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Dale al PLAY (#5) - Six Flags Magic Mountain A PRUEBA (parte 3)

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Como ya os dije en el último episodio que publiqué a principios de este mismo mes, en esta ocasión no me iba a hacer de rogar demasiado, por lo que me he puesto manos a la obra con la edición y montaje y aquí os traigo la tercera parte del particular examen que estamos realizando el señor Calle y un servidor a los credits que podemos encontrar en el archiconocido parque de atracciones de Six Flags Magic Mountain (la capital de las coasters!)

Por si queréis recuperar un poco el hilo de estos análisis, os dejo aquí los enlaces a las entradas que tienen la primera y segunda parte de esta serie:
Y si en el anterior episodio nos dedicamos a hablar de Tatsu y Ninja, en esta ocasión las candidatas a la perfección coasteril son Superman: Escape from Krypton y Gold Rusher! Aquí os dejo el vídeo, espero que os guste en esta ocasión tanto como en las anteriores:


Como siempre os digo, espero que os haya gustado el vídeo y que hayáis disfrutado tanto o más que nosotros cuando nos reunimos para hablar libremente de parques y coasters.

¿Cómo podéis mostrar vuestra opinión respecto al vídeo? ¡Muy fácil! Si ya sois miembros deYoutube es tan sencillo como darle al botoncito de LIKE (¡es gratis!). Si queréis mostrar vuestro punto de vista u opinión podéis dejar un comentario debajo del vídeo (¡también es gratis!). Y ya si queréis mostrar vuestra máxima gratitud y hacerme un poquito más feliz, podéis suscribiros al canal de Bloggercoaster en Youtube (¡increíblemente también es gratis!).

La foto de la semana (#73)

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La zona indoor de Nigloland
No es la primera ocasión en la que os hablo del tratamiento que hace un parque de atracciones o temático respecto a una zona indoor y la verdad es que es un tema del que creo que se debería hablar y teorizar más ya que hay una franja de parques (tanto en EEUU como en Europa) que deberían revisar las políticas de cobijo al cliente en caso de inclemencias meteorológicas adversas.

El caso es que la pequeña zona indoor de Nigloland tiene un toque especial que me dejó boquiabierto dada la excelente finalización del producto (no la espectacularidad, cuidado). En un espacio de 50 x 50 metros el parque nos ofrece varias alternativas de ocio lideradas por Bumper's Car, unos coches de choque kiddies con una pista de dimensiones francamente diminutas y que tienen toda la pinta de haber sido obra de Preston & Barbieri.

Más allá de la pista de vehículos eléctricos encontramos juegos de habilidad gestionados directamente por el visitante, como esta pista de carrera de caballos o las canastas de baloncesto colindantes:

Y en mitad de esta zona, a medio camino entre indoor y arcade, me encontré con una de esas máquinas que no sabría muy bien definir cuál es su función exacta o su atractivo, pero su existencia es digna de mención.

El mecanismo consiste en que tú pones una moneda de 1 euros (pongamos por ejemplo) y mediante un joystick puedes controlar el disparo de unas bolas que, en contacto con unas palanquitas moverán unos payasos en forma de títeres repartidos en el interior de la máquina. Dependiendo de qué payaso muevas, mayor puntuación en forma de tickets te llevas para luego cambiar por productos típicos de sala arcade:
Yo creo ya que a estas alturas ya no saben qué inventar para sacar el dinero del sufrido bolsillo de los padres.

Como el área indoor se encuentra situada justo en mitad del área temática de Village Rock'n Roll, como es lógico todo goza de un theming intensivo acerca de la temática estadounidense de los años 60, encontrándonos con objetos meramente decorativos como este sillón inspirado en las tapicerías y estructuras de las Harley Davidson (luces en reposabrazos incluídas):


Lo más curioso del tema es que podemos adquirir en la Pizza Factory, justo en el edificio de al lado, un aperitivo o un refresco y tomárnoslo sentados en las mesas que hay distribuidas alrededor de este Bumper's Car mientras observamos como los más pequeños de la familia disfrutan de su ciclo en estos coches de choque en miniatura:


La verdad es que fue uno de los rincones que más me gustó del todo parque (teniendo en cuenta su acometido y tamaño, sin fijarnos en que sea una gran ride o una zona de theming extenuante. Con pequeños detalles en la decoración, una buena selección de máquinas y distribución de elementos y una planificación de espacio adecuada, podemos conseguir un área indoor que en días de lluvia servirá para resguardar a los sufridos visitantes del parque. Y de paso, para que consuman unas cuantas monedas a favor del parque.

Muchos parques hoy en día deberían bajar de sus tronos y contemplar lo que realizan los más pequeños, se sorprenderían con algunas acciones eficientes de este estilo.

*****

Otras fotos de la semana:


Las noticias de marzo

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Nos movemos en una franja de tiempo (los meses de marzo y sobretodo abril) en la que los misterios dejan de serlo y se nos muestran, con cara y ojos, los proyectos que van a ocupar gran parte de las visitas de este mismo año e incluso del año siguiente.

Empiezan a desmontarse los andamios, las estructuras toman el aire a decenas de altura, el espacio se impregna de acero, madera y theming por partes iguales y los parques ultiman los últimos detalles para abrir sus puertas una temporada más, mostrando sus nuevos juguetes.

