mismo, pero con un matiz diferente. Me refiero a Raptor Attack, la coaster indoor que pasa a engrosar la desgraciadamente menguante lista de maravillas del genio Schwarzkopf:
Y sí, lo que veis aquí es una alcantarilla enorme, perteneciente a la salida de una coaster que te introduce en un submundo ambientado en una expedición arqueológica y donde nos veremos cara a cara con minas, pasajes, túneles y... ¡velociraptors!

Descubiertos ya los principales encantos de Lightwater Valley era momento de ponernos más serios y pasar a despedir, a media tarde, a los tres integrantes del equipo B que nos dejaban en el viaje para regresar a Barcelona: Calle, Xavi y Oriolat. Nos quedábamos otros 3, los que completaríamos el viaje hasta el final, que éramos Jaumet, Ciriliox y un servidor.

El tiempo no apremiaba, así que prestos nos dirigimos en horizontal al oeste de la costa inglesa, en la búsqueda de un mito entre los entusiastas, el bello paisaje costero de Blackpool. Y pese a que el viaje fue ameno, hay que reconocer que se hicieron un par de paradas, la más importante fue en medio de la nada, donde aprovechamos para tomar unas cervezas en un típico pub británico, forrado de madera y moqueta hasta los topes, compartiendo dos half-pints y un refresco:
Ya que estábamos decidimos practicar el noble arte clásico de fotografiar una cabina roja de teléfono, típico tópico, aunque en esta ocasión estaba algo más deteriorada de lo normal:
Y lo que hicimos que ya no viene siendo tan típico fue meternos en el interior (sin miedo a telarañas) para sacarnos un particular selfie (que con una cámara reflex os aseguro que no es tarea fácil):
Y por fin llegamos a Blackpool, tras unas dos horitas de viaje y una cena previa a base de pollo originario de Kentucky. Y surgió un problema que pensé que no se volvería a repetir tras la aventura china, pero que de repente tuve que volver a vivir a miles de kilómetros del enorme país asiático: al llegar a las puertas del que debía ser nuestro hotel, nos lo encontramos cerrado a cal y canto. ¿Improvisación? Here we go!

A apenas 20 metros, casi cruzando la calle, localizamos un """local""" en el que había disponibles """ habitaciones""" por 15 libras la noche (que os invito a que busquéis precios Booking mediante y os daréis cuenta de que son gangas totales). Por 15 míseras libras, este fue el resultado con el que dimos:
Música hasta las 2 de la mañana, humedades en el techo, "manchas sospechosas", muebles comprados por fases, instalación eléctrica sin protección alguna y una ristra de contras que podrían hacer poner pies en polvorosa al menos escrupuloso de los escrupulosos.

Pero ofrecía una cama, 4 paredes, protección y la posibilidad de descansar hasta el día siguiente, ingredientes suficientes para marcar el check típico del RCT (al hotel más cutre del viaje).

Y llegados a este punto, no queda más que despedirme de esta bitácora (por hoy), a las puertas de disfrutar de una jornada entera en el museo de coasters y rides más antiguo del mundo (con permiso de Tivoli Gardens): Blackpool Pleasure Beach.

Bitácoras desde Inglaterra (parte 4)

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Morning!

Cruzamos en estos momentos el ecuador del RollerCoaster Team Tour de este 2014 a través de esta nueva bitácora donde veremos la estancia en un pueblo muy conocido por los miembros más veteranos, así como por todos aquellos y aquellas entusiastas de los parques de atracciones ya que Blackpool Pleasure Beach es todo un clásico que deja huella en todo aquél que lo visita.

A primera hora de la mañana, con un sueño más o menos reparador gracias al hostal en el que nos alojamos, de manera improvisada, la noche anterior, nos plantamos en las puertas de Blackpool Pleasure Beach para adquirir nuestros tickets, entradas, planos y pulseritas (ya que este parque funciona escaneando la pulsera en los tornos de acceso a cada ride/coaster):

Blackpool es famosa por la cantidad y el carisma de sus credits, así que ni cortos ni perezosos nos plantamos frente al credit favorito de infinidad de entusiastas por ser la única wild mouse de madera que resiste al tiempo en el continente europeo y una de las muy pocas existentes en el mundo. Un credit que gana fanáticos con el paso del tiempo y que, digan lo que digan, resistirá años y años al paso del tiempo:
 Justo al lado un marinero con un extremo poder de seducción (o abdominales, ahora no recuerdo), consiguió persuadirnos para adentrarnos en una de las rides con más historia del parque, un auténtico lujo repleto de secretos en forma de dioramas y ambientaciones con escenas, podríamos decir, políticamente incorrectas. Hablo de River Caves, una dark ride con recorrido mediante barcas:
 En cuyo interior podemos adentrarnos en preciosas galerías de hielo azulado:
 O podemos descubrir el interior de magníficos templos egipcios:
 Asombrados y maravillados tras el final splash de River Caves, decidimos catar el poder de otro de esos credits que dejan huella, la genial Grand National, que nada tiene que envidiar a muchas dueling racers del mundo que adolecen de una conservación sensiblemente inferior a la que se ofrece en esta joya de colores rojos y azules. Si os fijáis bien, veréis a Ciriliox y Jaumet en primera fila en el tren azul:
 Cambio radical y traslado a la otra punta del parque (recorrido no demasiado difícil de realizar dado los discretos tamaños y longitudes de los senderos y calles de este pintoresco parque británico). Allí es donde localizamos otra de esas maravillas que, en esta ocasión sí, se torna única en el mundo tras haber visto caer el resto de hermanas y que conocemos como Steeple Chase:
Con únicamente dos carriles en servicio (operativa que siempre he visto igual en las 4 ocasiones que he puesto pie en el parque) se consolidó como una divertida opción en el caso de viajar en grupos o parejas, ya que la carrera y las risas están aseguradas desde el primer pre-drop.

Justo enfrente de la colorida Steeple Chase nos topamos con el auténtico coloso de Blackpool, erigida en auténtico acero y luchando año tras año por conservar una altura digna de corte de respiración, la genial Big One se nos presentaba con un intenso rojo anaranjado y una estación de exquisito diseño a medio camino entre el victoriano y la arquitectura contemporánea. ¿El drop? Absolutamente genial, así como el resto de su layout, exquisito y suave:
 Al salir de la intensidad y velocidad del gigante de Arrow Dynamics tuvimos tiempo de mezclarnos con habitantes del parque y sacarnos fotos... ehm... respetuosas:
 Tiempo de dar al estómago lo que este, de una manera ruidosa, nos pedía: comer. Y qué manera más sorprendente y a la vez inesperada de hacerlo que mediante un local del que ya os hablé en el blog tiempo atrás, que en esta ocasión ha sido trasladado y restaurado al mismo pie de la nonagenaria Big Dipper. Comimos aquí, claro:
 Ya en su momento os hablaré más a fondo de este restaurante, donde podemos encontrar una muestra interesantísima de material extinto en el parque y transformado en murales, mesas y asientos.

Tiempo de digestión, tiempo de catar la mítica Ghost Train, la dark ride británica más antigua del país, con más de 80 años a las espaldas y otorgando sustos y juegos con luces de gran calidad, además de un drop como el que véis a la derecha en la fotografía y que Jaumet observó sorprendido tal que así:
 Y si en Blackpool pudimos encontrar un restaurado restaurante Coasters, allí también pudimos localizar al irremplazable Laughing Man del que también os hablé aquí en el blog, inundando el entorno con sus carcajadas enlatadas y acompañado de su inseparable payasito diabólico:
 Tras la nostalgia, nada mejor que un buen chapuzón. Y en estos menesteres Blackpool no es un parque que ofrezca demasiadas alternativas (por aquello de que en Reino Unido es terriblemente fácil mojarse con sus persistentes lluvias) pero para pocas que ofrece, son magistrales. Quien haya puesto pie en la playa del placer, conocerá y amará a partes iguales la gran Valhalla, muestra exquisita de los entornos y sensaciones que una mezcla de dark ride y flume puede ofrecer en un espacio ridículamente pequeño. Un consejo os daré, equiparos con un buen chubasquero:
Y pese a que no llevéis chubasquero, nunca es demasiado tarde para acercarse a Flying Machines, a tan solo medio centenar de metros de la generadora de humedad vikinga. En Flying Machines, una de las rides más antiguas del parque costero británico, las góndolas dan un giro enorme peraltándose hasta unos cercanos 45 grados y adquiriendo una velocidad en el aire que, creedme, se nota hasta en el punto más cubierto del cuerpo. Aire y más aire, que os irá de fábula para secaros casi por completo:
Y aunque Blackpool nos ofreció decenas de momentazos, riddeadas míticas y un buen puñado de credits, es momento de ir poniendo el cierre a esta bitácora. A media tarde, justo cuando el parque cerraba sus puertas a eso de las 18:00 de la tarde (esto es Europa), nos dispusimos a partir no sin antes pasarnos por el South Pier (del que os hablé en la primera bitácora, cuando lo visitamos Calle y un servidor). En esta ocasión decidí pasarme del salado del Fish and Chips al dulce de las rosquillas caseras, hechas ante tus propias narices y el inconfundible sabor chispeante de la poderosa Irn Bru:
Tras esto, viaje en coche hacia el sud, adentrándonos en el interior y dejando atrás la costa, rumbo a los campos verdes y a los bosques densos británicos. Tiempo de oler a campiña. Tiempo de oler a coasters. Tiempo de oler al gran Alton Towers.


See you!

Bitácoras desde Inglaterra (parte 5)

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Morning!

El quinto día en el calendario del RCT Tour 2014 no podía estar marcado para ningún otro parque más. Desde el inicio de la ruta con un grato descubrimiento en forma de Flamingo Land, el recuerdo de un 2009 rural con Lightwater Valley o el retorno incesante a un clásico con nombre Blackpool Pleasure Beach, el grupo había consumido una buena cantidad de credits y rides pero hacía falta poner una guinda muy especial al pastel, una guinda que significase el triunfo del estilo británico dentro del mundo de los parques temáticos. Y por fin era momento de cumplirlo, visitando el siempre enorme Alton Towers:

Despues de dormir en la conocida ciudad dormitorio de Stoke-on-Trent, nos dispusimos a visitar las torres de Alton, adentrándonos en bosques cada vez más espesos y carreteras cada vez más impracticables hasta que empezamos a ver las primeras señales.

Alton Towers es un parque gigantesco en cuanto a senderos y distancias entre rides y prueba de ello es que las enormes llanuras asfaltadas de parking están tan lejos de la entrada que es necesario tomar un monoraíl para llegar a la entrada en apenas un par de minutos de paseo. Una vez llegados, presentamos los tickets en información, pagamos el parking (el único parque de los 4 del viaje que cobra el aparcamiento) y nos dispusimos a poner la bandera del RCT en lo alto del castillo:
Como os decía, Alton Towers presenta una identidad que lo hace único a los ojos de cualquier entusiasta ya que se encuentra en el interior de un parque natural protegido, lo cual hace que tengan que convivir rides y coasters vertiginosas con grandes extensiones de jardines, lagos, laderas, valles y demás formaciones hechas única y exclusivamente para caminar, por lo que el primer y mejor consejo es que os equipéis con calzado cómodo. Más tarde también os explicaré la mala suerte que tuvimos los tres integrantes del RCT:
¿Véis? Gran parte de la trayectoría que tendréis que seguir, sobretodo en las áreas de Katanga Canyon y el Forbidden Valley, comprenden caminos a través de la espesura en los que sin duda estaréis acompañados en todo momento por la paz y tranquilidad del parque, pero en los que deberéis caminar bastante para divisar las majors que os esperan:
Tras atravesar la insubstancial Mutiny Bay y la gigantesca Katanga Canyon nos plantamos en Forbidden Valley, hogar de alguna de las rides y coasters más míticas del macro-parque británico, como por ejemplo la que para mi fue la sorpresa del día: Nemesis Sub-Terra.

Con un argumento genialmente hilado entre la actualidad y los orígenes de la desafiante Nemesis, el parque se saca de la manga una excusa genial para adentrarnos en una investigación subterránea que no acabará demasiado bien. No quiero spoilear a nadie porque hay que vivirlo, pero lo que Alton Towers ha hecho con esta ride es de aplauso, sinceramente. Espectacular in crescendo, os dejará sin respiración:
Y si primero nos cruzamos con Nemesis Sub-Terra, ahora es turno ya de palabras mayores, de presentar a la veterana del lugar, la que todavía hoy en día se gana con muchas razones el estar en el top 10 de las mejores coasters de acero del mundo (20 años después), la incombustible Nemesis:
El día que me dedique a hacer un análisis en profundidad de Alton Towers caerá por supuestísimo un análisis a ella sola, pues lo merece con creces como ya lo hice en su día a Air. Nemesis te adentra en su propio mundo, te absorbe, te controla y te lleva a su gusto por cañones, trincheras, túneles y valles de pura roca vista. Sigue siendo 20 años después una maravilla difícil de igualar.

Y el supercombo no sería el supercombo si al lado de Nemesis no nos encontráramos su hermana de acero, Air. ¿Qué os puedo decir de un proyecto tan y tan relajante? Air sigue enamorando con sus idas y venidas, sus paseos plácidos, sus fly-to-lie y lie-to-fly, así como ese extraño aroma a anuncio de colonia surrealista que uno empieza a percibir desde su música, las colas o la estación. Flotar aquí es la norma del día:
Los más expertos del lugar (o ni eso, simplemente l@s que hayan visitado Alton Towers al menos en una ocasión) sabrán que hay una gran división justo en este punto del parque, un valle en el que ya en 2002-2003 se intentó solucionar de la mejor de las maneras (aparte del teleferico que comunica lado y lado del valle) pero entró en un terreno peligroso ya que este valle, como gran parte del centro del parque, es zona más que protegida por las autoridades competentes.

Quien más o quien menos habrá tomado el teleférico por lo menos en una ocasión para cruzar este valle, pero los integrantes del RCT 2014 contemplamos horrorizados, al llegar, como un discreto cartelito pedía 1 millón de disculpas (literalmente) porque el teleférico estaba ese día CERRADO.

Inconveniente para iniciar una caminata de 15-20 minutos por caminos de descenso y ascenso o excusa para poder observar los increíbles jardines que contiene este parque temático (y que mucha gente ignora que están ahí) el caso es que no nos quedó más remedio que cruzar el valle a pie, observando un clásico icono de los mismos, la pagoda que siempre se ve desde el aire:
Tampoco es demasiado camino, la verdad sea dicha. Además la grandeza de los jardines hace que uno siempre tenga algo que ver a lado y lado del camino, añadiéndole el hecho de que uno puede respirar aire totalmente puro en toda la extensión de terreno.

Y cuervos muertos, también:
Tras esos 15-20 minutos de apacible caminata y palpitante balbuceo (en las ascensión) nos plantamos en el auténtico castillo de Alton Towers (y sí, es un castillo real, aquí el theming deja paso a la realidad). Una de las estructuras que más puede llamar la atención y que nos decidimos totalmente a adentrarnos en ella es Hex, un popurrí de historia, dark ride walkthrough y... otra sorpresa más (que evitaré también spoilearos) que gustará a todo aquél o aquella que disfrute de la oscuridad y del terror más light pero trabajado. Disfruten con la leyenda de los robles de Alton:
Tras la visita a Hex y el paseo por Cloud Cuckoo Land (y su dulce y empalagosa Charlie and the Chocolate Factory), nos decidimos a partir otra porción del pastel temático, entrando con cuchillo al área del rebautizado Dark Forest. Y allí nos encontramos con un mal trago para el visitante y una de esas amargas experiencias que de vez en cuando uno se lleva en este tipo de parques: la recaudación.

Operativas lentas, afluencia más que notoria y flujos de attendance totalmente marcados, son los 3 puntos negros de un Alton Towers que podría obtener matrícula de honor pero que, teniendo estos 3 problemas, la solución pasa porque el cliente suelte más dinero. Cuando llegamos a Rita las colas eran enormes y sofocantes, por lo que si queríamos completar el parque deberíamos adquirir el Fastrack:
El parque te ofrece hasta 4 tipos diferentes de Fastrack (moldeado a medida de quien quiera disfrutar un tipo u otro de rides o coasters), a saber: Scream, Adrenaline, Young Explorers y Adventurer. En nuestro caso obtuvimos el Adrenaline, que nos salvaría de las colas de Rita, Th13teen y Oblivion. Nos costó 12 libras y nos salvó de posiblemente hora y media de cola (entre las 3 coasters). 

El punto crítico llega cuando puedes pagar un Fastrack personalizado por cada ride/coaster que quieras montar (algo así como los parques de atracciones en los que pagas por cada ride, solo que aquí ya has pagado con el ticket de entrada, en esta ocasión pagas más por hacer menos cola). Los precios del Fastrack individual van desde las 3 libras de rides menores como el flume o Runaway Mine Train hasta las 5 libras de las grandes coasters como Air, Nemesis o Rita. 