Dada la gran cantidad de material que vale la pena comentar hoy, en Bloggercoaster, os muestro lo más destacado y relevante de este cargado y provechoso mes de marzo que justo hemos dejado atrás hace tan solo unas horitas.


Tempesto se pone en pie

Ya lo he dicho en alguna ocasión: por mucho que intentes esconder un elefante en un garaje, será evidente que allí dentro hay un elefante escondido. Y justo eso es lo que ha ido ocurriendo durante los últimos meses en los que el premiado y vanagloriado Busch Gardens Williamsburg ha ido construyendo, con preocupante secretismo, la que será su arma para captar clientela durante este 2015, Tempesto:


Y de repente, en apenas unas semanas, todo está apunto (es esa extraña magia que esconde la mercadotecnia y el marketing en los parques norteamericanos). De repente tenemos un nombre oficial, un logo, una fecha de estreno, una historia y unos colores. Todo clarísimo, todo listo para vender:


Lo cierto es que la experiencia de Busch Gardens a la hora de generar la expectación es totalmente incuestionable. Se ha hablado de Tempesto desde mucho antes incluso de que empezasen las obras al pie del lift de Apollo's Chariot, así que supongo que una temporada más han sabido jugar su carta sabiamente y probablemente alcancen cifras un año más.


Sobre la idoneidad o no de este proyecto de Premier Rides, similar al que ya se ha levantado en otros parques como Holiday Park o Six Flags Discovery Kingdom (y cuidado porque ya lleva 5 vendidas en todo el mundo) os podré hablar mucho mejor en los siguientes meses, cuando con casi total probabilidad pueda probar de nuevo este mismo modelo en tierras norteamericanas y discernir sobre su perfección (o no).

Batman ya es 100% Vertical

Una de las cartas grandes o quizás más sorprendentes que desveló el pasado verano la compañía Six Flags fue el acuerdo con S&S Worlwide para estrenar un nuevo caramelito que, si la intuición coasteril no nos falla, podría convertirse en el clon perfecto para la temporada 2016 por parte de la compañía de las 6 banderas, me refiero a Batman: The Ride, que por sorprendente que parezca no se trata de otra adquisición en forma de inverted coaster a B&M:


En un sorprendente montaje que no ha llevado más de 2 semanas, Batman: The Ride ha vuelto a resultar uno de esos proyectos de construcción relativamente rápida una vez realizadas las labores de cimentación y estructura de terreno y este elemento, junto con el hecho de presentar un layout terriblemente compacto y fácil de adaptar a terrenos menos agradecidos, además de un presupuesto más bien discreto, hacen pensar que o bien Six Flags habría adquirido esa extraña licencia de explotación única que en anteriores ocasiones hemos comprobado con las dive machine por parte de Busch Gardens o las RMC por parte de la misma compañía de parques de atracciones o bien el año que viene los parques más modestos de EEUU pujarían alto por conseguir este nuevo prototipo en sus terrenos.


Sea como sea, cabe destacar la participación de RMC en la elaboración de los raíles (reconocibles ya que son prácticamente como vigas de acero soldadas y curvadas), una sinergia de negocio muy rentable para la compañía especializada en woodies y un barco de entrada a EEUU bastante atractivo para la renovada S&S Worldwide, centrada estos últimos años en el mercado oriental.

Cabe por ver si tras los testings y el consiguiente estreno esta sorprendente Batman resultará ser un éxito total u otro prototipo difícil de vender.

¡Intamin ha vuelto a Europa!

Sí señores y señoras. Por fin puedo comentar una noticia alentadora sobre el futuro de Intamin sin tener que suspirar por las grandes obras que la compañía de origen suizo construyó en un pasado, por fin podemos mirar hacia adelante y decir que hay por lo menos un gran proyecto de Intamin de cara a 2016.

Y no viene de cualquier parque (lo cual es un motivo de alegría más), sino que en esta ocasión es Phantasialand quien ha confiado en la empresa que trajo al mundo grandezas como Expedition GeForce o El Toro. La experiencia demuestra que la unión de Intamin y Phantasialand puede traer al mundo productos de calidad superior como anteriormente ha ocurrido con otros proyectos como Black Mamba (con B&M) o Colorado Adventure (con Vekoma) y lo cierto es que aunque hacía ya muchos meses que se hablaba de las obras que se estaban realizando en el parque (bajo el nombre de Klugheim), no ha sido hasta estas últimas semanas, cuando ciertos elementos de acero han surgido en el skyline del parque, cuando han saltado las alarmas de hype coasteril:


Poco se sabe más allá de la pura especulación acerca de este proyecto que, eso sí, está siendo seguido con lupa, movimiento a movimiento, por las webs de entusiastas alemanes y de Phantasialand en concreto, comunidades de fanáticos que hacía ya bastantes años que no tenían entre manos un proyecto "top" y que de repente se han encontrado con que su home-park está trabajando en ello despacio, pero con muy buena letra:


Lo que sí se sabe casi a ciencia cierta a día de hoy es que será una launched con muchos elementos indoor (se habla incluso de que toda ella lo sea, debido a las restricciones sonoras que sufre desde hace años Phantasialand) y que el toque de theming estará presente al máximo, posiblemente incluso con secciones similares a una dark ride (aunque no olvidemos que esto puede ser o muy espectacular o muy discreto, como la salida a zona de launch de BlueFire).