¿Y el gran timo? (agárrense a la butaca). The Smiler, la novísima adquisición del parque, tiene también un Fastrack propio. Aunque para ello vayan preparando 10 LIBRAS (que al cambio se acerca a los 13-14 euros). De nada.

¡Continuemos! Con nuestro Fastrack Adrenaline adquirido, nos encargamos de riddear la temáticamente reformada Rita, que aunque breve y rápida no deja de mostrar las benevolencias de una asfixiada Intamin en años mejores. Uno echa en falta este extraño equilibrio entre velocidad e intensidad hoy en día:
El siguiente turno fue para Th13teen, la gran nube de humo que descubrió hace apenas unos años el parque, con aquella extraña obsesión por otorgar la calidad de Secret Weapon a un proyecto que jamás fue merecedor de semejante galardón:
Una coaster cargada de rincones, efectos, theming y ambientación (todo ello genial) y que pasa por ser una muy buena familiar, con varios toques extremos en forma de agradables airtimes y peraltes a través del bosque (layout algo más largo de lo que uno podía predecir) y la sorpresa final que bueno, ya tod@s sabemos un poco de qué va y cuando llega el momento sorprende por la mínima. Pero muy bien llevado, en especial la velocidad de transición y cambio de sentido antes de entrar velozmente en estación. Una buena novedad. Una nefasta Secret Weapon.

Atravesamos de punta a punta el Dark Forest para entrar de lleno al X-Sector, el área más futurista y posiblemente caótica del parque que, como he dicho antes, se encargó de recibir la última adquisición de Alton Towers en forma de Secret Weapon 8: The Smiler:
Tenía muy claro qué es lo que me podía encontrar con esta coaster: un puñado inacabable de inversiones, giros y descontrol total aderezado con la típica temática psicológica británica (acabamos con la banda sonora saliendo a cada momento durante el resto del viaje).

Y eso fue The Smiler. Una cola de una hora bien larga (llegué a ver 110 minutos e algunos puntos de la jornada... a PortAventura le chirrían los dientes todavía) con una conclusión en forma de maraña de acero que parece no acabar nunca y deja de ser intensa para convertirse en soporífera. Ya tras la primera tanda de inversiones nos quedó claro el concepto, Alton. Insustancial a mi gusto.

Y si nos quedaba por ver otro de esos magníficos ejemplos en los que se demuestra que el marketing de Merlin Entertainment (propietaria de Alton Towers) es magistral para vender absolutamente cualquier cosa, ese ejemplo no podía ser otro que el de la vecina Oblivion:
No miréis hacia abajo. Esa es la premisa que recuerda en todo momento una dive machine que en su día sorprendió a todos por su estructura, tamaño y complejidad, pero que hoy en día queda totalmente ensombrecida por la complejidad de muchos otros proyectos repartidos por todo el mundo. Oblivion se ha quedado corta y, pese a que nosotros teníamos el Fastrack Adquirido y entramos en poco menos de 5 minutos directamente, me dio la sensación de que hacer 20, 30 o 60 minutos de cola para algo tan sencillo roza lo surrealista. Es un drop vertical y ya, sin más. Pierde puntos el coloso semienterrado de Alton Towers...

Tras unas buenas 6 o 7 horas de visita al parque nos dispusimos a empezar a recoger los bártulos y despedirnos del último parque del viaje. Yo en particular decidí aprovechar la proximidad de la última novedad del parque a la entrada del mismo para darme una vuelta y ver qué tal está esta suerte de área kiddie camuflada en un lavado de cara y llamada CBeebies Land:
Y bueno, si os digo que no se desvía ni un ápice siquiera de lo que ya estamos acostumbrados a ver en la inmensa mayoría de parques temáticos europeos (áreas con rides antiguas restauradas o repintadas para parecer nuevas, un puñado de estatuas de fibra representando franquícias infantiloides, viales sensiblemente más estrechos y botes y botes y botes de pintura casi fluorescente repartida por doquier), tampoco me invento nada. CBeebies Land se llenará de niños y familias, pero no suple ni por asomo la carencia de familiaridad que se respira en un parque como Alton Towers. Ni falta que le hace, tampoco.

Puesto el cartel de "completado", no nos quedaba más tarea ese día que completar el escueto recorrido que había entre Alton y Birmingham, la ciudad en la que dormiríamos esa noche y pasaríamos algunas horas al día siguiente (horas que os relataré en la siguiente y última bitácora).

Fue un viaje ameno y muy carismático, muy típico de los RCT, en el que por ejemplo cultivamos de nuevo la sana costumbre de parar en un pub cualquiera en un pueblo cualquiera (en esta ocasión se llamaba The Three Horseshoes, quizás en honor a cualquier spinning coaster con esa cantidad de elementos en su interior). Allí repetimos un clásico de años anteriores, la autofoto programada en la que la cámara estaba al otro lado de la calle y a la que se nos unieron un grupo de espontáneos, presentes en aquél momento en la terraza del pub:
Como podéis ver, el aspecto de las cervezas que nos tomamos ya en el interior del The Three Horseshoes era inmejorable, además de agradecerse mucho su frescura para refrescar el gaznate en una jornada tan completa como la que estábamos a punto de finalizar:
Y bueno, llegamos a Birmingham y tras una serie de inconvenientes por parte de la cadena hotelera Ibis (que prefiero no narrar, pero que hicieron que la rebajara bastante del nivel en la que la tenía) nos dispusimos a planear un poco el día siguiente, día de retorno a nuestras tierras en forma de vuelo lowcost.

Un solo apunte final, apunte gastronómico. Como sabréis, es también tradición en el RCT cada año probar distintas "delicias" y porquerías en general que se nos presenten por el camino y que luego puedan resultar grandes descubrimientos (así es como encubrimos al MezzoMix en Alemania o a Irn Bru en Inglaterra). En el viaje de hace unos años a EEUU descubrí, en una de estas pruebas, un alimento de aroma nefasto pero sabor curioso llamado Beef Jerky, consistente en una especie de tiras de carne de ternera secadas y sazonadas con una salsa ahumada y bastante salada.

Adivinad con qué alimento me volví a encontrar en la ruta desde Alton a Birmingham (y disfruté de nuevo como un cosaco, lógicamente):
Y hasta aquí llega esta quinta bitácora del viaje a Inglaterra, repasando nuestros desvaríos y descubrimientos a través de la geografía norteña británica. En la siguiente bitácora os mostraré qué es lo que hicimos en el sexto día del viaje, con apenas unas horas entre el desayuno y el vuelo de vuelta a Barcelona.


See you!

Bitácoras desde Inglaterra (parte 6)

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Morning!

El último "morning" de todos, la última jornada. El RCT Tour 2014 llega ya a su final y con esta última bitácora os expresaré las últimas horas, minutos y segundos de un viaje breve pero fascinante a través de la geografía del norte de Inglaterra y sus parques, un viaje que muestra muy bien los platos fuertes de un país en cuyo encanto y gusto por los detalles reside la mayoría de su secreto.

Ya en otras ocasiones creo que os he hablado de que tanto en mis visitas particulares como en los dos RCT en alguna ocasión se trató de realizar un desayuno completo. Estando en Inglaterra qué mejor manera de hacerlo que a través del clásico "english breakfast". El caso es que tras unos cuantos días la tradición del RollerCoaster Team impera y se acaba haciendo el también mítico "gasolinera breakfast", consistente en una bebida energética o similar, un alimento consistente y generalmente con proteínas e hidratos y finalmente lo que se suele llamar una mierda de adorno, es decir, un capricho que te entre por los ojos y que generalmente es dulce. Vale más una imagen que mil palabras, ¿no? Pues eso:

Tras la ingesta de este tipo de substancias (nocivas o no, a saber) decidimos encarar las 6 horas que nos separaban entre nuestro desayuno y la partida en dirección al aeropuerto de Birmingham, donde cogeríamos un vuelo a primera hora de la tarde en dirección a nuestro querido Barcelona Prat.

Antes de ponernos con la actividad que ocuparía totalmente ese puñado de horas, decidimos hacer una primera parada en uno de los numerosos pubs del país, típico y cargado de topicazos (madera, vigas oscuras, techos bajos, etc). La verdad es que daban ganas de quedarse todo el día sentado, pinta en mano y escribiendo o dibujando en un cuadernillo de papel:
 Pero ese no era el plan y ahora mucho me temo que debo hacer un pequeño inciso. L@s que más me conocéis sabéis que no soy hombre de un solo gusto, siempre suelo compaginar mi mayor afición (que es lógicamente los parques y viajes a parques) con otras aficiones que también he ido cultivando a lo largo de mi vida tales como la gastronomía, el cine, las series, Youtube, etc.

Una de las aficiones más recientes, añadida hace apenas un par de años fue la del Geocaching. No quiero daros demasiado la brasa con el tema, pero si os interesa el concepto que os explicaré, podéis ir echando un vistazo a este vídeo que resume de manera muy básica qué es y cómo se juega al Geocaching.
 El Geocaching es una mezcla de juego y deporte en el que nos aventuramos por todo el mundo a encontrar pequeños tesoros llamados "cachés" mediante un sistema de GPS (que puede ser un móvil con GPS, sin ir más lejos). El propietario de ese caché lo ha creado y escondido en un lugar exacto que conoceremos a través de sus coordenadas GPS, así que nuestra tarea es tan fácil como salir a encontrar ese pequeño tesoro escondido.
La gracia o dificultad es que la mayoría de los cachés (y más los de montaña como los que hicimos ese día en los bosques de Birmingham) están escondidos para que los no-jugadores jamás sepan que están ahí. Bien mediante ingeniosos camuflajes, mecanismos complejos o simplemente escondiéndolos entre piedras o en agujeros de troncos. Un caché generalmente nunca está a la vista y debes gastar desde un par de minutos hasta incluso horas en encontrarlo, ¡la gracia es que cuanto más cueste más trabajado estará!
 Con esta premisa nos equipamos y adentramos en lugares de todo el mundo (pensad que hay más de 2 millones de cachés escondidos en todo el planeta) y seguimos unas sencillas reglas del juego, como son el hecho de que al encontrar un caché debemos dejarlo exactamente en el mismo lugar donde lo encontramos y tal y como nos lo encontramos o que al llegar al recipiente, deberemos anotar nuestra visita mediante nuestro nombre de usuario y la fecha en la que encontramos ese tesoro, tal que así:
Lo inmenso de este juego viene dado por varias ventajas: la primera es que es gratuito, puedes apuntarte en cualquier momento y desde el primer día empezar a buscar cachés (la mayoría de las veces pensamos que no habrá ninguno cerca y la sorpresa viene cuando tienes uno a apenas 100 metros de tu casa).

La segunda ventaja es que es un juego global, por lo que las reglas son exactamente las mismas en todo el mundo y si, como nosotros, te dedicas a viajar unas cuantas veces al año, siempre tendrás rincones misteriosos y preciosos paisajes por explorar.
La tercera ventaja es que caminarás mucho (sobretodo si te dedicas a buscar cachés de montaña o de bosques como los que hicimos ese día en Birmingham) y que generalmente cada caché está situado en un lugar bonito, simbólico o desconocido (muchas veces te adentras en edificios abandonados, cascadas ocultas por la maleza, miradores, puntos geográficos destacados, monumentos, etc.).
En definitiva, el Geocaching es una manera sencillísima y muy entretenida de buscar rincones únicos o con mucho encanto allá donde vayas porque casi siempre tendrás un caché cerca de ti. 

De hecho, si os pica un poco el gusanillo por esta entretenida afición, podéis pasaros por la web oficial del Geocaching para conocer mucho más acerca de este otro complejo mundillo en el que hay paralelismos con los parques. Nosotros completamos credits mientras que un geocacher consigue encontrar un caché.

Ya podéis ver por las fotografías que os adjunto la preciosidad de los valles y senderos que recorrimos en esas poco menos de 6 horas de caminata a través de verdes y frondosos bosques ingleses. Pura belleza natural:
 Durante nuestra jornada "geocacher" encontramos unos 7 u 8 cachés, variados en tamaño y tipo, así como en dificultades o terrenos. Pero lo más importante es que no nos dedicamos a hacer la típica visita turística a Birmingham. Nos dedicamos a explorar rincones que posiblemente ni siquiera los habitantes de la ciudad industrializada y tosca conozcan, a apenas unos kilómetros de distancia.
Una vez acabamos (agotados) nuestra caminata por estos prados y parajes, nos dirijimos al aeropuerto de Birmingham para realizar la facturación y checking, así como compras de última hora y la última comida del viaje. Acto seguido entramos en el avión (Ryanair) y en poco menos de dos horitas estábamos de vuelta sanos y salvos en nuestras casas.

En apenas unos minutos aterrizábamos desde lo alto de las nubes. En apenas unas horas caminábamos por campiñas y descubríamos preciosos paisajes tintados de verde. En apenas unos días habíamos plantado bandera en 4 de los parques más carismáticos y conocidos de Inglaterra.

Y en apenas unos años el RollerCoaster Team, la idea de un par de buenos amigos en una noche cualquiera, ha adquirido un tono tradicional, casi litúrgico (como he definido en alguna ocasión) del pasárselo bien entre colegas, del conocer, del descubrir y, sobretodo, del compartir las geniales experiencias que puede aportar esta insustituible afición: la de viajar visitando parques de atracciones y temáticos.

Ahora ya sólo cabe fijar la vista en la siguiente aventura, esta ya en 2015...

¡Aventura veraniega!

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Parece mentira que ayer mismo acabara de completar la serie de bitácoras sobre nuestro apasionante viaje inglés y hoy mismo, en menos de 24 horas, ya os esté relatando el siguiente viaje. Y es que sí amigos y amigas de Bloggercoaster, de nuevo nos calzamos las deportivas, de nuevo preparamos la mochila y de nuevo se presenta ante nosotros otra aventura en forma de visita a parques de atracciones.

Y aunque parezca mentira, también en esta ocasión se trata de una especie de costumbre o tradición, aunque mucho menos compleja que la que venimos completando año tras año con el RollerCoaster Team. En este caso hablamos de algo así como una locura, una aventura veraniega, una rutina que se remonta a años atrás.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, me dispongo a explicaros brevemente en qué consisten las aventuras veraniegas y más concretamente de qué trata la de este presente año 2014.

¿Lo queremos?¡Lo hacemos!

Ese es el leitmotiv básico de las aventuras veraniegas. Nos juntamos un grupo reducido de amigos (de esos que por lo menos una vez al mes nos vemos en una cenita o unas amenas cervecitas en el bar) y de repente surge una locura, una idea, un esbozo que en un principio puede parecer imposible pero que luego, tras un silencio de unos cuantos segundos, viene seguido de un "Oye... ¿y si?..."

Las reuniones de amigos suelen hacerse en restaurantes de comida rápida...

Y tras ese "Y si", quizás un par de meses de preparación y escueta planificación después, alguna que otra reunión y toma de decisiones, nos embarcamos en un viaje que generalmente suele durar entre uno y dos días, nunca sobrepasando esa cantidad y siempre con el mismo objetivo: llenar la mochila de experiencias y descubrimientos de parques a poder ser nuevos y exóticos.

Como ocurriera con el RollerCoaster Team, esta tradición se remonta a un lejano verano de 2009 en el que decidí dar el paso y conocer en persona a dos usuarios de la por entonces ya imprescindible Capte.org: Locrian y Calle. ¡Quién me iba a decir que años después compartiría tantísimas experiencias con este par de cracks, siendo actualmente uno de ellos incluso mi compañero de piso!

2009: Parque de Atracciones de Zaragoza

Decidí conocerles a ellos y a algunos más en una primera aventura veraniega a un parque que, por entonces, era un terreno totalmente desconocido para todos: Parque de Atracciones de Zaragoza. El viaje requería unas 3-4 horas de viaje de ida y otras 3-4 horas de viaje de vuelta en coche, más luego unas horitas de estancia en el parque, lo cual quedaba comprendido en una única jornada que resultó ser una de las escapadas más desternillantes que he hecho jamás en mi trayectoria parqueril.

Formación torcida en la casa encantada de Parque de Atracciones de Zaragoza

Debéis entender que por entonces yo apenas atesoraba la experiencia en Alemania y en Inglaterra, me quedaba mucho por ver y la sorpresa al llegar a cualquier parque era, si cabe, mucho más mayúscula que hoy en día. Y qué mejor manera para hacerlo realidad que el mítico Parque de Atracciones de Zaragoza, plagado de extrañas rides, carismáticas coasters, un ligero trasfondo económico y social interesante para analizar y, en general, un encanto que hechiza a cualquiera que pisa sus instalaciones por primera ocasión.

Preparados, listos...