En todo caso el hecho de que Intamin vuelva a la carga y con un proyecto fuerte como este no hace más que llenarnos de alegría y de esperanza. Quizás el gigante suizo resurge de su letargo y nos sorprende próximamente con algún proyecto que supere sus propios límites...

Disneyland Shanghai en plena construcción

Momento ahora para desplazarse a miles de kilómetros de distancia, más allá de la vieja Europa, más allá de los revolucionarios EEUU, es momento de adentrarse en el espacio asiático, en la pista de pruebas de los constructores y empresas dedicadas al ocio. Es momento de hablar de China.

Y no lo haré con un proyecto cualquiera, sino con uno de los pesos pesados de estos últimos años, una inversión multimillonaria que constantemente ha traído cola por sus devenires en el diseño, concepción, inversión y construcción y que tiene a la comunidad de entusiastas totalmente intrigados sobre el futuro detallado del proyecto, me refiero a Disneyland Shanghai, parque que estuvo años atrás en la parrilla de presentaciones e inauguraciones para 2014, posteriormente sufrió varios retrasos hasta un ahora ya cercano 2016 y del cual se empieza a decir ya que hasta 2017 no podremos fiarnos 100% de una fecha de inauguración.


Pero el hecho de que sufra estos retrasos no quita que los trabajos en Pudong, el área cercana al aeropuerto de Shanghai, no dejen de ser exhaustivos y sin descanso para poder adelantar al máximo las labores y la posterior inauguración del que, dicen, podría ser el proyecto de Disney con más controversia e innovación de los últimos 20 años tras la construcción de Animal Kingdom.


Gracias al incombustible ThemeParkGuy y su genial web de seguimiento de obras (ThemeParkX) nos llegan espectaculares imágenes aéreas de la construcción de edificios y urbanización del parque en estos días:


Podemos ver emerger en el horizonte de Shanghai ya la estructura de construcción del castillo de Cenicienta (que rápidamente se convertirá en el más grande jamás elaborado por la compañía del ratoncito animado):


O los trabajos de theming y ambientación en una de las rides que tiempo atrás se comentó que conformaría el gran eje de majors (o también llamadas e-tickets en el mundillo de Disney) del parque, Pirates of the Caribbean, que como podemos ver conformará una dark-ride acuática indoor con elementos tan espectaculares como barcos pirata a escala real:


En definitiva, Disney ha lanzado el guante ya con la publicación sucesiva de estas fotografías y planta cara, de manera desafiante, al creciente mercado de parques temáticos y de atracciones cercano a la ciudad iluminada de Shanghai, un lugar al que tuve el privilegio hace un par de años de hacer una inolvidable visita y al que creo que pronto deberé programar algún viajecito para ponerme al día.

Kärnan: la bestia se revela

Llevo hablando de este extraño, desconocido y a la vez espectacular proyecto desde muchos meses atrás (de hecho, desde que Hansa Park declaró en un ya lejano 2013 su intención de construir este mastodonte de acero en los alrededores del parque). Y lo cierto es que conforme conocemos más detalles, más nos damos cuenta de la envergadura real de uno de los proyectos que sin duda llamarán más la atención en este 2015, hablo de Kärnan, una coaster de la cual estos días hemos podido ver (por fin) el layout completo, facilitado por el propio departamento de prensa del parque:


En él podemos por fin descubrir el que será el gran elemento tras el vertiginoso drop situado en el interior de la torre de cemento (torre que no olvidemos que rasca prácticamente los 80 metros de altura), una especie de mezcla entre un butterfly, un pseudo-loop y un cobra roll, pero que se queda a medio camino de estas tres inversiones y general un elemento de proporciones gigantesas en el aire, similar a un gran corazón anudado:


Tras esa gran mole de acero, el resto del layout se diluye en una sucesión de camelbacks y twisties que convertirán esta segunda mitad del proyecto en un terrain de dimensiones exageradísimas y que, para qué negarlo, otorgan un preocupante desequilibrio a la proporción de adrenalina del proyecto.

No me escondo a la hora de decir que este proyecto me atrae cada día menos, me parece cada vez más barroco y recargado y, sobretodo, inadecuado para un parque que hasta el momento se ha mostrado en la discreción y el saber hacer como es Hansa Park. Creo que en esta ocasión han querido pisar demasiado el acelerador para colocarse, con un récord de altura bastante absurdo, en una liga de competición en la que no tienen cabida a día de hoy como es la liga de los grandes parques y resorts.


Un parque debe forjarse a base de proyectos más o menos importantes, pero siempre siguiendo una clara línea distintiva de diseño y perfección (más todavía si estamos hablando de un parque 100% europeo). Si comenzamos a plantar gigantes de acero antiestéticos, pronto nos podremos comparar con los cementerios de acero que son algunos parques norteamericanos y perder por completo el distintivo temático que tanto nos ha diferenciado en las últimas décadas.

*****

Y hasta este punto llega esta extensa entrada de hoy, recopilando los proyectos más llamativos o quizás los que más se ocultan en las sombras, esperando sorprender a las masas de visitantes en un futuro de cara a esta temporada o la siguiente.

Como siempre ocurre, dejo guardados en un cajón del que no me olvido otros proyectos como la llamativa Impulse de Knoebels (a la que con suerte podré hincar el diente próximamente) o la sorprendente Junker que está montando estos días el conocido parque finlandés de Power Park, un proyecto de Gertslauer que absolutamente nadie creía podría llegar a las dimensiones que estos días hemos empezado a ver.

Y de nuevo he de lamentar el no poder dedicar gran parte de esta entrada a las numerosas y suculentas novedades que nos ha deparado este mes de marzo el rico y extenso panorama de parques españoles. Se que son tantas las noticias que rodean nuestra geografía que incluso dedicando una sola entrada no podría nombrarlas todas. Recordad eso sí añadir unas gotitas de ironía a vuestro café coasteril diario ;)

Recuerdos de China (parte 2)

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Es momento ahora de cerrar el álbum que dejamos abierto durante la última entrega de este repaso a las anécdotas vividas por el RollerCoaster Team durante el viaje de 2013 a tierras orientales y abrimos un nuevo volumen, un segundo libro, una segunda parte en la que repasaremos otro buen puñado de momentos que se quedaron grabados a fuego en nuestras mentes y que permanecerán ahí por el resto de nuestras vidas.

Gastronomía, paisajes, curiosidades, costumbres, gentes o contrastes, sea lo que fuera en su momento captó la atención de mi objetivo y decidí inmortalizarlo para, en un futuro como hoy, mostrároslo en forma de entrada nueva.

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, volvemos a impregnarnos del aroma de la moderna Shanghai a través de un nuevo episodio de anécdotas traídas directamente desde China.




Como creo que ya os he comentado en alguna ocasión y es algo que poco a poco va sabiéndose de modo general cuando hablamos de este país, China es un lugar con muchísima contaminación en el aire. Pero muchísima es muchísima, realmente.

De hecho una de las cosas que más os pueden chocar una vez lleguéis al país y empecéis a indagar en sus calles y sus gentes, es el hecho de que los chinos (y las chinas) estén todo el día escupiendo por la calle. Esta costumbre suele verse con muy malos ojos si tenemos el filtro occidental de costumbres activado, pero si algo también he dicho muchas veces es que cuando viajas a lugares tan distintos y lejanos hay que tener bien desactivado ese filtro para evitar caer en juicios absurdos.

¿Porqué escupen tanto? Sencillo: la contaminación que se respira en el aire es tal que si no despejas la garganta cada poco tiempo con bebidas o escupiendo, la saliva de la garganta acaba picándote y generando tos. Por eso es costumbre también que todos los chinos suelen llevar o tener cerca un gran bote o botella de té verde, para ir refrescando cada poco tiempo el gaznate.

Y de ahí que cuando uno pasee por las calles se les vea escupir de manera sonora constantemente. No es cuestión de buenos o malos modales, es una necesidad provocada por los altos índices de materiales tóxicos que pueblan los aires del país.

Prueba de ello es que la ciudad, por las mañanas nos recibía con una fina y ligera capa de niebla pero que jamás fue niebla (de hecho, viendo el tiempo, siempre marcaba un sol radiante) sino que se trata de la contaminación que las fábricas y minas han ido liberando por la noche (cuando visiblemente es menos alarmante la poca visibilidad del ambiente):


Si algo me chocó bastante de la cultura china, en especial de su gastronomía, es que pese a que la existencia de dulces sea generalizada (tratándose sobretodo de pastelitos fritos o cocidos o platitos con elemento de masa como protagonista) no existe una costumbre demasiado arraigada de algo que aquí es tan tradicional como desayunar.

Prueba de ello es que durante todas las jornadas me tuve que buscar un poco la vida para hacer el primer aperitivo del día y empezar a complementar de energía el organismo (algo que cuando la temperatura es de 32 grados, la humedad es aplastante y se visita uno o varios parques de atracciones, se agradece).

Así pues me resultó curioso el desayuno que tomé el día que pudimos visitar Jin Jiang Action Park, un menú consistente en una Pepsi china (vale la pena indicar que la sensación general que me llevé es de que en China es Pepsi quien tiene ganado terreno a Cocacola) y unos pastelillos de leche en forma de rollitos que estaban en un nivel de delicia superior:


Otro de los factores gastronómicos que me llamó bastante la atención, sobretodo en el ámbito de las luchas entre grandes marcas, fue el hecho de que en China la marca Lay's tiene el terreno ganado por completo a las archiconocidas Pringles. De hecho no recuerdo haber visto ningún bote de Pringles a la venta y, en su lugar, lo que uno podía encontrar de forma abundante en kioskos y tiendas de comida barata eran estas Lay's Stax, que creo que aquí se intentaron comercializar también sin demasiado éxito en su momento:


Otra de las aventuras que quise afrontar, sin salir del panorama culinario, fue la de probar una bebida de la cual no supiera absolutamente nada por su información. Así fue como cayó en mis manos esta lata de algo indescriptible, a medio camino entre el té verde y el regaliz, con un toque similar al Nestea pero mucho más fuerte de sabor y algo menos dulce:

Vale la pena fijarse en que aquí, al contrario de como ocurre en occidente, las latas no tienen una medida de 33cl, sino de 31 cl, algo más pequeñas de lo que estamos acostumbrar a ver por aquí. Un traguito menos.