Años después Parque de Atracciones de Zaragoza ha ido bajando escalones en mi clasificación personal y probablemente sea el turno ya de una visita exprés (llevo como 3 años diciéndolo y nunca cumplo). Pero si algo tengo claro es que me sirvió para conocer a algunas de las personas más geniales que se han cruzado en mi vida en los últimos años.

2010: Terra Mítica

La primera experiencia estaba ya completada, las vergüenzas se dejaron atrás y a lo largo de ese año 2010 se programó el viaje que se grabaría a fuego en nuestras consciencias, un RCT completísimo por tierras alemanas que reafirmó mi amistad con Luis y Raúl y que me empujó definitivamente a volver a improvisar una aventura veraniega.

Lluís y Raúl segundos antes de rodar en Inferno

Desplegamos el mapa de parques próximos, calculamos rutas para no exceder las 24 horas de viaje y el elegido en esta ocasión fue el lejano Terra Mítica. Con una considerable kilometrada entre Barcelona y Benidorm, las horas al volante se hacían placenteras si se hablaba de parques o se bromeaba por la autopista mediante walkie-talkies surrealistas.

Aunque sea otra SLC más, Titánide añadió emoción al viaje (o no).

La visita al parque fue muy amena, siempre hace ilusión pisar un parque después de haber leído decenas de reviews sobre el mismo, aunque en el caso de Terra Mítica el desánimo por ver que nunca acaba de levantar cabeza pesa en el corazón de todo aficionado. Ahí quedó pues nuestra visita en ese prolífico 2010 parqueril.

2011: Le Pal

En 2011 la historia se nos empezó a ir de las manos y es que ampliamos el rango de tiempo del viaje de una jornada a dos y los kilómetros llegaron a tierras francesas, por lo que cruzábamos fronteras para adentrarnos en el país vecino en búsqueda de un parque que ese año, con el añadido de una spinning de Mack Rides, llamó completamente nuestra atención, Le Pal, un recinto situado en un inhóspito paraje al sur de Francia, a unos 750 kilómetros de Barcelona (¡y otros 750 a la vuelta!).

Arriba foto grupal alrededor de "el palo" (Le Pal). Abajo, foto en el cartel/mapa del parque.

Por el camino tuvimos la oportunidad de descubrir joyas como el Viaducto de Millau (el puente más alto de Europa con la friolera de 343 metros de altura):

Preciosas vistas en el espectacular Viaducto de Millau

O los parques/ferias veraniegas de la costa francesa a apenas unos kilómetros de distancia de la frontera entre Francia y España (y que a estas alturas todo el mundo debería haber visitado, es un consejo):

Sin demasiadas pretensiones Luna Park resulta ser una apuesta segura para el entusiasta

El viaje resultó ser agotador, pero sentó unas bases de locura, atrevimiento y amistad que se han ido forjando año tras año en cada edición que se ha hecho de esta escapada veraniega.

2012: Costa francesa

La visita en 2011 a las ferias y parques de ámbito estival en la costa francesa nos marcaron tanto que en apenas 365 días nos vimos con ánimos de volver al mismo lugar, aunque en esta ocasión para descubrir más cantidad de parques y con gente distinta al año anterior:

De un año para otro nos encontramos una Vekoma nueva en Luna Park... check!

Así fue como recorrimos en apenas una jornada Pirat Park, EuroPark, Luna Park y el siempre querido PPS Park, este ya situado a medio camino entre Barcelona y la frontera francófona.

Euroloop, la única multi-looper de Vekoma donde te hacen un ciclo doble sin parar en estación.

Quizás no fue la escapada más compleja, pero sí resultó estar cargada de anécdotas y descubrimientos, como el hecho de volver un año después al mismo Luna Park y encontrarse una multi-looper de Vekoma plantada en el parque. Como quien no quiere la cosa.

2014: Objetivo Nigloland

En 2013 el peso económico del RCT a China se notó y pasamos todos, en general, un verano de cinturón apretado y ahorro (que luego en mi caso aproveché para visitar a finales de año la meca de Orlando). Así pues para este 2014 nos hemos propuesto volver fuertes, romper con todo, ir más allá en este afán explorador que hemos ido alimentando temporada tras temporada y hemos montado una aventura veraniega compleja y sin duda alguna arriesgada: viajar de nuevo a Francia, pero más al norte todavía.

De hecho nos plantaremos en Nigloland, un parque casi desconocido para la mayoría de aficionados europeos hasta que en 2013 anunció la adquisición de un proyecto de Mack Rides que más tarde resultó ser la versión alemana de las mega-lite de Intamin, la famosa Alpina Blitz:


Los integrantes de este año seremos 3: Luís, Oriolat y un servidor. Tres aventureros, tres exploradores, que cargados con nuestras mochilas de inquietos park-freaks recorreremos en coche los 900 kilómetros de ida y 900 de vuelta que nos separan del lejano parque francés.

Por el camino es posible que repostemos en algún parque de menor calibre (quizás sea el momento de catar Walibi Rhônes-Alpes o de explorar el desconocido Parc Touristique des Combes (va, os echaré un cable, echad un vistazo en RCDB...).


Y si todavía nos queda algo de disponibilidad, si nuestros cuerpos todavía aguantan un último envite, es posible que pasemos de nuevo por los parques de las playas francesas a catar la siempre agradecida EuroLoop o la espectacular Eurospeed.

Lo que es irrefrenable ya es que este mismo lunes partimos en dirección al norte, imparables con nuestra afición entre ceja y ceja, con un buen puñado de horas de entretenimiento y diversión en nuestras manos (y mi personal deber de documentar fotográficamente todo el viaje, para luego mostraros los frutos mediante nuevas y refrescantes entradas en Bloggercoaster).

Los engranajes de la aventura veraniega de 2014 están ya engrasados y listos para ponerse en funcionamiento.

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Más espesa y compleja entrada de lo que había pensado hacer en un principio (sobretodo al ser domingo y esperar vosotr@s quizás algo más ligero como una Foto de la Semana), pero creo que era necesario también recopilar el anecdotario de todos estos años en cuanto al verano se refiere.

No vendrían a ser estos viajes el estándar de cualquier viaje que haga durante el resto del año, pero serían un ejemplo bien claro de hasta dónde está dispuesto un auténtico park-freak a llegar con tal de expandir su afición y enriquecer su legado.

Quizás los parques que descubramos sean pequeños, sin complejidades, difíciles incluso de situar en un mapa. Pero de lo que estoy seguro es de que los disfrutaremos y viviremos como si de un Europa Park o un Cedar Point se tratase. Merecen recibir exactamente la misma atención porque sólo en estos pequeños recintos es donde uno se suele llevar al final del día gratas sorpresas.

¡Nos vemos a la vuelta mes amis!

Duelo de MEGAS

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Por fin ha llegado el momento. Cuando uno empieza a jugar en esta liguilla de coleccionismo de credits, de acumular visitas a parques, de poder echar la vista hacia atrás y descubrir que quizás tienes en tu haber 5 o 10 SLC (momento duro, por otra parte) es cuando también puedes empezar a montar pequeñas competiciones y duelos comparativos entre rivales de igual valor.

Por ejemplo, ¿cuál es mejor: Kraken o Dragon Khan?¿Nemesis u Oz-Iris?¿Islands of Adventure o Europa Park? Y así surgen decenas de preguntas y retos en la mente de uno que se van resolviendo en forma de debates y tertulias con los amigos que comparten esta afición o, como en el caso que nos ocupa hoy, a través de interesantes duelos en forma de entrada de blog.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, por fin puedo encarar como se merecen a Mack Rides e Intamin, dos gigantes de la construcción, dos nacionalidades, dos estrategias distintas a la hora de repartir coasters por el mundo y desde este mismo 2014 dos modelos muy muy similares entre sí: Alpina Blitz por parte de los alemanes en Nigloland y Piraten por parte de los suizos en Djurs Sommerland. Luchadores a sus esquinas, suena el gong, ¡a luchar!


Mega coaster vs. Mega-lite

Antes de empezar este feroz combate, os recomiendo muchísimo que echéis un vistazo a este montaje que os he preparado en el que podréis ver, comparadas, las dos coasters de las que hoy hablaré (Piraten, de color verde camuflaje a la izquierda y Alpina Blitz, de color azul marino a la derecha). He intentado sincronizar los vídeos para que se reproduzcan justo en el momento que corresponde en el layout, así veréis todas las similitudes/diferencias al momento, sin trampa ni cartón.

Y ahora sí, empieza la comparativa:

Fuerzas G

Ambos modelos son muy similares en este aspecto, ofrecen una cantidad similar de puntos en los que se pueden experimentar las máximas fuerzas G, pero dada la intensidad y la velocidad que difiere entre una y otra, es posible que las fuerzas G varíen apenas unos grados.

En el caso de Piraten (Intamin) las fuerzas G nunca han sido reveladas, pero al rodar de manera más agresiva es posible que las positivas que situamos en la primera curva peraltada (tras el drop) y en el valle entre el primer twistie y el abrupt airtime sean superiores al caso francés, posiblemente un par de grados más (entre 4,3 y 4,5). En el caso de las negativas aquí Intamin no tiene rival, al usar unos camelbacks más estrechos y una velocidad superior (2 km/h más que la francesa) consigue quizás una o dos décimas más de G's negativas, punto en el que se nota muchísimo la diferencia.


En el caso de Alpina Blitz (Mack Rides) ya se nos informa de que la coaster llega a 4,3 G en el punto más bajo de la curva, tras el first drop. A partir de ahí el baile de G's es constante, quizás con una diferencia mayor en las G's laterales. Esta diferencia en las laterales viene dada principalmente por el cambio de heart-line (el centro gravitatorio en el cuerpo del pasajero cambia ya que la distancia entre este centro y las ruedas del tren no es la misma en una y otra coaster) y por la adecuación del recorrido al mismo.


Por lo tanto el claro ganador de este primer asalto es Piraten, la mega-lite de Intamin en Djurs Sommerland.
Velocidad

En el caso de Piraten la velocidad máxima alcanzada en la base del first drop es de 85 km/h. El reparto de velocidad está condicionado totalmente por la altura de los elementos y se ve una pequeña diferencia entre la distancia del punto más alto al más inferior en todo momento, por lo que en los valles entre camel y camel se alcanza una velocidad ligeramente superior al caso alemán. Esto, sumado al hecho de que los peraltes se ofrecen algo más cerrados y cercanos al suelo, ofrece una sensación de velocidad mucho mayor.


En el caso de Alpina Blitz la velocidad es ligeramente inferior y tras el first drop alcanzamos 83 km/h. Esto viene condicionado por el hecho de que el lift de la mega-lite lo ascendemos con cable mientras que el de la mega coaster (que es este caso) lo hacemos mediante cadena. La cadena asciende rápidamente, pero no lo suficiente como para adquirir un airtime homogéneo y duradero en el punto más alto de la coaster. Si volvemos a hablar de la altura de los trenes, el hecho de estar elevado aproximadamente un metro más que en el caso de los trenes de mega-lite condiciona la sensación de velocidad en puntos como la curva inicial o la curva de retorno tras el abrupt airtime de la zona central.


En este caso los datos son irrefutables aunque los condicionantes también, por lo que el vencedor de este segundo round es de nuevo Piraten, la mega-lite de Intamin en Djurs Sommerland.

Carga

En el caso de la mega-lite construida en Suecia la carga se hace directamente en zona de carga y descarga, los visitantes acceden por la izquierda y si tienen objetos que puedan desprenderse del tren (mochilas, gorros, bolsas, gafas, etc.) deben atravesar el tren y dejarlos al otro lado de la estación. Una vez en el tren deben ajustarse cinturones quita-miedo y una barra lapbar con cierre hidráulico ajustable al cuerpo del pasajero. La comprobación se hace con dos ride-op (uno a cada lado) que comprueba el cierre e indica a un tercero (en panel de control) la correcta salida de la estación. Esto ofrece una carga de 820 pph condicionada por el hecho de tener un solo tren siempre.


En el caso de la mega coaster francesa la carga se hace en zona de carga y descarga tras haber dejado los objetos sueltos en el interior de un armario con cierre automatizado. Una vez en el tren y en caso de tener la coaster un solo tren en recorrido es un único ride-op el que se encarga de comprobar un lado del tren, pasar de lado a lado de la estación mediante una pasarela móvil para discapacitados, comprobar el otro lado del tren, dirigirse a panel de control, retirar la pasarela y lanzar el tren. En el caso de tener dos trenes la carga se hace con 3 operadores y de manera similar a la mega-lite de Intamin. La carga teórica con dos trenes es de 1300 pph, pero con uno solo (para igualar condiciones entre contrincantes) es de 650 pph.


De nuevo las cifras nos darán la respuesta. La mega-lite sueca ofrece un solo tren pero una carga fija de más de 800 personas mientras que la mega coaster francesa ofrece dos trenes con una teórica de 1300 pero en la opción de un solo tren apenas supera las 600 personas por hora (y esta opción requiere que el attendance del parque sea superior a lo normal). Si la sueca ofreciera una carga de dos trenes superaría las 1600 personas por hora. Vence por ser de carga práctica la suiza Intamin.

Theming

Como su propio nombre indica, Piraten nos ofrece la aventura de embarcarnos en un galeón pirata y surcar las olas de los salvajes mares del norte. Desde el entorno de la coaster, pasando por las colas (donde incluso un animatronic nos explica historias y leyendas) y llegando a la estación, todos los puntos ofrecen un punto de tematización mínimo en el que nos sentimos integrados con la temática general del área en la que se sitúa la coaster.


En el caso de Alpina Blitz tanto la temática como el nombre sí que nos ofrecen pistas pero no acaban de encajar del todo con la capacidad de relación del viajero. El único theming (si podemos llamarlo así) que ofrece la coaster es la misma estación, forrada de madera de pino en el interior y con una simpática banda sonora tirolense en su interior. Pero más allá de estos dos elementos, en el exterior no encontramos más que césped, caminos de piedra y vallas metálicas.


Es evidente que en ninguno de los dos casos el theming alcanzado es de calidad superior o claramente aplastante respecto a otras rides o coasters situadas en los mismos parques. Pero si debemos discernir entre la calidad y cantidad ofrecida, de nuevo obtenemos como vencedora la sueca Piraten, de Intamin.

Comodidad

En el caso de la mega-lite Piraten nos encontramos con un tipo de trenes que facilitan mucho la proximidad del viajero a los raíles (tenemos las ruedas a apenas un metro de nosotros) pero la suavidad del track así como la buena transición entre elemento y elemento hace que no notemos excesiva vibración, ningún golpe y tampoco soldaduras entre tramo y tramo. Discurre fina y ligera como una pluma a través de las vías, por lo que pese a únicamente estar sujetos por la espalda y el abdomen (además de tener contacto entre pie y suelo del tren) el tren nos protege y ofrece una suavidad máxima.


Si hablamos de la mega coaster de Nigloland, la suavidad dada por los novísimos trenes de Mack es ya de sobras conocida en algunos de sus credits (como Blue Fire, sin ir más lejos). La diferencia en este caso viene dada por una ligera (muy ligera) vibración, notoria sobretodo en la curva tras el first drop y en el valle situado entre el abrupt airtime y la curva panorámica previa a los twisties; pese a todo vale la pena indicar que el amortiguado de los trenes alemanes reduce drásticamente el poder notar dicha vibración. El desplazamiento del heart-line a un metro de altura más lejos de los raíles sumado al hecho de que las piernas dobladas no tienen contacto con el suelo del tren hace que la sensación de vuelo y ligereza vengan ampliadas, facilitando la opción de sensación de "vuelo" en los airtimes.


Si entendemos por comodidad el relax que nos pueda ofrecer la coaster durante todo el trayecto (y la capacidad de absorción y rebaja de intensidad, transformándola en suavidad) la ganadora de este asalto es claramente Alpina Blitz, la mega coaster de Mack Rides.

Visibilidad / Estética

En el caso de la mega-lite de Djurs Sommerland nos encontramos con una coaster integrada en un espacio temático, sí, pero que únicamente ofrece el lift, el drop y la primera curva peraltada del recorrido como puntos de fácil acceso visible para el visitante. El resto del layout queda totalmente invisible para el visitante y únicamente fotografiable dependiendo del buen zoom u objetivo que ofrezca la cámara. Se reducen pues puntos de buen encaje para fotografías espectaculares.


En el caso de la mega coaster de Mack Rides en Nigloland, nos encontramos con un credit que juega con el visitante, que ofrece recodos y rincones para fotografiar a distancia (ya que los primeros planos y la cercanía quedan totalmente prohibidos por la valla metálica que rodea la coaster). Pese a ello cierto porcentaje de la coaster queda inaccesible al ojo del visitante (sobretodo la curva panorámica tras el abrupt airtime y las bunny hills de los airtimes finales). El aliciente añadido de esta coaster azul oscuro es el hecho de que el parque cuente con una noria a escasos 50 metros de distancia del layout, lo que hace que podamos sacar curiosas y panorámicas fotografías de la práctica totalidad del layout desde el aire, hecho muy agradecido por los que nos gusta cargar la tarjeta con centenares de ángulos y detalles.