En la siguiente fotografía hay dos aspectos que me gustaría resaltar. El primero y el más evidente es la ardua tarea de convertirse en el fotógrafo de cualquier grupo de viaje. Ello puede implicar documentar absolutamente cualquier momento del viaje en forma de instantáneas sacadas con las diversas cámaras que siempre llevo encima o, como en este caso, encargarme de sacar fotografías a los demás miembros para inmortalizar el paso por los parques (por cierto, no os imagináis lo tremendamente difícil que es sacar un Giant Inverted Boomerang de Vekoma estando a poco más de 20 metros de distancia), para muestra, un botón:


El otro aspecto quizás menos evidente de la fotografía es el edificio que sale al fondo, de cemento y con andamios de bambú. Como habréis podido notar en muchas ocasiones, en multitud de construcciones los andamiajes están hechos por completo de bambú, algo que pese a que pueda dar imagen de fragilidad, nada más lejos de la realidad, ofrece unas estructuras fiables y fuertes, flexibles a las inclemencias ya sean vientos o lluvias.

Siguiendo el concepto de la construcción, me llamó la atención el hecho de que en ese edificio invirtieron tan solo un par de horas de trabajo por la mañana pero había un grupo de unos 15 chinos trabajando duramente, a toda prisa. Os puedo jurar que acabaron el enladrillado de todo el techo del edificio en solo esas 2 horas entre todos. Unos cargaban ladrillos, otros cemento, otros mezclaban y otros colocaban. A mediodía no había ni rastro de chinos y el edificio había ganado un par de metros de altura de repente.

¡Más gastronomía! El día de visita a Jin Jiang Action Park fue de bastante provecho alimenticio ya que a mediodía decidí meterme, entre pecho y espalda, uno de los atrevimientos culinarios más bestias a los que he jugado en mi vida. Y ojo porque la primera impresión del siguiente plato puede ser chocante, pero os aseguro que estaba de vicio todo:


De izquierda a derecha encontramos estofado de pato, ternera marinada, callos de cerdo y en las esquinas una especie de huevos cocidos de color gris/morado que no se muy bien en qué radicaba el secreto de ese pigmento, pero estaban de auténtico vicio. Creo que pocas veces he disfrutado tanto como en esa ocasión de probar algo prácticamente a ciegas (porque como podréis imaginar, los menús de los platos estaban totalmente en chino).

El caso es que una vez visitado Jin Jiang Action Park, nos quedaban por delante unas 5 o 6 horas antes de que el sol empezase a desaparecer (o más bien antes de que el cielo contaminado empeciera a oscurecerse). Así que tras tomar una serie de referencias e indicaciones decidimos que era momento de dar un paso, un atrevimiento y desplazarnos a una distancia bastante lejana (unos 50 km), en la búsqueda de Fisherman Warf, un diminuto parque situado en una especie de playa y donde las rides y coasters estaban situadas encima mismo de la arena.

Aunque ya os hablé a fondo de este pintoresco parque, lo cierto es que Fisherman Warf presentó uno de los contrastes más fuertes que he visto jamás en parques. A pie de visitante encontramos una playa totalmente cerrada a la cual se accede pagando el precio de una entrada y en la cual encontrábamos, como en la fotografía, hileras de tómbolas y puestos de juegos de habilidad. Y tras esa hilera y como si hubieran aguantado el envite de los años, grandes pagodas de diversas decenas de metros de altura se hacían presentes a través de la fina capa de neblina que gobernaba los aires:


Lo cierto es que fuera de lo que pueda parecer, las pagodas no contenían en su interior templos ni edificios de culto, sino que varias de ellas albergaban "clubs" de fiesta (ya me entendéis).

La mejor parte de la escapadita al sur de la región (la zona de Fengxian) fue el retorno, ya que debimos regatear a un taxista pirata para que nos cobrara "solamente" 10€ en vez de los 15€ que nos quería cobrar inicialmente. El servicio de este taxista incluía ofrecernos tabaco (momento muy random del viaje), música ambiental totalmente desconocida y una conducción que ríete tu del estilo más gamberro del GTA V.

Regresando un poco a la estela del viaje, como ya os comenté en la entrada sobre los "fails" que vivimos en China, hubo un día en el que tuvimos que improvisar dada la cantidad de lluvia con la que nos encontramos en la ciudad y uno de los lugares que visitamos fue el Century Park, una extensión de pulmón verde en pleno centro de Shanghai y con elementos tan dispares en su arquitectura como esta enorme fuente ornamental:


Lo más curioso del tema es que como podéis observar, estaba señalizada y incluía un panel informativo en inglés, pero un inglés muy de Google Translator que apenas pude descifrar como algo así como la fuente ornamental más grande de Shanghai en su momento. Por lo visto el parque de Century Park fue, en sus primeros días de vida, algo así como un rincón para fardar por parte del ayuntamiento de tener el mejor y más avanzado parque con jardines del mundo.

Y sin alejarnos demasiado del Century Park, era muy curioso ver el contraste que ofrece el skyline de la ciudad en esta parte, donde podemos encontrar la tranquilidad y la paz de las aguas del inmenso lago central del parque, rodeado de arboledas y bellos jardines ornamentales, con la tecnología y arquitectura vanguardista de los edificios colindantes, altos rascacielos con oficinas y más parecidos a grandes naves espaciales que a edificios en sí:


A modo de curiosidad, el edificio que está más a la derecha y cuya punta culmina en una especie de peonza futurista, corresponde al Double Tree, un hotel de la cadena Hilton Hotels y cuya altura total supera los 200 metros, para que os hagáis una idea de las medidas del conjunto...