Comparadas en este aspecto, es inevitable proclamar como ganadora a Alpina Blitz, por facilitar mayor cantidad de fotografías desde ángulos totalmente diferentes y el extra de la noria, que ofrece un punto de vista único y privilegiado.

Resultado final

Son dos geniales coasters ambas, tanto Piraten como Alpina Blitz, pero tras un combate tan igualado y estremecedor como el que hemos presenciado, sólo una de las dos puede resultar vencedora y en este caso obtenemos que Piraten (Intamin) ha ganado en 4 de las 6 categorías, por lo que Alpina Blitz (Mack Rides) sólo habría obtenido victoria en las 2 restantes.

La vencedora de este combate de acero es Piraten, la mega-lite de Intamin en Djurs Sommerland.


Lo es por sus fuerzas G, por su velocidad, por su carga y por el theming, siendo la excepción que suele indicar que la estética va reñida con la comodidad, que la carga de elementos va reñida con el confort. Piraten ofrece de principio a fin un auténtico baño de fuerzas trepidantes, una oleada de airtimes previsibles (o incluso imprevisibles), puntos de choque muy bien conseguidos y en general la sensación de que el diseño es absolutamente perfecto, diseñada únicamente para tener un tren en su recorrido, sí, pero ese mismo diseño facilita que haya una armonía entre sus elementos, un ritmo incesante, sin prisas pero sin pausas.

Además el hecho de usar unos trenes que parecen diseñados exclusivamente para el modelo le otorga ese punto extra de proximidad al track, de poder prever hacia dónde va a moverse tu cuerpo y conseguir alinear cuerpo y mente en un solo individuo.


En el caso de la mega coaster Alpina Blitz, en Nigloland, no es quizás merecedora de la humillación de no haber salido vencedora en este combate pues es más bien merecedora de haber sido la segunda mejor. Ofrece una calidad infinitamente superior a muchos productos ofrecidos por otras compañías y abre, claramente, una brecha a seguir en otros parques de tamaño y attendance medio o pequeño.

Una novedad aplastante de cara al entusiasta que no debe dejarse perder y que complementa por completo un parque discreto pero encantador. Una major con todas las de la ley, digna de ocupar primeros puestos en los rankings personales de los aficionados franceses.

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Ha sido duro. La verdad es que siempre es duro sacar conclusiones entre dos coasters tan similares y que únicamente puedes aclarar de manera subjetiva por las sensaciones que te transmiten o, en el extremo más analítico, a través de las cifras oficiales que cada fabricante ofrece.

Son dos modelos muy fiables, de reputada fama mundial y con una trayectoria envidiable por delante, dos fabricantes con sobrada experiencia en el terreno y dos parques con una similitud muy grande en la oferta que lanzan a su respectivo público (temáticos, de acceso regional, tamaño mediano, rurales, etc.).

Pero mi opinión (totalmente personal, tenedlo en cuenta) es la que aquí queda reflejada. Pienso que el modelo de Mack Rides puede llegar a pulirse más hasta conseguir la perfección o incluso ofrecer un punto de vista totalmente diferente al que ofrece a través de Alpina Blitz y, por parte de Intamin, espero que nos ofrezca de una vez por todas la posibilidad de poder riddear una mega-lite sin tener que desplazarse a kilómetros y kilómetros de distancia, como ocurre en la actualidad.

La foto de la semana (#63)

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La jardinera-flume de Blackpool Pleasure Beach


Una simple jardinera tematizada en el nombre del parque. A simple vista es lo que puede parecer la foto, puede que nos la encontremos en un ambiente de far west o incluso en un ambiente tropical, dada la naturaleza de su exterior, imitando la madera de un tronco.

Pero nada más lejos amigos y amigas de Bloggercoaster, lo que tenemos frente a nosotros con un coqueto y diminuto jardín plantado en su interior es una barcaza de flume y no de cualquier flume, sino del que durante 40 años despachó ciclos y más ciclos en el que fue el primer flume de Europa.

FOTO: UkRides

Construido por Arrow Dynamics, en una de esas concesiones que la empresa norteamericana gestionó en los años 60, Log Flume presentaba una larga y compleja estructura desarrollada por la total extensión de terreno que hoy ocupa la SLC Infussion, además de un hueco de terreno libre que quedó desde entonces en la esquina más olvidada del parque y que sirve hoy como almacén de antigüedades del parque.

Ni siquiera el añadido de temática y la limpieza general que se le hizo en 2004 (cuando pasó a llamarse Drench Falls) logró el inevitable y triste final de una ride con tanta carga histórica.

Lo que resulta más chocante de toda esta historia (¡tras una simple jardinera!) es que un parque tan dado al homenaje y el cuidado de sus antiguas maravillas como es Blackpool Pleasure Beach se permita el triste lujo de rendir tributo de esta manera a una ride que durante 40 años ofreció diversión, remojo y refresco a millones de visitantes.

Fue el primero de muchos, recordado será siempre aquél pionero Log Flume.

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Otras fotos de la semana:

Flamingo Land (parte 1)

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Como ya sabréis a estas alturas del juego, el mes pasado nos embarcamos en una de esas aventuras anuales que tanto nos gusta montar y que venimos llamando desde hace años RollerCoaster Team. En esta ocasión el objetivo era completar una ruta por el norte de Inglaterra y acabar de "barrer" los parques que nos quedaron pendientes en aquella lejana visita allá por 2009.

Sin duda alguno cuando uno se pone a organizar y montar un viaje de estas características, la búsqueda le lleva a parques punteros y en los que la cantidad tanto de rides como de coasters es, cuanto menos, provechosa. Con este criterio es inevitable llegar a encontrar parques de atracciones como el que nos va a ocupar esta semana de análisis: Flamingo Land.

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, inicio una ruta de análisis por uno de los parques de atracciones más desconocidos por el visitante entusiasta pero que, a su vez, ofrece placenteras sorpresas a todo aquél que pone el pie en él. Hoy nos adentramos en el interior de Flamingo Land, en Yorkshire, al norte de Inglaterra.


El parque de entrada pobre

Flamingo Land es uno de esos numerosos parques que comparten en muchas ocasiones distintos tipos o clasificaciones, siendo ambiguo y no pudiéndose encajar en ninguna categoría concreta. Puede ser un parque rural, puede ser un parque mixto (zoo + parque), puede ser un parque de atracciones y puede ser un parque temático. Pero sea como sea, es un parque temático (lo encajaré en la clasificación que otorga el mismo parque) que merece mucho la pena visitar y en el que invertiréis una jornada entera si queréis descubrir a fondo.

Nada más llegar encontraréis el aparcamiento gratuito (casi una constante en toda Inglaterra) a través del cual podréis vislumbrar, nada más alzar la vista, el espectacular skyline de coasters y rides que se nos presenta ante nuestras narices:


Por si os alarmáis con los cielos repletos de nubes en las fotografías, tened en cuenta que esto es Inglaterra, lo cual quiere decir que un día nublado o gris es un día absolutamente normal. No nos llovió en ningún momento y la verdad es que la temperatura, como veréis con las fotografías, permitía llevar manga corta sin pasar ni un ápice de frío.

Paso obligado por taquillas en el caso de no tener hecha la compra con antelación:


Y en el caso de haber hecho la compra online (descuento incluido) con pasar el resguardo o e-ticket por los tornos de acceso al parque tendremos más que suficiente.


¡Entramos al parque! Y como siempre ocurre en las primeras visitas de cualquier parque quedamos maravillados por la magnificencia de la plaza de entrada que... uhmm... un momento, un momento. ¿Dónde está esa fuente enorme con mascotas o letreros dorados?¿Dónde está esa zona ajardinada repleta de bonitos bancos y flores de todos los colores?

Para nada. Desgraciadamente esta es una área del parque que anda un pelín descuidada y en la que parece que no se ha querido invertir demasiado diseño o cariño. La entrada de Flamingo Land cabría directamente en un remoto ranking de las entradas más desangeladas de parques, puro cemento:


Sin embargo el parque tiene mucho por delante y por ofrecernos, así que primero inspeccionaremos un poco el entorno inmediato en un vistazo de 360º. Para empezar a mano derecha localizamos el Plaza Gifs, que vendría a ser la tienda de merchandising, peluches y recuerdos del parque más grande y que en un acto de marketing agresivo sirve como lugar de paso obligatorio si queremos dejar el parque hacia las últimas horas del día:


Inmediatamente al lado, en una de las esquinas de esta plaza rectangular de bienvenida, localizamos el Jungle Joe's Food Court, un restaurante de comida rápida cubierto con un toque de theming original y acogedor en su interior:


Aquí podéis ver el interior del restaurante en hora de servicio de comidas a mediodía, como podéis observar predomina cierto toque cálido, algunos cobertizos, árboles de cemento y ramas que cubren parte de los techos, amén de tener una distribución de sillas y mesas de madera:


En el Jungle Joe's Food Court encontraréis principalmente fast food basada en hamburguesas, patatas y snacks, además de un pequeño cobertizo donde venden repostería y bollería de colores vistosos. En mi caso la anécdota vino cuando pedí una hamburguesa con queso y un extra que, por el nombre, no acerté a adivinar realmente qué era. Una vez me lo sirvieron en bandeja me di cuenta de que efectivamente tenía una hamburguesa pero la otra que la acompañaba ¡eran patatas! Panecillo de hamburguesa con un interior repleto de patatas fritas normales y corrientes (lo veréis a la derecha en la bandeja):


Dejamos atrás el Jungle Joe's Food Court, volvemos a la plaza de la entrada y en el mismo centro encontraremos Flying Clowns, una ride que ya he podido encontrar anteriormente en otros parques y que es una spin ride infantil con unas góndolas particularmente perturbadoras:


Según entramos a mano izquierda localizaremos el How Sweet is This, un pequeño local de venta de dulces y chucherías con un nombre más que lógico:


Y a su lado, embutida en un pequeño hueco vallado, otra spin-ride llamada Spotted Cow Ride:


Si seguimos avanzando por la plaza, la verdad es que el panorama es ciertamente desolador, echando de menos en todo momento la típica avenida en forma de mainstreet con casitas decoradas, espectáculos divertidos o jardines coquetamente decorados. En este caso encontraréis una explanada de cemento de unos 50 metros de ancho y llena por doquier de mesas de picnic para saciar el hambre de merienda de los británicos visitantes:


En los laterales encontraréis algunos edificios de servicios además de un par de restaurantes de cierta categoría, como el Metropolis Bar & Grill, donde como os indiqué en la bitácora correspondiente, cayó el primer English Breakfast del viaje, un desayuno calórico pero repleto de jugosas exquisiteces (baked beans, salchichas, huevo frito, champiñones, etc):


Un lugar ciertamente elegante, con acabados en madera oscura, amplios techos y una zona de sofás de piel rodeando un piano de cola que muestran que en este restaurante se pueden degustar, no se exactamente en qué momento, bebidas y licores con cierta tranquilidad y señorío.

Los primeros credits

Ciertamente podría parecer que por el momento Flamingo Land no nos está ofreciendo la mejor de las imágenes pero, creedme, lo mejor todavía está por llegar. Este recorrido apenas son un centenar de metros y como yo me debo a la descripción punto por punto, bien merece ser nombrado.

Dejando atrás la plaza de acceso al parque empezamos a ver los primeros puestos de juegos y ferias, donde podemos conseguir desde peluches hasta banderas (con ocasión de los partidos clasificatorios del Mundial de Brasil):


Pasará en este punto por encima de nuestras cabezas una curiosa ride que en este parque británico adquiere un tono entre lo sofisticado y lo puramente casero, se trata de Cycle Monorail, que como su propio nombre indica es un monoraíl de corto recorrido (no más de 300 o 400 metros) en el que nos desplazaremos pedaleando:


A mano izquierda, a apenas veinte metros, encontraremos el primer y diminuto credit de Flamingo Land, bajo el nombre de Runaway Train nos encontramos con una family gravity coaster de Zamperla, una kiddie con todas las de la ley, de colores anaranjados y estructura sencilla:


La particularidad de este credit es que tiene un bache hacia el final de su recorrido que hace que se estremezca todo el vagón y que las cabezas de los viajeros giren violentamente de un lado al otro. En esta fotografía (donde se puede ver a parte de los integrantes del RCT) veréis el bache a la izquierda, justo tras el último vagón del tren:


Pasado ya el mal trago de Runaway Train observamos que en las inmediaciones encontramos también dos rides kiddies más. Por una parte una pequeñísima Pink Elephants, spin ride para los más pequeños de la família:


Y por otra parte unas mini tazas de té giratorias (Tea-Cups) y con un curioso estampado a topos de colores, cubiertas por una lona para ofrecer el acceso a la ride en días de lluvia o sol excesivo:


En este punto toda la amplitud del área se reduce en un único cuello de botella (posiblemente problemático en día de grandes afluencias) en el cual debemos despedirnos de toda la zona de la entrada que, por cierto, recibe el nombre de Metropolis (como nombre de área temática, se entiende):


Un área pobre y descuidada que da la impresión que debería recibir, por parte del parque, una atención especial ya que no solamente es la primera imagen que recibe el visitante durante la jornada, sino también la imagen con la que se despide del mismo (y que le hará volver en caso de quedar contento). Pequeño toque de atención para un parque que, como veremos de ahora en adelante, sólo hará que mejorar, estad tranquil@s.

Adiós Metropolis, hola Seaside Adventure

Dejamos atrás ese extraño puente formado principalmente por las vías de el credit Velocity y continuamos la ruta que se nos extiende ante nosotros:


Justo a mano derecha nos encontraremos una extraña y futurista estructura tubular y plateada que contrasta totalmente con los colores anaranjados de la moto-coaster de Vekoma, se trata de la estación de Velocity y es el segundo credit que nos encontraremos en nuestra visita:


De lenta carga durante las mañanas y con unas colas mucho más agradecidas a partir del mediodía, Velocity es una moto-coaster bastante estandar, sin ningún rasgo temático que la diferencia de cualquier otro credit familiar de la compañía holandesa y que adquiere, en su lanzamiento por cable, la nada despreciable velocidad de 87 km/h:


El layout es bastante sencillo pese a la complejidad que pueda parecer que ofrece. Recta de lanzamiento, camelback (sin airtime), un doble 8 de hélices con peraltes y alturas variables (pero siempre girando alrededor del mismo centro) y una incursión en una recta de regreso a la estación donde encontraremos tres simpáticas bunny-hills donde, esta vez sí, los motorizados asientos de la coaster nos ofrecerán generosos ejector-airtimes totalmente artificiales y previsibles:


Un credit demasiado sencillo para lo que pueda parecer y que carece por completa de esencia o encanto. Aún así, un credit más que os llevaréis al bolsillo si lo completáis en vuestra visita.

Il giro italiano...

A escasos metros de la estación de carga de Velocity y a mano derecha en nuestro camino inspeccionando el parque nos encontramos con otro clásico de este tipo de parques, una disk'o de Zamperla que en esta localización está bautizado como Navigator:


Parecida en cuanto a forma y estética a la que podemos localizar en Blackpool Pleasure Beach bajo el nombre de Avatar Last Airbender, pero con mucha más pulcritud y sin demasiada complejidad en los extremos. De un ciclo más bien corto y capado que apenas os ofrecerá lo que otras disk'os ofrecen en otros muchos parques alrededor del mundo. Previsible, sin más.

Frente a Navigator localizamos una de esas jugadas maestras o combos que tanto me gusta resaltar cuando visito un parque por primera ocasión. Se trata de una rockin' tug de Zamperla llamada Vortex que presenta un panel hipnótico en la parte trasera pese a que la góndola es la clásica del barco cartoon que hemos visto en decenas de parques. Pese a todo me gusta la combinación entre la "adulta" disk'o y la "familiar" rockin' tug, dos rides de similar funcionamiento y sensaciones pero con un público objetivo distinto. Bravo por Zamperla:


Y no nos olvidemos por el momento del constructor italiano, porque justo frente a nosotros se erige la altiva forma de una de sus más laureadas a la vez que criticadas creaciones. Se trata de Hero, la volare de Zamperla que como las buenas obras de teatro o películas, o te gusta o la odias a muerte. En mi caso he de reconocer que iba predeterminado por mi juicio de Volare, la coaster de similares características situada en el Wiener Prater de Viena y de la cual ya os hice el análisis en su día:


Y pese a que tras el primer ciclo de prueba que hicimos todos los integrantes del grupo pudo parecer que Hero presentaba un layout más cuidado y unas transiciones menos marcadas, nada más lejos de la cruda y dura realidad, resulta ser un credit que ofrece dolor y golpes en cada uno de sus tramos:


Enjaulados en su interior, los integrantes realizarán un recorrido descendente en el que irán pasando por giros con un peralte demasiado marcado (y unas transiciones de peralte demasiado cortas, tome nota Mr. Zamperla) además de un par de in-lines matadores para el cuerpo del atrevido pasajero:


Pero en general y como ocurre con la versión austriaca, Hero resulta ser un credit divertido por ofrecer una manera de riddearlo diferenciada del resto de credits. El tener que acceder al tren en marcha, encajar en sus prestaciones con una postura incierta y sobrevolar el lugar a grito pelado une mucho más al grupo y provoca risas y carcajadas, en parte para curar el dolor interno que uno sufre tras cada nueva curva que se presenta en el layout:


Como apunte, si nos fijamos realmente en el mapa y distribución del parque, técnicamente estamos todavía en el área de Metropolis aunque la conjunción de Hero, Navigator y Vortex entra dentro de una mini-temática asiática o colonial, todo ello ciertamente desconcertante para el visitante primerizo:


Oficiamente tras Hero es donde realmente empieza el área de Seaside Adventure, donde nos adentraremos en un puerto de principios de siglo XX a la búsqueda de nuevas emociones a través de un enorme arco de piedra artificial que así nos lo indica.