Como también os expliqué tiempo atrás, en aquella completa entrada sobre los fails de China, nuestro recorrido durante ese fatídico día en el que pusimos pie en los aledaños de Century Park, se completó a última hora de la tarde con la visita al mercado de las falsificaciones, situado justo en la parte delantera del Museo de la Ciencia de Shanghai, un edificio muy moderno, repleto de cristaleras y con una gigantesca esférica geodésica de cristal y acero en el centro de la estructura, un edificio realmente imponente, de nuevo más similar a una nave espacial antes de despegar que a un museo en sí:


Como también os expliqué por entonces, a media tarde teníamos ese punto extraño de hambre que es evidente como para hacer una merienda pero que no es tan abundante como para hacer una comida abundante, así que decidimos tomar una especie de tentempié por nuestra cuenta en uno de los numerosos restaurantes interiores de los que goza alguno de los pasillos del mercado de las falsificaciones (entre tienda de iPhones a 30€ y tienda de drones voladores a 20€).

En esta ocasión decidí optar por dos platos, uno de sobras conocido y uno de mis favoritos en la gastrnomía asiática en general, las giozas (empanadillas de carne con aderezo, cocidas y ligeramente fritas). El plato "raro" que completaba esta merienda abundante eran unos cacahuetes realmente extraños pero increíblemente buenos que ofrecían un aspecto exterior más oscuro de lo normal, brillantes, mojados y humeantes, servidos sobre una hoja verde:


En su interior se encontraban dos o tres cacahuetes cuyo color era exactamente este. Y no, no es la típica piel que recubre los cacahuetes que conocemos aquí, estos cacahuetes chinos NO tenían esa pielecita que se quita y en su lugar tenían este color granate terroso. Al tacto eran pringosos y con un aspecto como hervidos y su sabor era entre el dulce del recubrimiento que los pringaba y el ligero picante de su interior. Realmente toda una experiencia tan sencilla como comer unos simples cacahuetes:


Cuando la noche empezó a hacer acto de presencia decidimos desplazarnos al centro de negocios de Shanghai y recorrer las concurridas calles donde se alzan, como gigantes enormes, los rascacielos más altos del país. Allí encontramos el trío de ases por excelencia, justo frente a la Oriental Pearl Tower y por orden de izquierda a derecha vemos la  Shanghai World Financial Tower (492 metros y una distintiva forma similar a un abrechapas), en el centro la Jin Mao Tower (421 metros de altura) y a la derecha la Central Tower of Shanghai (632 metros, el edificio más alto de China y cuya construcción se estaba realizando en ese momento):


Dados los avisos que habíamos visto tiempo antes de programar el viaje sobre las largas colas de la Shanghai World Financial Tower, decidimos optar por la torre Jin Mao a un precio razonable de unos 8€ por acceder al piso más alto del edificio, que en la fotografía de aquí arriba se puede ver muy iluminado.

Tras una subida de apenas un minuto en la que nuestros oídos explotaron por presión, literalmente, se abrieron las puertas del ascensor y Shanghai se presentó bajo nuestros pies.

Si recordáis aquella detallada entrada sobre la Oriental Pearl Tower, recordaréis también las vertiginosas medidas que os comenté que tenía, pues mirad ahora qué "pequeña" parece respecto a nuestra altura en la cúspide de la Jin Mao Tower:


Y es que como cualquiera que haya subido a uno de estos bichos en plena noche sabrá, ver una gran ciudad desde estas alturas es un auténtico espectáculo visual repleto de iluminaciones y movimiento, algo todavía más potenciado si hablamos de Shanghai, una ciudad que recibe el apodo de "La ciudad de la luz" en la propia China:


Y tal y como os he dicho, a tan solo un centenar de metros de nuestra posición encontrábamos la construcción enfermiza de la Central Tower of Shanghai, un mastodonte de acero y cemento que alcanzaba ya en altura a la Jin Mao Tower y que un año después se culminaría su construcción con un total de 632 metros. Es realmente una ocasión única y que inflige mucho respeto ver un edificio así de gigantesco en plena construcción:

Respecto a la altura final de esta torre una vez finalizada su construcción, hace más o menos un año se hizo viral en Youtube un vídeo en el cual un par de atrevidos occidentales se colaban en las obras y accedían (no sin muchísimo esfuerzo y paciencia) a la zona más elevada de la cumbre, la enorme grúa que culminaba la azotea del edificio en ese momento y cuya altura total llegaba a los 650 metros. Aquí os dejo el vídeo para que os hagáis una idea:


Si os fijáis, al poner el vídeo en el minuto 1:45 veréis en un precioso plano general y erigiéndose sobre un manto de nubes la torre Jin Mao y el abrechapas de la Shanghai World Financial Tower, miniaturas al lado de la altura total de este coloso arquitectónico.