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Y pese a que esté dividiendo un área temática por la mitad, no quiero abrumaros con más información por hoy, así que hasta aquí esta primera parte del análisis de Flamingo Land, un parque que pretendo acercaros más dada la lejanía del destino, pero que tampoco está demasiado lejos dada la cercanía de destinos de vuelos low cost desde las principales ciudades españolas.

Por el momento un parque de aspecto tosco, con extensiones de terreno variables, con una identidad temática dispersa y ténue que quizás nos puede confundir si no echamos un vistazo al mapa.

Pero os puedo asegurar que lo importante está todavía por ver, descubriréis a través de mis análisis como Flamingo Land tiene mucho que ofrecer tanto en materia de coasters como en materia de flat rides. ¡No os perdáis la siguiente entrada en el blog!

Flamingo Land (parte 2)

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Seguimos nuestro camino a través de las asfaltadas y entretenidas calles del británico parque temático/zoológico/de atracciones Flamingo Land, donde exploraremos un total de 6 áreas temáticas de las cuales ya pudimos ver en la anterior parte del análisis dos de ellas: Metropolis y Seaside Adventure.

En esa misma entrada ya pudimos experimentar uno de los ingredientes suculentos de este parque temático: las coasters (encontramos un total de 9). Observamos la insustancial Velocity, la temeraria Hero y la kiddie Runaway Train, en una galería que bien podría pertenecer ya a cualquier parque de baja o media categoría. Pero Flamingo Land no pertenece a ese lugar y debe ofrecernos todavía mucho más.

Con el ánimo de completar el recorrido hoy, en Bloggercoaster, nos aventuramos a descubrir el resto de Seaside Adventure y el área de Riverside One, donde podemos localizar dos colosos de altura predominante como son Kumali y Mumbo Jumbo.


Aire marino en Seaside Adventure

Antes de alzar la mirada varias decenas de metros por encima de nuestras cabezas, volvamos por un momento al lugar en el que nos quedamos en nuestra particular visita, bajo el arco de roca artificial que decora el paso entre la enredada Hero y la explanada abierta de Seaside Adventure:


El primer elemento con el que nos encontraremos rápidamente es con un clásico de todos los parques habidos y por haber y que en Flamingo Land no podía faltar, se trata de Gallopers, el carrousel del parque que muestra un aspecto austero y clásico, llamando la atención el hecho de que el techo no acaba en forma puntiaguda como en la mayoría de este tipo de rides:


A mano izquierda localizaremos un amplio local con un clásico en todos los parques de atracciones y temáticos británicos, una sala de máquinas llamada Arcade Games, con un toque antiguo y conservador en su cartelería que recuerda a aquellos parques de piers y boardwalks de los años 20:


Según salimos del arco a mano derecha lozalizamos varios puestos de juegos y feria tales como pesca de patitos o canastas a distancia:


Y justo al lado del puesto de pesca de patitos encontramos otra ride que empieza a ser también un clásico de cualquier parque conocido y que como no podría ser de otra manera también lleva la firma de los italianos Zamperla. Se trata de Frog Hopper, una junior jump con colores vistosos y un simpático anfibio en su extremo superior:


Haciendo esquina en esta voluminosa plaza de cemento encontramos parte del theming que completa este área temática inspirada en los puertos marinos del norte. Tras estas coloristas fachadas encontramos el restaurante Jolly Sailor:


Junto a los Arcade Games que vimos anteriormente encontramos otro local de restauración de un ámbito totalmente diferente llamado The Diner y ambientado en los coffee restaurants de carretera que podemos localizar en las interestatales norteamericanas (ya sabéis: hamburguesas, café servido en jarras, uniformes de camareras impolutas, trato cercano, detectives investigando el asesinato de Laura Palmer, etc):


He ido repasando un poco los extremos de la plaza dejando el protagonismo a la figura que se erige en el centro de la misma y que domina absolutamente todo vistazo por parte del visitante. Su nombre es Cliff Hanger:


Y se trata de una powershot de S&S de 55 metros de altura con una base tematizada en rocas de mar y un aspecto que, de lejos, podría inducir a pensar que se trata de una especie de faro. Como en la mayoría de este tipo de torres, lanzamiento más que anunciado y poca innovación, salvo las vistas que ofrece en el punto más álgido, con una panorámica de la campiña inglesa a través de la cual podemos vislumbrar incluso la lejana costa:


Como he comentado, la base de esta básica Cliff Hanger esconde un agradable detalle temático consistente en una montaña de unos 8 metros de altura con una serie de cascadas y un pequeño estanque semicircular, refrescante e icónica en momentos de calor y altas temperaturas:


Por suerte soy partidario de que la altura de las power shots y caídas libres no viene reñida nunca con su altura pues se puede lograr la misma emoción en una free-fall de 40 metros que en una de 80. Obviamente desde abajo lucirá más o menos espectacular, pero una vez instalados en la góndola la diferencia de altura es prácticamente inapreciable. Y esta Cliff Hanger es un ejemplo de ello.

El mundo de los gigantes de acero

Acabando de repasar los edificios que completan esta gran plaza social nos mezclamos en una nueva área temática donde se une el descanso y esparcimiento de los visitantes con las emociones más puras y espectaculares. Encontramos un teatro cubierto llamado Entertainment Stage con una gran extensión de sillas y mesas de café y donde podremos ver el espectáculo de danza y música Farewell Show en horarios específicos:


Junto al teatro encontramos un local de restauración donde conseguiremos principalmente pizzas llamado The Big Pizza Pie Shop:


Y en el otro extremo del teatro, junto a las escarpadas rocas de Cliff Hanger, encontramos un curioso local circular acristalado en forma de bar o cocktailería llamado Riverside One Bar (originalidad máxima en los nombres aquí):


La plaza todavía se extiende medio centenar de metros más allá y ofrece una extensión de cemento bastante grande (menos mal que los días soleados en Reino Unido son escasos), en la cual únicamente nos encontraremos con una ride aislada que parece no haber encontrado su lugar para estar instalada y que aquí recibe el nombre de Balloon Race, una spin ride con las góndolas tematizadas como globos aerostáticos:


Acto seguido el parque vuelve a ofrecernos un pequeño cuello de botella en el que el tráfico vuelve a distribuirse únicamente por un solo vial de unos 10 metros de anchura. Preside este camino, a la izquierda, la escandalosamente bella Mumbo Jumbo, esa especie de spaguetti de vías y soportes que de repente contrasta con la simplicidad del cielo azul y que nos hace seguir sus enloquecidos vagones de un extremo al otro:


Habrá tiempo para hablar de ella más adelante, en una entrada exclusiva donde os la comentaré, tramo por tramo, para que entendáis porqué Mumbo Jumbo merece entrar en la galería de BGC Classics, así que continuamos la visita unas decenas de metros más allá.

Un aspecto del que no os he hablado todavía sobre Flamingo Land es del transporte. Pese a no ser un parque excesivamente grande tiene hasta 3 métodos de transporte que, por otra parte, suelen ser los 3 elegidos por la mayoría de parques.

Encontramos el People Mover (un monoraíl elevado a unos 6-7 metros de altura), Cable Car (un teleférico con sillas de 2-3 plazas mediante el cual podemos atravesar gran parte del parque en línea recta a una altura considerable y aprovechar para observar los animales que pueblan la mitad del recinto) y por último el mini-tren, que no recibe ningún nombre en particular, pero que nos puede completar una ruta circular por las áreas de The Lost Kingdom, Splosh! y Dino-Stone Park, facilitándonos 3 estaciones repartidas por todo el parque en total, una de las cuales la localizamos aquí, justo frente a la entrada de Mumbo Jumbo:


Si no hemos tomado el tren y continuamos a pie nuestra ruta, nos encontraremos en apenas una decena de metros con un muro de roca artificial de color amarillento, unas largas y esbeltas columnas de acero de color ocre y unos raíles azules. Se alza ante nosotros el bestial estandarte del parque desde hace 8 años, obra de la holandesa Vekoma y que recibe el exótico nombre de Kumali:


Kumali es una SLC que, sin embargo, no responde al layout conocido por la mayoría de entusiastas, no es tan compacta y ofrece una extensión de terreno, medidas y elementos que difieren mucho de lo que estamos acostumbrados a ver, es un modelo SLC (Standard  Suspended Looping Coaster) pero es la versión Shenlin, de la cual hay únicamente 2 credits en todo el mundo (uno en el Happy Valley de Beijing que ya tenía en mi poder y este):


La versión Shenlin responde a un orden muy específico y algo más estirado que evita, entre otras cosas, el dolor excesivo entre elementos, transiciones más suaves y adquirir una velocidad superior a lo normal. Tras un drop curvado y con peralte raso a nivel del suelo nos adentramos en un loop de 27 metros de altura, un cobra loop de 23 metros de altura y un zero-g estiradísimo de 17 metros de altura:


A partir de ahí volvemos a nivel del suelo para elvarnos en una gigantesca hélice que nos mostrará una gran panorámica del parque y nos embocará directamente a una recta de final brakes, un giro a derecha para pasar por otra recta de transfer (Kumali puede operar con 2 trenes) y una entrada con curva a derecha directamente a la estación.


Un layout tremendamente sencillo que nos será muy familiar si estamos acostumbrados a las multi-loopers de ArrowDynamics o de B&M (el triple combo loop+cobra+zero-g suele ser un clásico) y que poco más nos aportará más allá de las instantáneas 4,7 G's que nos ofrece el drop en su zona más baja. Los ortopédicos arneses de la vengativa Vekoma tampoco ayudan demasiado a valorar positivamente un crédito que se desvanece conforme nos alejamos de él y pierde protagonismo por completo.

Rumbo a la naturaleza

Ya con los vistosos colores de Kumali y las salvajes formas de Mumbo Jumbo nos habíamos adentrado en el mundo animal de The Lost Kingdom, la cuarta área temática del parque y quizás la más identificable de cuantas hemos visto hasta ahora, con clara inspiración africana en nomenclaturas y theming.

A través de un tranquilo sendero asfaltado en color tierra nos acercaremos a una zona boscosa a las puertas de la cual encontramos otra de esas rides que no pueden faltar jamás, un barco balanceante que aquí recibe el nombre de Voodoo y que presenta un aspecto muy cuidado en forma y colores, reminiscencia del conocido Kon-Tiki de PortAventura:


Con un ciclo irrisorio que apenas nos situará a 45 grados de inclinación respecto al suelo, Voodoo cae en la tristeza y nos ve partir en dirección a la "jungla" espesa que la vegetación inglesa puede aportar, rodeados de lagos con altas fuentes decorativas y... máquinas de refrescos y snacks por doquier:


Entramos de lleno en un área dedicada por completo a la fauna africana, conocida alrededor del mundo por sus mamíferos de grandes proporciones y peligrosa fama, además de por sus tintes verdes y azules tan característicos. Aquí localizaremos jirafas, búfalos, avestruces, cebras y, entre toda esta fauna, nos encontraremos con la desafiante The Lost River Ride:


Es decir, una de las splash rides más aburridas e insulsas que he podido catar jamás en los 80 parques que llevo visitados. Imaginad una barcaza enorme desplazándose alrededor de un canal con aguas poco movidas a una velocidad de... ¿2km/h? Vale, imaginad esta cantinela durante no menos de 10 minutos (con parada incluída en una especie de freno que nos permitirá fotografiar la nada y como mucho alguna cebra despistada en la lejanía). Tras esos interminables minutos encararemos un lift para adentrarnos en una zona indoor cubierta de chapa y vacía y varios minutos después caeremos por un drop de unos 12 metros de altura, frenándonos a unos 20 metros más allá y volviendo a la velocidad inicial:


Y eso es The Lost River Ride, un río tranquilo en el cual de repente han plantado un drop que te deja calado de arriba a abajo pero nada más, en absoluto. Un pequeño consejo, eso sí: por una extraña razón esta ride se llena muchísimo de gente a partir de mediodía, por lo que será mucho más placentero para vosotr@s intentar riddearla a media mañana cuando sí, la temperatura quizás no sea la idónea, pero por lo menos no os indignará hacer cola durante 15 o 20 minutos a algo tan absurdo como es este quiero y no puedo inglés:


Poco más tiene por ofrecer The Lost Kingdom más allá de la extensión de terreno de esta splash ride. Encontraréis algunos pasajes vallados donde podréis ver a pocas decenas de metros de distancia animales de origen salvaje:


Incluso alguna zona de picnic con paredes acristaladas donde podréis observar al detalle a los grandes felinos de la sabana africana:


Y muy poco más, realmente es lo que decía, un quiero y no puedo, una excusa de presupuesto bajo para intentar adentrarnos en una temática africana lejana que acaba siendo un safari de baratija con un par de rides de calibre bajo esperándonos. Alejad vuestras mentes del mejor theming y entretenimiento que hayáis visto pues no, The Lost Kingdom no os ofrecerá ninguno de esos dos ingredientes:


Me despido por hoy con una última fotografía de algo que sí me gusto y he intentado hacerlo patente: el uso de transportes variados para el público a través de un parque que en extensión tampoco es tan grande como parece. Me he encontrado con numerosos casos en el que el ejemplo es contrario: grandes extensiones de caminata en las que no hay apenas transporte y el visitante debe caminar durante largos momentos anodinos. En este caso Flamingo Land cubre a la perfección este sector, importante a la hora de diseñar cualquier parque de calidad que se precie.

*****

Y con el análisis de Riverside One y de The Lost Kingdom hacemos el aporte de dos áreas temáticas más al análisis general de Flamingo Land, próximo ya a su parte final en la que os aseguro que veréis un catálogo de flat rides bastante variado y nada despreciable.

Nos quedan pues por ver el área de Splosh! y Dino-Stone Park, amén de un buen puñado de detalles que se pueden localizar en esas mismas áreas y de otra entrada más dedicada por completo a la locura de S&S con la intrincada Mumbo Jumbo.

Y a vosotr@s, ¿qué os está pareciendo de momento este parque temático inglés?¿Le ofrecéis vuestro voto de confianza? Podéis usar el sistema de comentarios para dejar vuestra opinion o vuestras dudas que, encantadísimo, os trataré de responder.

Flamingo Land (parte 3)

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Como ya sabréis a estas alturas, durante esta calurosa semana de julio he decidido mostraros los detalles más intrincados de uno de los parques británicos más desconocidos en general (debido principalmente a la nada despreciable distancia que lo separa de la capital londinense y a lo difícil que se hace llegar a él en otro medio que no sea el automóvil).

Durante una primera y segunda entrada me encargué de analizar 4 de las 6 áreas temáticas que guarda el recinto (Metropolis, Seaside Adventure, Riverside One y The Lost Kingdom). Por si os asalta la duda o simplemente os queréis poner al día, os las enlazo a continuación:
Indicado esto hoy, en Bloggercoaster, me dispongo a emprender la tercera y última parte de este genial recorrido por el parque temático con más coasters de toda Inglaterra, focalizando la visita en las dos últimas áreas que nos quedan por ver: Splosh! y Dino-Stone Park.


Giros pasados por agua

Encontrarle el significado al nombre del área temática de Splosh! no tiene demasiado misterio: agua por doquier, una sensación de que el parque quiere refrescarnos y de que para ello usará la clásica escusa de introducir elementos piratas y caribeños. El problema es que ambos elementos, por alguna razón, escapan por completo a los designios de la difícil meteorología inglesa, por lo que se se hace imposible pensar en playas paradisiacas y mares azulados cuando tenemos todo el cielo encapotado en gris.

Aún así, adentrémonos en Splosh!