Un último apunte de vértigo gratuito corresponde a las vistas que había desde el interior de la Jin Mao Tower. Entre otras cosas, esta torre alberga un gran hotel en su interior, que a la vez es totalmente hueco como podréis comprobar y que en la base del hueco ofrece uno de los restaurantes más caros de la ciudad, el Latu Restaurant:


Y así, a casi 400 metros de altura por encima de la ciudad, se nos abrió el hambre definitiva y decidimos ir a la búsqueda de la super-cena de la jornada. Para ello nos desplazamos a uno de los barrios más cosmopolitas de la ciudad, el de Jing'an, donde también se encuentra una de las calles con más tiendas occidentales de lujo por metro cuadrado, la Wujian Road. Allí nos animamos a comer en un restaurante llamado Ramenplay y donde, como su nombre indica, la especialidad es el Ramen, así como las sopas y los platos con arroces y pasta oriental. En mi caso me pedí un menú a base de arroz, verduras, pollo marinado y un pequeño bol de sopa de verdura y acompañado por una exclusiva CocaCola 100% china:


Sin movernos demasiado del centro hubo una de las noches en la que, paseando por el mirador de The Bund (una balconada larguísima que bordea uno de los laterales del río Huangpu) nos cruzamos con un simpático grupito de jóvenes chinos que quisieron sacarse unas cuantas fotografías con nosotros. Ya os expliqué hace un tiempo que el mito de las fotos es real, una vez llegas allí y dependiendo de la rareza de tu físico, rápidamente te sentirás observado, fotografiado o incluso parado para hacer una fotografía de recuerdo. En este caso aproveché para sacar una especie de auto-foto, algo realmente difícil si tenemos en cuenta que usaba la cámara reflex:


Y ya que en la siguiente parte de este alternativo paseo turístico por China nos despegaremos definitivamente de Shanghai para recorrer parte de la geografía más interior del país (y sus parques), no quiero desaprovechar la oportunidad de nombrar otra de las cenas que hicimos en la ciudad donde estuvimos un total de 4 días y posiblemente una de las mejores cenas de mi vida, por precaria que parezca.

Echad un vistazo a esta fotografía:


Mesa diminuta, taburetes diminutos y a tan solo unos metros del "cocinero" y su carretilla donde minutos antes se estaban calentando los fideos con carne que estaba ahora a punto de ingerior. Hay un detalle que nos dejó muy locos a la hora de tener en cuenta lo práctico de este tipo de comidas: no se ve muy bien, pero en el centro de la mesa hay un rollo de papel del WC que hace las veces de servilletas y, en su interior, un puñado de paquetes de palillos chinos. Una manera sencillísima a la vez que brillante para comprimir servilletas y cubiertos en un espacio diminuto.

Como no me cansaré de decir nunca, la variedad gastronómica de estos lugares era apabullante, pudiendo encontrar puestecitos donde por tan solo unos míseros céntimos podíamos adquirir pinchos o piezas fritas de carnes, verduras y demás especímenes pinchados. Todo un reclamo visual y olfativo muy difícil de dejar escapar en caso de que nuestro estómago esté ronroneando cual gatete:


Un aspecto que echo realmente mucho de menos de Shanghai y de China en general y que creo que deberíamos liberar mucho más en occidente y concretamente en España: la comida ambulante.

Estoy de acuerdo con vuestro pensamiento ahora mismo: "Pero Jivo, ¿cómo voy a comer algo que no sé ni cómo se ha cocinado ni siquiera qué es o si cumple con las normativas higiénicas?". Y mi respuesta a eso es: creedme, si se vende en la calle y lo compran docenas de personas en apenas minutos es porque 1) no mata a nadie y 2) está riquísimo.

Siempre he pensado que sería un gran salto gastronómico poder pasear por las calles de aquí (no las principales, sino todas) y comer unas albóndigas, una sepìa a la plancha o un bol de arroz a la cubana sin necesidad de entrar a un restaurante, esperar al camarero, sentar, que te sirvan, sobremesa, la cuenta y demás. Conseguimos algo parecido con las cadenas de comida rápida o take-away, pero hay un nivel superior por encima de eso y creo que en China se encuentra a la perfección en cualquier calle por donde paseemos en plena noche.

Dejo aquí, con esta pequeña reivindicación/reflexión personal, otro capítulo más de este particular paseo que estamos dando por la vida, cultura, gastronomía y curiosidades que nos encontramos durante el viaje en 2013 al lejano país de China. ¡En el siguiente, más material inédito y más recuerdos para atesorar!

Adentrándonos en Fantasiland (parte 1)

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Pero cómo, ¿un análsis de parque en pleno fin de semana? ¡Jivo se ha vuelto loco!

Tranquil@s, respirad hondo y seguid leyendo. No me he vuelto loco (por lo menos no demasiado), sino que he decidido dar carpetazo con esta doble entrada (la primera parte la publico hoy y la segunda será para mañana) a uno de los parques más simples y paupérrimos en los que he puesto pie en los últimos años.

Aunque como sabéis ya de sobra, existe en mi yo más crítico un rincón para el disfrute a base de parques de este tipo. Parques que no pretenden nada más allá de entretenerte durante un par de horitas y mostrarte un lado más desconocido de los recintos de ocio, parques en los que la caja a final del día se recuenta y no hay esa obsesión enfermiza por romper año tras año los objetivos de attendance.

Así que abrochaos los cinturones porque hoy en Bloggercoaster empieza un breve viaje a través Fantasiland, uno de los parques más remotos de la vecina Italia.


Bienvenidos al despropósito

Existen en todo el mundo un total de 3 Fantasiland, dos de ellos en Sudamérica (Guatemala y Colombia) y el tercero lo tenemos algo más cerca, se trata del de Lazio, en Italia, a escasos kilómetros de la archiconocida Roma.