Lo primero que localizamos nada más entrar es una gran área encementada y repleta de tuberías, toboganes, colores llamativos y palmeras, una especie de zona kiddie del remoje donde llama la atención la presencia de un enorme galeón pirata varado en rocas y al cual podemos acceder a través de unas escaleras en sus laterales. Recibe el magistral nombre de Splish Splosh y este es su aspecto:


Frente al barco encontramos un ejemplo de cuán inadecuada puede llegar a ser una zona de cemento como esta, por mucho colorido que lleve, si la gente no está dispuesta a mojar su ropa. Vemos el desolador aspecto que presentaba la zona que, probablemente en un día plenamente soleado, mostraría grupos de niños bombardeándose con chorros de agua malintencionada:


Justo al llegar a este punto, situado en pleno centro de todo el parque, nos encontramos con una de las rides estrella no solo de Flamingo Land, sino de cualquier parque que se precie cuando llegan las temperaturas elevadas: la splash battle. En esta ocasión recibe el original apodo de Splash Battle (¡hurra!) y su facturación fue llevada a cabo en su momento por los italianos Preston & Barbieri:


La diferencia entre este modelo de splash battle y el modelo usado por Mack Rides (llamado de segunda o tercera generación) es que la "barca" discurre a través de raíles sinuosos y va motorizada, por lo que las velocidades son más controlables (se puede regular más la cantidad de ciclos por hora o el tiempo de recorrido, en función del attendance de ese día en el parque). Además el sistema de bombeo en las barcas es mucho más versátil, además de ofrecer una orientación frontal y trasera, a diferencia de las de Mack que es lateral:


Y la riddeamos, claro que sí. He de decir que salimos en un nivel ligeramente superior al empape total. Eramos algo así como esponjas llenas de agua, aunque por suerte el clima inglés nos fue favorable y a partir de aquí empezaron los claros de sol durante todo el día.

Como ocurre la mayoría de ocasiones, Flamingo Land sabe que de esta Splash Battle la gente sale chorreando, así que proporciona ventiladores de pago una flat ride espectacular que nos ayudará a secarnos rápidamente. Su nombre es Flip Flop, se sitúa sobre el agua de un pequeño lago central que ofrece el área y estos sus llamativos colores:


Flip Flop es un producto de la empresa italiana Fabbri bautizado con el nombre de top swing y que ofrece muchísima similitud (estética) con el famoso frisbee y giant frisbee de Huss ya que su naturaleza es pendular, con una góndola con capacidad para 30 personas. El problema viene cuando Flamingo Land, por alguna extraña razón, lanza los ciclos con la mitad de capacidad que la ride permite (15 personas por ciclo) y ralentiza mucho más su carga natural, ofreciendo una capacidad nula, unas colas ciertamente desagradables (estamos mojados, no lo olvidemos) y en general una degradación voluntaria de una ride que podría dar muchísimo más de sí:


Pese a todo Flip Flop se lleva el sello de aprobado, ofreciendo unas sensaciones de vértigo, una velocidad correcta y unos airtimes ciertamente demoledores. No obstante estamos hablando de llegar al lindar de las 5 G's, el techo legal en este tipo de rides. Saldréis agotad@s...

Nada más salir de Flip Flop nos encontramos con otra de esas incongruencias temáticas que uno no sabe demasiado bien cómo tomarse, de no ser porque el parque anteriormente ya nos hubiera presentado unas cuantas. Es un credit y se llama Zooom! (desconozco el porqué del nombre) y ofrece un aspecto tal que así:


Ocupando una extensión de terreno bastante respetable, sólo se me ocurre que la construcción de este credit, teniendo otras 3 kiddies en el parque, responde a los caprichos de una directiva ebria de poder y con ganas de invertir millones en un armatoste de acero con trenes suspendidos que apenas ofrece la sensación de volar 3 o 4 metros por encima del suelo, nada más:


Ni su temática tiene nada que ver con el lugar en el que está, ni su estilo vale realmente la pena para el espacio que ocupa, pero su nombre es Zooom! y es un credit más. Count it!

Rides y coasters prehistóricas

Tras semejante hachazo temático y estético, encarrilamos nuestra visita hacia un cambio de aires por completo, pese a que en ningún momento se especifica a nivel de terreno, es decir, de repente cambiaremos las tumbonas y las palmeras caribeñas por las enormes piedras y empalizadas de la era troglodita (de nuevo, un vistazo en el mapa del parque puede ayudar). Ahora nos encontramos ya en Dino-Stone Park, un área de reciente configuración por parte del parque y que nos traslada, como su nombre indica, a la era de los dinosaurios y la piedra, la prehistoria.

Y nada mejor para entrar en caliente ya que riddear una buena flat ride de las que te dejan la cabeza tibia y las orejas frías durante un buen rato. Su nombre aquí es Sky Flyer (¿?) y se trata del clásico doble martillo con inversión que cada vez es más difícil de ver en parques de atracciones y temáticos, aunque todavía suele ser bastante corriente en ferias, por ejemplo:


De nuevo, como ocurriese con Flip Flop, la maldición de una operativa ineficiente azota esta flat como si de un látigo de llamas se tratara: ciclos con una sola embarcación llena (la delantera). La góndola trasera está cerrada y precintada, por lo que en momentos de gran afluencia esta ride debe acumular unas colas importantes. Pese a todo un ciclo bastante amable con un único momento en el que la góndola permanece invertida y casi estática para luego bajar rápidamente. Nada del otro mundo:


Si hay algo que puede calmar unas mentes tan mareadas y vapuleadas por el vértigo (tras haber estado bocabajo una decena de veces en apenas un par de minutos) eso es, efectivamente, una kiddie coaster. Flamingo Land lo sabe y por ello nos ofreció en bandeja, tras la deplorable Zooom! la no menos deplorable Dino Roller:


Sorprendentemente, me estoy dando cuenta de que Flamingo Land está resultando ser una especie de suburbio italiano pues el fabricante de semejante cucada es Cabazza Diego, empresa responsable de muchas otras coasters de este estilo. Lo que véis en las fotografías, lentitud, trenes estandar y poco más, aunque como ocurre siempre en los RCT, el hecho de riddear un credit así con tus amiguetes de turno convierte algo tan insulso en toda una experiencia de cachondeo y risas:


Sumado un número más en nuestra abultada lista de credits nefastos y olvidables, seguimos el recorrido por el parque, encontrándonos en apenas una decena de metros a la sombra de otro de esos elementos más simbólicos que emotivos. En esta ocasión se trata de una noria, pero como no podía ser de otra manera, no es la típica noria de parque de atracciones, sino una tematizada en carruajes cubiertos con vistosas lonas llamada Rotataur:


Y no nos alejamos demasiado porque unos metros más allá se extiende, cielo arriba, la segunda torre más alta del parque, visible también a cierta distancia y consistente en una star flyer al uso, solo que a diferencia de las star flyers que conocemos donde el eje de los columpios es el que gira y sube y baja alrededor de la torre (que en esta ocasión se eleva a unos 40 metros de altura) en esta ocasión lo que gira es toda la torre entera, desde la base. Recibe el (¡por fin!) acertado nombre de Pterodactyl y este es su imponente aspecto:


Realmente a simple vista puede colar como una star flyer al uso ya que el aspecto del mecanismo es muy similar, hay que ver la flat funcionando para darse cuenta de la curiosidad de el brazo rotatorio:


¿El fabricante? Vayan haciendo redoble de tambores porque sí, se trata de nuevo de un fabricante italiano llamado Soriani (y que sinceramente, tendré que investigar para conocer mejor, en alguna ocasión ya os he dicho que las flat rides no son lo mio).

El auténtico parque-saurus

Como os he indicado anteriormente, se nota (y mucho) que Dino-Stone Park es el área más joven y nueva del parque, la que ha recibido más cuidados en los últimos años (además de los añadidos que haya podido tener el parque tales como Mumbo Jumbo o Hero, claro).


En este área, de un aspecto tremendamente cuidado, limpio y estudiado, nos podemos encontrar con diversas rides de corte básicamente infantil o familiar, además de con un buen puñado de elementos temáticos, como una media docena de animatronics de dinosaurios de un realismo, sinceramente, muy logrado. Así luce por ejemplo el t-rex a ojos de los visitantes:


Localizamos en este lugar algo tan bien traido y original como Dino Dig, consistente en un recinto de libre acceso para los más pequeños en el que encontraremos una gran extensión de arena de playa, cubos, paletas y rastrillos y donde la misión de los más pequeños será encontrar bajo la arena diversos tesosoros pertenecientes a la remota época en la que nos encontramos:


Efectivamente, enterrados en la arena hay "huesos" que imitan esqueletos de dinosaurios:


Una manera muy simple y didáctica de inculcar el interés por la paleontología y la arqueología en los más pequeños de la familia y sin apenas invertir demasiado presupuesto en ello. Con acciones como esta es como los parques ganan enteros a menudo, no con atracciones mecánicas muchimillonarias.

También nos encontramos en este área con una de esas rides que, poco a poco, Zamperla ha conseguido introducir en todos y cada uno de los parques de Europa: las magic bikes, que aquí reciben el nombre de Cyclosaur:


Pero si hay alguien más protagonista del lugar (aparte de la altiva Pterodactyl) es el siguiente credit que el parque nos ofrece, uno que se suma a la larga lista de credits raros que ya atesora Flamingo Land y que no nos dejará indiferentes. Su nombre es Twistosaurus y su aspecto el siguiente:


Adivinad quién la ha fabricado... efectivamente: ¡Zamperla! De hecho es un modelo que viene colando desde 2011 a algunos discretos parques y posiblemente este ejemplo en Flamingo Land sea el más relevante hasta ahora. En base se trata de una spinning coaster (de hecho el modelo es junior spinning coaster) pero que ofrece una robustez en su armado y en su estructura que bien podría tratarse de una spinning adulta, adquiriendo en tramos el aspecto de las clásicas spinning de Maurer:


Pero nada más allá, esta spinning recibe la herencia de las twister de Reverchon (extendidas allá por donde busquemos) en unos trenes circulares con reparto de asientos en media luna (4 personas por tren) y un sencillo mecanismo de transporte mediante lift con ruedas motorizadas:


Lo demás es, según cómo esté repartido el peso en el tren, una auténtica orgía de vueltas y más vueltas donde vuestros cuerpos girarán decenas de veces sobre el eje del propio tren. Realmente se puede convertir en un credit muy machacón en este aspecto, pero a la vez terriblemente divertido si viajáis con amigos o conocidos:


Pese a todo, a Flamingo Land todavía le queda una carta más por tirar en esta extensa partida en la lucha por conseguir el mayor número de credits de Inglaterra. No es que sea la mejor carta, ni mucho menos es un as, pero señores y señoras con todos ustedes aquí tenemos Go Gator:


El último credit del parque que nos quedaba por encontrar, apartado de absolutamente todo y con un aspecto realmente enternecedor, esta sencillísima powered de Wisdom Rides (empresa norteamericana especializada en kiddies de este calibre) se presenta plantada en una extensión rodeada de cesped (aunque no siempre ha sido así) y únicamente permite ser riddeada por niños o, en su defecto, niños acompañados de un adulto. Las clásicas políticas restrictivas que jamás entenderé pero que, en esta ocasión, tampoco nos pusimos a discutir:


Con la llegada a Go Gator no solamente completamos la lista entera de credits del parque temático británico sino que también llegamos a las inmediaciones de Metropolis, el área temática con la que empezamos este completo viaje a través de Flamingo Land.

Atrás dejamos un buen puñado de rides, rincones y coasters que bien merecen una visita en alguna ocasión de nuestras vidas. Flamingo Land no resulta ser quizás el mejor de los parques que pisaremos jamás (de hecho ni se le acerca), posiblemente tampoco resulte ser el mejor de los parques temáticos de toda Inglaterra (competir contra Alton Towers o Chessington WoA se antoja difícil). Pero ahí está y lo importante es que con éxito, temporada tras temporada.

Un parque que levanta la cabeza y que sobrevive, comprando rides y coasters italianas (que todos sabemos por estos lares qué consecuencias puede traer consigo: presupuesto reducido, calidad más bien precaria, plastiquete y chapa, theming 0, etc.). Pero sobrevive y lo cierto es que lo hace MUY bien, para qué vamos a engañarnos.

*****

Y hasta aquí esta tercera y última parte del (creo que) completo análisis de Flamingo Land, al norte de Inglaterra. Vale la pena indicar que pese a que he analizado el parque en su vertiente más temática, también podemos encontrar, en forma de zoológico natural, 3 áreas temáticas más donde únicamente veremos recintos con animales y grandes extensiones de terreno vallado, por lo que la visita completa al parque se antoja difícil en una jornada únicamente (y por ello el parque ofrece alojamiento propio en forma de resort).

Nos quedará por ver una pequeña curiosidad en forma de Foto de la Semana y por último analizar la trepidante y enredada Mumbo Jumbo, algo que me encargaré de hacer en las siguientes entradas del blog.

Espero que este análisis os haya gustado y os haya animado a visitar el norte de Inglaterra para descubrir no solo parques como Flamingo Land, Lightwater Valley o Blackpool Pleasure Beach, sino también paisajes y entornos realmente bellos, con muchísimo encanto escondido esperando a ser descubierto por vosotr@s. ¿Os apetece una escapadita a esta zona?

La foto de la semana (#64)

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Las barreras electrificadas de Flamingo Land


La ruta del viajero por parques internacionales está llena de detalles. Hace apenas unos días, a través de uno de vuestros numerosos comentarios de entradas (de los cuales siempre os digo que estoy encantado de leerlos y contestarlos) os transmití que la esencia que yo me llevo a nivel personal cuando visito un parque no reside en ver o probar los armatostes mecánicos más enormes o espectaculares. O por lo menos no siempre. En ocasiones los parques tienen pequeños, diminutos rincones que pasan desapercibidos para el público general en los que un elemento de theming, un animatronic, una cueva o una ride incluso kiddie puede captar nuestra atención.

Lo que hoy os muestro en esta entrega de la Foto de la Semana pasa directamente a ese grupo de elementos.

Aquí podéis ver una barrera elecrificada situada en Flamingo Land, el parque británico del que estos días os he hablado en Bloggercoaster. Tiene un aspecto muy similar a las que podíamos ver en la producción cinematográfica de Jurassic Park (de hecho, para más inri, está situada en Dino-Stone Park, el área temática dedicada a la prehistoria y los dinosaurios) y de hecho hay detalles terriblemente similares como son las luces verdes y rojas (para indicar que hay electricidad en ese sector), las señales de peligro y las cuerdas horizontales tensas.

¿El secreto de esta poco significativa valla? Pues que en realidad camufla a la perfección los soportes de People Mover, el monoraíl panorámico del parque que discurre en este punto a unos 5 metros de altura por encima del suelo.

No se me podría haber ocurrido una manera más genial de camuflar un elemento visual tan poco agraciado como unos soportes de acero y una vía de tosco color metálico. Y la gracia está en que es un elemento no demasiado caro de crear y que no requiere de un trabajo artístico superior... pero a alguien, en algún momento, se le ocurrió que la idea podría funcionar.

Y lo cierto es que así es, de repente ves la valla, de repente ves la vía y de repente piensas: así es, es un simple monoraíl.

Vale la pena ir con mil ojos a cualquier parque, desde el más minúsculo al más gigantesco, nunca sabes dónde podrás encontrar estos deliciosos caramelos que algún día alguien, lleno de creatividad e ingenio, decidió colocar allí.

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Otras fotos de la semana:


Mumbo Jumbo (Flamingo Land)

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Ya está, ya tenemos Flamingo Land explorado de arriba a abajo. Ya hemos visto 6 de sus áreas temáticas (aquellas que incluyen rides, coasters, edificios de servicios y demás) y entre las cuales hemos descubierto algunos ases a tener en cuenta tales como Kumali, Velocity o Hero, pero la joya de la corona, aquella de la que más puede presumir actualmente el parque, la dejé medio apartada para dedicarle una entrada de análisis como valía la pena.

Nos tendremos que remontar a la pasada década para ver las andanzas de un estilo de coaster, de un modelo, de un fabricante y de un movimiento en general que fue protagonista durante poco más de 4 o 5 años pero que todavía hoy colea, amenazando con volver a convertirse en noticia de webs y foros especializados.

Hoy, en Bloggercoaster, os hablo de Mumbo Jumbo, la sorprendente y compacta coaster de Flamingo Land que, años atrás, llegó a ostentar polémica y récords mundiales a partes iguales.

Querer ser más, siendo menos

Los inicios de este proyecto se remontan lejos, nada más y nada menos que a medidados de la década pasada, cuando todo Reino Unido (en cuanto a parques se refiere) se sumía en una especie de vorágine por conseguir el mayor número de visitantes posibles a costa de grandes, costosas y complejas novedades en forma, la mayoría de ocasiones, de coasters de medidas vertiginosas o fabricantes de prestigio.

Por ello fue que Alton se equipó con Air y Rita, Thorpe Park con Colossus, Nemesis y Stealth o Chessington optó por Dragon's Fury. Lo dicho, Inglaterra se plagó, en un periodo de entre 5 y 6 años, de auténticas obras de ingeniería caras y muy atractivas para el gran público, además de hacerlo en parques que sabían muy bien cómo jugar semejante baza.


Flamingo Land conocía el sistema y en 2005 y 2006 plantó en el mismo parque dos grandes coasters que años después le dan todavía fama y protagonismo en el mapa inglés de parques temáticos o de atracciones: Velocity y Kumali. El hecho de que ambos credits fuesen de Vekoma no es simple casualidad ya que en esos años la empresa holandesa todavía disfrutaba de cierto privilegio en el panorama internacional y vendía como rosquillas su ya muy visto modelo SLC, amén de las invertigo y boomerang de turno.

Vista la racha en inversiones, tras un par de años el público volvió a clamar la adquisición de algún aparato espectacular por parte de Flamingo Land y los rumores de la adquisición de una woodie de Vekoma (algo excepcional pero sin duda existente, mirad sino Robin Hood en Walibi World/Holland) volvieron a sobrevolar el parque. Muchos de nosotros conocemos la psicología del aficionado británico a parques, que si ve que no plantan lo que desea en su parque lo clama con bravura hasta conseguirlo. Tanto fue así que incluso se inició una campaña por parte de algunas webs británicas para conseguir que el parque se pronunciase públicamente, a finales de 2008, para anunciar una gran novedad.



Pero no fue una woodie, ni fue de Vekoma, ni mucho menos fue "grande". En realidad la novedad que anunciaron en noviembre de 2008 era una coaster del modelo El Loco, de S&S Worldwide, un modelo desconocidísimo por entonces para el aficionado europeo y que ese mismo año había debutado en el norteamericano parque de Indiana Beach bajo el nombre de Steel Hawg.

Para más inri, el parque decidió bautizarla Mumbo Jumbo, en honor a una conocida expresión antigua inglesa que denota el esperpento y el casi ridículo del clásico "la mía es más grande", que conocemos por estas tierras. Es decir, Flamingo Land se reía de la situación de todos los parques presentando grandes proyectos de proporciones y números titánicos para ofrecer al público algo sencillo, compacto, barato pero muy, muy efectivo.



¿El gancho para vender Mumbo Jumbo al público? Su drop. Habiendo batido récord en 2008 con Steel Hawg, S&S se proponía aumentar la inclinación hasta unos mareantes 112º otorgando a la coaster, y por ende al parque, el Guiness World Record a la coaster con el drop más inclinado del mundo (récord que le fue robado poco tiempo después, en 2011, por una coaster de mismo modelo y fabricante en Fraispertuis City).



Sin querer tirar de grandes anuncios o proyectos Flamingo Land estuvo, de nuevo, en el mapa de novedades y consiguió estarlo (esta vez de manera algo desafortunada) cuando en 2010 la coaster sufrió una parada de tren debido a que el poncho que llevaba una viajera se quedó atascado con una de las ruedas de la coaster en un punto crucial en el que el tren atraviesa una inversión. No hubo que lamentar víctimas de ningún tipo y, como no hay mal que por bien no venga, la coaster volvió a convertirse en un "must see" para la mayoría de los aficionados británicos. Una de esas loterías que sólo te pueden tocar una vez...

Espagueti de acero

Como viene siendo ya una tradición, antes de empezar a hablar de este credit y a analizarlo elemento por elemento, os voy a colocar un pequeño vídeo con el point-of-view donde podréis observar el recorrido completo de esta intrincada maraña de acero retorcido, esta vez ofrecida por Ride Guide Group. Estad muy atentos porque dura un abrir y cerrar de ojos:


Tenemos una lenta y suave salida de la estación, una estación de medidas más bien discretas pero más que suficientes para albergar dos trenes completos de esta coaster (no olvidemos que cada tren tiene una corta extensión de 2 filas, por lo que la largura total apenas llega a los 3 metros).



Tras una pequeña curva a la derecha encaramos el prominente e inclinado lift a través del cual nos elevaremos a la altura de unos nada despreciables 30 metros en tan sólo 12 segundos.



Diminuta curva en S a la derecha y cerrada curva a la izquierda (sin peralte alguno) a la izquierda, viendo de manera panorámica gran parte del área de Riverside One, en este preciso instante estamos en el punto más alto de la coaster:


Rápidamente (y ligeramente frenados por un trim que ocupa la práctica totalidad de la curvatura del drop) pasaremos de estar horizontales a estar algunos grados por encima de la rectitud (112º, para ser exactos) y a ver bajo nosotros toda la estructura de acero de la coaster. Este punto dura apenas unas décimas de segundo, por lo que la desorientación espacial es prácticamente nula:



Descendemos rápidamente para soportar las 4G's positivas del valle del drop, encarando inmediatamente un tramo ascendente que va torciéndose a la izquierda hasta adentrarse en otra curva cerrada y sin peralte, similar a la que hubo tras el lift:



Tras una recta de unos 8 metros y previo paso por los MCBR de turno, observamos como el peralte se vuelve absolutamente loco y en vez de enderezarnos a la izquierda para afrontar una curva a la izquierda (como suele ser normal) el tren se inclina hacia la derecha... ¡pero la curva sigue siendo para la izquierda! Es el elemento conocido como peralte invertido y la sensación de aumento de fuerzas positivas y laterales se hace patente, aunque no de manera realmente escandalosa, cabe decir:



Afrontamos un pequeño encaje de peraltes para, esta vez sí, encarar una curva interior a izquierdas con el peralte correcto (y bastante cerrado, la verdad):



Y no podemos apenas tomar aire porque enseguida vendrá uno de los elementos protagonistas de esta espectacular y loca Mumbo Jumbo, un dive loop en que nos adentraremos de manera horizontal y que pasaremos a una velocidad lenta y casi inacabable, el punto donde en aquél lejano 2010 se quedó el tren atascado por culpa del poncho que os comenté antes:



Largo dive loop que nos llevará a poco menos de un metro de altura con respecto al suelo y que de nuevo se alzará a unos 8 metros de altura para pasar de nuevo por otra recta de MCBR. Curva con peralte interior a derecha y con una pequeña dosis descendente, por lo que el tren irá adquiriendo un poco más de velocidad (como si de una mini-hélice se tratara):



Y no nos entretengamos porque rápidamente deberemos afrontar el elemento más vertiginoso de todos (más todavía que el inclinado drop y que el agobiante dive loop, se trata de un in-line twist inclinado en el que la velocidad del tren será cada vez más y más rápida, a la vez que la proximidad con el suelo será constante. Es el punto más fotográfico de una coaster que se deja admirar por todas partes:



Tras volver a pasar a escasos centímetros del suelo y después de haber girado 360º por completo, entramos en el último elemento de la coaster, una pequeña pero matona curva horseshoe con un peralte bastante exagerado de algo más de 90 grados y que contrarrestará la velocidad adquirida por el tren en este punto:



Tras este elemento un pequeño valle que apenas roza la base de césped y una entrada directa en los final brakes, una recta de apenas 10 metros de longitud que nos frenará por completo hasta llegar de nuevo a la estación, esta vez para desalojar el tren y dejar entrar a nuevos y atrevidos pasajeros.

Algunos datos de interés...

  • Nombre: Mumbo Jumbo
  • Fabricante: S&S Worldwide
  • Parque: Flamingo Land (Yorkshire, Inglaterra)
  • Modelo: El Loco.
  • Longitud: 390 metros.
  • Altura máxima: 30 metros.
  • Velocidad máxima: 68 km/h.
  • Máximas G's: 4G
  • Presupuesto: 4 millones de libras (unos 5 millones de euros)
  • Recolocada: no.
  • Año de construcción: 2009
  • Colores: soportes rojo anaranjado, raíles negros, footers de cemento visto.
  • Attendance: 800 personas por hora.
  • Inauguración oficial: 4 de julio de 2009

Viscoso... ¡pero sabroso!

Seamos honestos, antes de afrontar este credit todo era desconfianza y la creencia de que podíamos tener ante nosotros a una auténtica máquina de destrozar cuellos, huesos, espaldas y cinturas. Pero la verdad sea dicha, quedamos todos bastante encantados con el resultado, tanto es así que en la clásica votación que se hace al salir de un parque, decidimos que Mumbo Jumbo había sido sin lugar a dudas la sorpresa del parque y de la jornada.


Puede ser que nuestra desconfianza partiera del hecho de no tener ninguna predecesora antes. Los modelos El Loco no abundan y, por lo tanto, para poder disfrutar uno en total esencia debíamos haber pisado antes tierras francesas o, por el contrario, cruzar el charco, así que las posibilidades de haber catado en alguna ocasión un credit de este calibre eran muy remotas.


La protección en los trenes nos puede engañar y mucho. Podemos creer que ese arnés cortado en dos piezas (una hombrera ajustable de altura y un lapbar de cintura) puede hacer que tanto nuestros hombros como nuestra cintura se vean afectados por traqueteos o cambios bruscos de vía. Pero el logro de Mumbo Jumbo es, sin lugar a dudas, el hecho de que la vía jamás traquetea o vira de manera inesperada, es un track puro y fino en el que las ruedas además discurren con mucha suavidad y que se completa sin notar ni un ápice de vibración en ningun tramo de su layout:


Únicamente hay un punto conflictivo en el que puede que nos llevemos un ligero toque por parte de la protección y es el más inesperado de todos: la salida de la curva horseshoe final, no se muy bien si es por el ajuste de la soldadura o por la inclinación de las vías, pero en ese punto el tren da un pequeño bote que hace que notemos en nuestros hombros la protección anaranjada.


Pero nada más allá. Fuera de estas pequeñas minucias Mumbo Jumbo resulta ser un credit limpio, muy ajustado y genialmente diseñado que nos proporcionará un (escueto) rato de diversión y risas y en el que podremos experimentar elementos bizarros y poco comunes como esa curva peraltada al revés, el in-line twist inclinado con cada vez más y más velocidad o ese drop que, para los que cargamos alguna eurofighter de Gerstlauer a las espaldas ya no significa demasiado, pero que siempre está bien redescubrir con cada uno de estos credits.

Una genial coster que ve quizás minada su expansión o su adquisición por parte de muchos otros parques en parte por sus enormes dimensiones de altura y en parte por su poco nivel de carga, que imposibilita la compra a parques con un nivel de attendance diario elevado.

*****

Mumbo Jumbo, el ejemplo perfeto de coaster cargada de prejuicios o de imágenes previas pero que, una vez probada, resulta ser una auténtica gozada y pasa a formar parte de ese tan buscado grupo de coasters llamadas "chuchería", en el que cada uno de sus especímenes resulta ser una auténtica adicción.

El ejemplo de una coaster adquirida de manera arriesgada (pensad que en su momento fue la primera de Europa, siendo ahora solo una de las dos que hay en el viejo continente) pero que tras una buena campaña, sin alarmas, sin rocambolescas publicidades erróneas, consiguió atraer y reflotar el attendance anual de un parque discreto en cifras como es Flamingo Land.

Una de esas tantas coasters que, creedme, recomendaría sin lugar a dudas a todos y cada uno de los parques que existen en la geografía de España en estos momentos. Un credit barato, sencillo, de medidas y elementos fáciles de publicitar y que puede poner a prueba a los más valientes visitantes. No convirtamos la escena en un reclamo de grandes monstruos de acero, no convirtamos esto en, como dicen los ingleses, un mumbo jumbo.

Bloggercoaster Museum (#7)

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7# El primer mapa del parque
(Parque de Atracciones de Madrid, 1969)

Cuando empecé a pensar en la creación de este museo, el que hoy nos trae una nueva pieza, me propuse como meta rescatar las piezas de coleccionista que pudiera encontrar no solo a nivel de mi ciudad actual (Barcelona), sino también piezas de parques relativamente cercanos a mi y de los que pudiera obtener algún tipo de distintivo histórico. Bajo esta premisa encontré, hace unas cuantas semanas, la nueva adquisición del Bloggercoaster Museum que hoy os traigo.

En este caso me he permitido el privilegio de enmarcar la pieza ya que, como en todo museo, merece una distinción por su valor y conservación posterior. Se trata de un mapa esquemático en blanco y negro perteneciente al año de apertura de Parque de Atracciones de Madrid, que data de 1969, su primera temporada:


Como podéis ver, nada tiene que ver con lo que hoy en día nos ofrece el parque en cuanto a colores, formas o estructura, pero sí que guarda cierta similitud en cuanto a la distribuición de elementos y rides (pese a que diría que hoy en día el parque conserva apenas un par como mucho).

Me he permitido la licencia de utilizar otras pequeñas piezas del mismo Bloggercoaster Museum para ilustrar un poco más la situación de Parque de Atracciones de Madrid entre 1969 y 1971, cuando la idea de poder disfrutar de un parque repleto de rides y coasters entusiasmaba a la capital española y hacía que sus avenidas y paseos se llenaran de nuevos entusiastas del ocio. Para ello voy a usar postales fotográficas en las cuales aparecen algunos de los puntos que hay en ese mismo mapa, el que se entregó a todo visitante durante aquél primer 1969.


En esta primera vemos una panorámica de la zona de las fuentes (en el mapa llamadas Cascadas) tomada desde el mítico Platillo Volante, desaparecido hace apenas unos años y símbolo inequívoco del parque durante 40 años:


Al fondo, a nuestra derecha, podemos visualizar la spin-ride Pulpo (de colores oscuros) y el recinto de El Jarama, que si no me equivoco albergaba una gran pista de bumper cars (coches de choque).

En la siguiente imagen podemos observar la estructura de la primera coaster que tuvo el parque, situada en el emplazamiento actual de Abismo y conocida por much@s madrileñ@s, la mítica 7 Picos:


Una de las 4 coasters de Schwarzkopf que pisaría el Parque de Atracciones de Madrid, un ejemplo muy claro del poderío alemán por aquella época.

La siguiente fotografía nos muestra el aspecto de Tele Combate, que actualmente conocemos en el mismo parque como Telesaurio (desconozco si es la misma ride recolocada o si hubo un desmantelamiento y una adquisición posterior):


Vemos al fondo también el edificio que albergaba Viaje Espacial, donde ahora encontramos el Cine 4-D y que era una dark ride inspirada en la temática espacial y de astronautas. Toda una joya que fue tristemente desmantelada con el paso del tiempo.

Y ya por último nos queda la última imagen, tomada en 1970 desde el anteriormente mencionado El Pulpo (que por el aspecto me recuerda a una troika de Huss, habría que corroborarlo):


Al fondo podemos admirar el imponente aspecto que ofrecía Platillo Volante, con un restaurante en servicio por entonces en su cumbre. En aquella época vemos también que el parque apenas presentaba vegetación y árboles, un clásico que denota la inmediata novedad de las instalaciones.

Como podéis observar a través del mapa del parque que he conseguido, la red de viales y calles del parque apenas se ha modificado con el paso del tiempo, amoldándose y acondicionándose eso sí a las distintas rides y coasters que han ido poblando el parque.


Pese a todo, la mayor sorpresa que me he llevado montando y recopilando información para esta entrada, es el hecho de que pese a contar con más de 40 años de antigüedad, la coaster operativa más antigua de Parque de Atracciones de Madrid sea actualmente Tornado, una invertida de Intamin que cuenta con "apenas" 15 años a sus espaldas.

Defiendo el hecho de que un parque tenga credits de calidad y de rabiosa actualidad, a la par que ofrezcan una seguridad digna de diploma, pero me pregunto ¿qué tipo de historia pretenderá defender un parque cuya coaster más antigua data prácticamente del siglo actual, más todavía teniendo en cuenta que por él han pasado (y dejado ir) la friolera de 4 Schwarzkopfs?

Aspectos técnicos/estéticos

  • Tipo de archivo: plano esquemático de distribución de edificios, rides y coasters de Parque de Atracciones de Madrid (B/N, impresión a una cara)
  • Medidas: 33x22cm
  • Fecha: 1969
  • Motivo: Parque de Atracciones de Madrid, Madrid.

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La foto de la semana (#65)

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El burro generoso de Europa Park


Desde que Walt Disney inventara su concepto de parque temático le llaman merchandising y, también desde entonces, es uno de los pilares básicos de la economía de un parque: los clásicos souvenirs del parque los que, previo pago de cifras en ocasiones escandalosas, nos llevamos a casa.

En este caso os traigo un souvenir muy baratito, uno de esos guiños que de vez en cuando se nos brinda como recuerdo y que podréis conseguir sin dificultad alguna si os interesa visitar Europa Park. Si os adentráis en la reformada área temática de Grimm's Enchanted Forest, donde se os relatan una veintena de cuentos clásicos de los famosos hermanos escritores, encontraréis en un rincón la cabeza de este simpático asno, bajo una señal de forja en la que podemos leer "Zum Störrischen Esel" (algo así como "el asno terco").

Al introducir 20 céntimos de euro en una ranura situada a su derecha, el asno levanta la cabeza y de su abierta boca sale disparada una pieza de plástico similar a esta:

El juego está en intentar atrapar la monedita antes de que caiga al suelo, aunque no os preocupéis, es un secreto que no demasiada gente conoce y por lo tanto siempre hay bastante espacio delante de este particular burrito terco.

Para verlo de una manera más gráfica he localizado a través del siempre omnipresente Youtube este vídeo donde aparece a la perfección el mecanismo y su resultado:


No es el único caso de asno que nos "regala" algo a cambio de una pequeña cifra de dinero (que suelen ser 10 o 20 céntimos). En el mismo parque alemán nos encontramos también un burrico que nos proporcionará tres monedas de chocolate recubiertas de un envoltorio dorado al precio de 50 céntimos de euro y no es una atracción aislada ya que en parques alemanes, holandeses o belgas suele ser tradicional encontrarlo, como protagonista de la fortuna y la terquedad.

Así pues en vuestra visita a Europa Park, si no sabéis muy bien qué souvenir escoger en todas las tiendas que el parque ofrece, si no os decidís por esta o aquella camiseta, un bolígrafo o un vaso, sin duda alguna pasaros por delante de Zum Störrischen Esel y a un módico precio obtendréis un souvenir único.

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Otras fotos de la semana:

4 años, 500 entradas

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Casi 1500 días, ahí es nada, esa es la edad que tiene en estos momentos Bloggercoaster, el blog que fue, es y será siempre el hogar de todos aquellos y aquellas park-freaks que busquen aquí lectura e información de la incesante actividad de parques de atracciones y temáticos en todo el mundo.

Aunque en realidad el aniversario del blog se ciñe al día 1 de julio de todos los años, este año he ido atrasando la entrada porque sí, el autobombo está bien, pero mejor está hablar de parques y analizar toooda la lista que nos queda por ver todavía (¡que se amontonan!).

Así que este año he preferido variar un poco la típica entrada y he decidido grabar un vídeo-vlog (ahora que llevan ya un tiempo de moda). Os recomiendo mucho que echéis un vistazo al vídeo, puede haber alguna que otra sorpresa oculta:


Y bien, como el título de esta entrada indica, ahora mismo amigo o amiga de Bloggercoaster estás leyendo la entrada número 500, un número redondísimo a la par de difícil de conseguir (no es que yo sea un crack de las matemáticas, pero me salen más de 100 entradas por año).

Después del pequeño bajón que tuvo el blog a principios de 2013, conseguí arrancar de nuevo el ritmo y en este 2014 se antoja imparable (de hecho ya he superado las 100 entradas en lo que llevamos de año). Además he intentado incrementar el análisis tanto de parques como de coasters y hemos dado la bienvenida a una nueva sección que hace las delicias de los amantes de los parques antiguos, un proyecto que en un futuro está llamado a convertirse en una realidad, el Bloggercoaster Museum.
Y en cuando a propósitos (los que os comenté a principios de año) pues voy tachando de la lista. De momento Alemania ya se hizo realidad en abril, Inglaterra fue conquistada en junio y recientemente la escapada a Francia aumentó considerablemente la lista de credits y parques con mi bandera personal. Pero queda mucho año por delante todavía y hay seguramente un par de localizaciones más a las que ir en breves... así que os recomiendo manteneros atentos al blog porque en cualquier momento os diré si me voy a alguna parte a la búsqueda de nuevos y curiosos parques.

En resumen, 4 años, 500 entradas y un saco enorme de anécdotas, experiencias, viajes, conocimientos y datos que nadie puede estar más orgulloso que yo de haber podido ir recopilando en esta discreta página, por vosotr@s y para vosotr@s.

¿Un año más?¿Una entrada más? ¡Contad con ello! Así como cuento con vuestra compañía, vuestros mensajes y vuestros ánimos, que siempre que me los facilitéis los recibiré con muchísimo entusiasmo.

Como dirían en Alton Towers: A MILLION OF THANKS!!!

Las noticias de julio

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¡Julio acabó! Los termómetros empiezan a subir cual espuma de vino de aguja, la ropa empieza a acortarse para poder salir a cualquier parte, las chancletas empiezan a ser las reinas de la pista en todas las calles y parece que tengamos cierta prisa por disfrutar, en mayor o menor medida, de unas justas y merecidas vacaciones.

Per aparte de toda esa ristra de topicazos veraniegos, julio es un mes relativamente importante en el mundo de los cazadores de notícias pues, como si del cuento del patito feo se tratase, los rumores y cuchicheos que han ido lanzándose por la red en los últimos meses empiezan a florecer y a convertirse en noticias sólidas y ratificadas por ruedas de prensa y presentaciones oficiales que las convierten en minas de información.

Pongámonos pues el traje de minero, tomad vuestro pico y cargad con vuestra pala porque nos adentraremos en una mina que a partir de julio empieza a convertirse en un trabajo muy serio. He seleccionado para vosotros las cuevas con más minerales preciosos o, lo que es lo mismo, las noticias más jugosas que hemos podido conocer durante estos últimos 31 días.

Thunderbird abre la nueva era B&M...

Era cuestión de paciencia, de tiempo, de espera y, como todo en esta vida, la espera ha valido la pena. Thunderbird es la nueva joya que los suizos B&M plantarán en el conocido parque norteamericano de Holiday World para este próximo año 2015 y en realidad esta noticia podría pasar algo desapercibida si no fuera porque se va a tratar de un nuevo modelo de coaster. Bueno, nuevo, lo que es nuevo, no sería... aunque en realidad sí que lo es... ehrrr... echad un vistazo a la nueva y prometedora Thunderbird:



Y ahora discutamos sobre lo "nuevo" que nos presenta la tradicional y prometedora empresa de origen suizo Bolliger & Mabillard. Casi 1 kilómetro de recorrido, una altura máxima de 42 metros, una velocidad máxima de 96 km/h y 4 inversiones en total. Todo esto no nos diría nada en absoluto si no fuera porque se trata de una launched wing coaster:


Sí, habéis leido bien, los buenos de B&M han decidido llevar un peldaño más arriba su última y rentable invención, convirtiéndola en el primer modelo launched de la compañía (con permiso de Incredible Hulk en Islands of Adventure, cuyo sistema es launched también, pero creedme si os digo que terriblemente más caro de construir que lo que será esta nueva joya naranja):



Thunderbird ofrecerá una temática inspirada en una especie de ave volando en mitad de una tormenta, tendrá un pequeño espacio para el theming (algo que es de agradecer, tratándose de un parque de atracciones en EEUU) y substituirá, seguramente con sobrada soltura, la chapuza monumental que en su día fue Pilgrims Plunge, un prototipo de Intamin que se ha hundido sin pena ni gloria en la más profunda oscuridad de la memoria colectiva.



Como me ocupé de decir en su día, B&M demuestra tener un nuevo as en la manga (pese a que en esta ocasión era un as que llevábamos esperando prácticamente una década entera) y parece ser que enseña los dientes ya, quiriendo decir a sus competidoras que el producto que se trae entre manos puede reportarle muy jugosos beneficios durante las próximas temporadas. ¡Preparen esos escudos!

... y Gardaland puede aprovecharlo

Ciertamente la sorpresa de Thunderbird nos ha cogido a todos por sorpresa pero, incluso tratándose de un proyecto totalmente novedoso se pueden ver ciertas fisuras en la estrategia empresarial de B&M que concuerdan con casos repetidos en el pasado. Y puede que Gardaland, con su anunciada novedad para 2015 y con una inversión que (palabras del parque) será la más importante hecha hasta el momento, sirva en bandeja de plata la estrategia clásica de la compañía suiza.

De momento la campaña ya ha comenzado (algo que por otra parte viene siendo normal en los proyectos de Merlin Entertainment) y el anuncio ficticio tiene este aspecto:


En esta ocasión el lema elegido por el equipo de marketing es Point of no Return, con un uso demasiado familiar del concepto esfera con flecha en el interior que ya pudimos ver, muchos años atrás, en la campaña de Oblivion en Alton Towers (Don't look down). Esto lo que ha hecho ha sido despertar la rumorología fácil, indicando que podría tratarse de una dive machine e incluso rumoreándose que vendría a ser el modelo lite usado en Heide Park con Krake. Pero si algo me ha enseñado Merlin Entertainment en todo este tiempo, es que a nivel de marketing suelen tener siempre la sartén por el mango, así que me reservo la opinión.



Lo que sí ha llegado a las inmediaciones del parque son las piezas, de un clarísimo color blanco tanto para raíles como para soportes, lo cual me desanima sobremanera sobretodo si tenemos en cuenta que el último proyecto de B&M facturado para Merlin ofrecía también unos colores blancos más que evidentes (Flug Der Dämonen, en Heide Park):



Sea como fuere, para el 40º aniversario de Gardaland el parque quiere estrenar algo impactante y a lo que ya está dedicando días de construcción desde hace un buen par de meses. Mi opinión es que la estrategia de B&M, la de presentar tímidamente un modelo con vistas a implantarlo masivamente en el segundo año de existencia, podría estar presente en este caso y podríamos tener inesperadamente un modelo similar a Thunderbird picando a nuestra italiana puerta. Habrá que estar atent@s a los próximos anuncios del parque.

Hansa Park se eleva en el aire

Pocas, muy pocas son las noticias o rumores que se van escapando de la flamante construcción que pretende revolucionar y colocar de nuevo Hansa Park en el punto de mira de los entusiastas europeos y, por extensión, de los mundiales, su tan cacareada Kärnan. La última novedad, por así decirlo, nos puede ayudar a comprender la extensión y, sobretodo, la altura que podrá alcanzar semejante mastodonte de acero cuya inauguración está prevista para la siguiente temporada, ojo al dato:



Esta grúa ha hecho acto de aparición en la última semana y completa una actualización en las ya avanzadas obras de cimentado y preparación de los puntos en los que irán localizados los distintos soportes de la revolucionaria hyper coaster que, no olvidemos, será una creación de la alemana Gerstlauer.

También a lo largo del parque han ido apareciendo distintos puntos en los que, presumiblemente, se irá construyendo cimentación o construcciones, una "flota" de puntitos de color rosa que alcanza ya el centenar y que se reparten por una basta superfície que ocupa varias áreas del parque temático del norte de alemania:



Por último entre la star flyer y Die Glocke (aquella especie de mini-frisbee en forma de campana) ha ido tomando forma la que, por lo visto, podría ser o bien la estación de la coaster o bien el elemento temático más singular de toda la construcción, una enorme torre medieval tematizada en piedra y que podría tener algo que ver con el lift o el drop de la misma coaster.

Todo sigue siendo misterio cuando, a poco más de medio año para su inauguración, todavía no hemos visto ningún artwork fiable, ni mucho menos un render, una animación o incluso un layout completo de la prometedora nueva adquisición de Hansa Park.

Tayto Park ganando enteros

Ya os hablé extensamente de este novísimo parque irlandés allá por los comienzos del año, cuando os comenté que el mismo parque (gestionado por una compañía de producción de snacks de patata, ojo) había hecho oficial que su gran inversión para 2015 sería una woodie de medidas importantes y con un presupuesto digno de gran parque europeo.



Pues bien, poco a poco se va sabiendo mucho más, el parque se ha encargado de hacer públicas varias imágenes en las que se puede ver, de manera clarísima, el layout final de la criatura, parida directamente por Gravity Group y que ofrece un aspecto un tanto tradicional, dadas las coasters que últimamente hemos visto producidas por esta compañía, sobretodo en China:



Todavía se desconoce nombre, medidas, fechas... pero el parque calienta poco a poco motores ofreciendo pequeños regalitos cada 3 o 4 semanas en forma de arte conceptual o, como en el caso de los planos, arte más bien técnico.

Un parque que hace apenas un mes estrenó para todos sus visitantes otra ride adrenalítica como es The Rotator, un giant frisbee con inversión de Mondial y que ofrece un intimidatorio aspecto:



Aunque con lo que llevamos de temporada 2014 el parque ha añadido ya a sus filas otras tantas rides de corte familiar o infantil. Una estrategia de inversión y crecimiento que, ciertamente, se verá impulsada con la posible inauguración en 2015 de la woodie de Gravity Group de la que probablemente dentro de poco tengamos mucha más información oficial.

La octava maravilla de Carowinds

La paranoia se ha desatado desde hace unos meses alrededor del conocido parque de atracciones norteamericano Carowinds. Si bien ya en 2013 el parque anunció una gran inversión dividida en 3 temporadas de más de 50 millones de dólares, parece que la maquinaria se ha puesto en marcha ya e inevitablemente, para 2015, tendremos una gran sorpresa por parte de este parque:



Rápidamente las mentes pensantes norteamericanas han empezado a conjeturar sobre la posibilidad de que la coaster ofrezca alguna cifra que ronde el número 8 en su resultado final y, si hablamos de una inversión multimillonaria, un casi seguro constructor como es la archiconocida B&M y un modelo rumoreado desde inicios de este año como es una giga-coaster, pocas posibilidades quedan a la imaginación.


El parque descubrió hace poco el nombre en clave "Fury 325" con el que es conocido el proyecto a nivel interno, por lo que la nueva bestia de Carowinds podría ofrecer 325 pies de altura (15 más que Millenium Force o 19 más que Leviathan, su antecesora en Canada's Wornderland), podría ser la octava con más velocidad del mundo (justo por encima de Leviathan) o la octava más larga del mundo (por delante de California Screamin', en Disneyland California Adventure Park.

Sea como sea, apuntad en vuestras agendas de park-freaks esta fecha: 21 de agosto de 2014. Será el día en el que Carowinds desvelará, de manera oficial, toda la parafernalia que rodeará a una de las coasters llamadas a ser la protagonista de la próxima temporada.

¿Cedar Point oscurecida por una dark ride?

Rougarou. Así de sencillo. Una simple palabra que trae de cabeza totalmente a todos los fanáticos (que se cuentan por millones) de la meca de los parques de atracciones: Cedar Point.

Pero ¿qué es Rougarou? Pues huele a dark ride, huele a que Cedar Point quiere seguir complementando su oferta y atractivos y, sobretodo, huele a un buen soplo de aire fresco a un parque que hoy en día contabiliza un total de 0 dark rides en su haber.

¿Las claves? Varias:
  • Jason McClure, el General Manager del parque, indicó que la nueva atracción de 2015 (confirmada ya por entonces) sería mayoritariamente teenager, con lo que ello conlleva (no familias, no niños).
  • El nombre"Rougarou" ha saltado a la palestra por haber sido una marca registrada recientemente por el parque.
  • Varios tweets de altos cargos del parque han podido dar pistas acerca de este original y afrancesado nombre, tweets como: "No tweetups today, kids. Working on a "verRrrry hard assignment"(remarcando extremadamente la letra R) o "Currently working diligently on 2015. Did I spel that right? More importantly, did I say it right..." (dando a entender que, como ya sabemos, el francés no vendría a ser un idioma demasiado dominado por los yankees).
  • Se dice, se comenta, que el enorme palacio de arcades del parque o el barco pirata que se localiza cercano a Raptor y a la entrada del parque (dominada por Gatekeeper), podría ser la localización de esta desconocida atRrrracción.
¿Podría ocupar este mítico espacio el nuevo proyecto de Cedar Point para 2015?

Le aporto mi granito propio de barrunte: pensad en una dark ride que recientemente ha abierto en tierras parisinas y que responde al nombre de Rrratatouille (guiño, guiño). Pensad en su nombre, en su idioma, en su R tan marcada. Ahora pensad en la última novedad de Canada's Wonderland (Wonder Mountain's Guardian), una mezcla de simulador, shooter y coaster indoor/outdoor en un parque que además pertenece también a Cedar Fair.

Añadidle una dosis de inversión multimillonaria made in Cedar Fair a cualquiera de estos dos proyectos, tened en cuenta los factores que arriba os he listado y... ¿bombazo?

*****

Entramos en la espiral que tanto nos gusta a todos los entusiastas y que representa el ecuador del verano, justo ese momento en el que, por lógica, los grandes proyectos empiezan a verse en forma de cimientos, fundaciones, piezas en aparcamientos o reveladores carteles o pancartas. Empezamos a sentir esa sensación de que los proyectos van a ir aflorando y de que, por fin, vamos a poder hacer un seguimiento "en bloque" de todo lo que nos espera el año siguiente.

Y todavía queda agosto y septiembre, los dos meses en los que presentamos la batalla más encarnizada de todas, cuando los dos gigantes de la industria norteamericana (Cedar Fair y Six Flags) muestran sus afiladas armas para 2015 y empiezan a batirse en duelo para demostrar quien es el "más" de la temporada.

Así pues esto no ha hecho más que empezar y preveo que la entrada sobre las noticias de agosto va a tener tanto o más jugo que esta (y ya de por sí esta ha dado para mucho).
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