Valga la pena puntualizar que el objetivo de la visita ese día, en un ya lejano 2012, fue el de visitar el parque de Zoomarine, del cual un día de estos quizás me anime a hacer también un pequeño análisis porque la verdad es que no fue un recinto demasiado difícil de visitar, más bien discreto en medidas e instalaciones. Pero en un estudio previo del terreno pude observar que a tan solo 3 kilómetros de Zoomarine podíamos encontrar un pequeñísimo parque llamado Fantasiland y que, listados en RCDB, podríamos encontrar al menos 2 credits en funcionamiento más un tercero en estado SBNO (standing but not operating, es decir, en pie pero no en funcionamiento).

Aquí podéis ver el mapa de la zona, con Zoomarine marcado en gris y con un marcador rojo la situación del nombrado Fantasiland:


Así pues, reservé unas cuantas horas de la tarde (habiendo visitado ya todo Zoomarine entero) y me decidí a recorrer esos 3 kilómetros a pie para llegar a las puertas del "prometedor"Fantasiland y así poder realizar ese combo de 2 parques en una jornada:


Efectivamente, en muchas ocasiones hemos iniciado el debate sobre las copias descaradas que se hace de los personajes de la factoría Disney en parques, sobretodo en cuanto a China se refiere, pero no hace falta ir tan lejos para encontrar un uso más bien indiscriminado de estas icónicas figuritas de la animación. El recinto de Fantasiland se encuentra a las afueras de una pequeña población costera llamada Torvaianica y debe ocupar una extensión cuadrada de unos 200 metros de ancho, es decir, es un parque muy pequeño y compacto, vallado en toda su extensión y con dos accesos frontales en forma de arcos como el que habéis visto arriba o este de aquí abajo custodiado por dos amiguitos que os pueden resultar familiares:


Pero no, no os escandalicéis, no son quien vosotros pensáis que son. En realidad se trata de Michaelo Ratto y Donatello el patito blanco, personajes que se crearon a mediados de los 70 para que las juventud... ¡qué demonios! Son Mickey y Donald amigos y amigas:


Ya solo con ver este panorama Fantasiland había ganado decenas de puntos en mi enfermizo subconsciente así que no pude esperar más para adentrarme en su interior. Un cartel colocado en ambas entradas nos indicaba el horario de apertura (horario intrincado y bastante complejo, para qué negarlo):


Nada más entrar podemos encontrarnos con una pequeña galería de puestos de tiro y habilidad (a modo de feria) además de una discreta sala con máquinas recreativas y arcades, además de, cómo no, la clásica Boca della Verittà:


Hay que dejar claro que Fantasiland es uno de esos parques de atracciones donde no se le cobra a uno por entrar al recinto en sí (de hecho podéis pasearos a vuestras anchas por el lugar) sino que el cobro viene dado en forma de tickets para poder acceder a las distintas rides y coasters que contiene el parque en sí. Un sistema que a priori puede parecer económico pero que, por experiencia, os aseguro que suele salir más caro de lo normal ya que los accesos a las rides tenían un rango de entre 2 y 5 euros por ciclo. Por suerte en mi visita no tuve que gastar demasiado ya que únicamente probé 3 elementos (los dos credits disponibles y una ride a la que ya llegaremos).

Comienza el desfile de rides

Fantasiland no es un parque en absoluto pretencioso, al contrario, el catálogo de rides que localizaremos en su interior está bastante visto, aunque sí vale la pena indicar que encontraremos alguna que otra rareza (y de ahí que me haya decidido a escribir este análisis también).

Podremos encontrar, entre otras, una ride de paseo en tren que vendría a ser una galería de monstruosidades temáticas ya que la estación de carga son 3 carpas que quieren imitar al circo, el tren está cubierto de colores vivos y moldes prefabricados de fibra de vidrio y alrededor del paseo que daremos por los raíles encontramos... bueno... encontramos un caballo de fibra también:


Nos tomamos también con con una pequeña pista de motos alimentadas con gasolina llamada Baby Cars (si os fijáis, a la derecha en la fotografía veréis una de las múltiples máquinas repartidas por todo el parque donde podemos adquirir los tickets de acceso a las rides):


Nos topamos también con esta spin-ride que no vendría a ser una extraña para los que estamos acostumbrados a visitar parques de atracciones de menor calibre por toda Europa ya que se suele encontrar con facilidad, son los clásicos payasos voladores:


En la zona central del parque nos topamos también con estas colchonetas o camas elásticas (llamadlas como queráis) que en Fantasiland reciben el nombre de Jumping, con una cartelería que bien podría transportarnos a los parques de atracciones de los años 70...:


Pero aunque pueda parecer que Fantasilandúnicamente se trata de una unión de rides puestas unas al lado de las otras (que para qué lo vamos a negar, en su mayoría es así) también encontramos algunas zonas que se alejan un poco de esa imagen y donde podemos sentarnos tranquilamente a tomar un refresco, cobijados bajo una elegante pérgola y rodeados de bonitos almendros floridos:


Los más atentos al blog recordaréis que ya tiempo atrás dediqué una entrada de la Foto de la Semana a una de las extrañas rides que localicé en este diminuto parque italiano, concretamente os hablo de Giriuss, una especie de versión moderna de los antiguos anillos mecánicos giratorios:


Pero no es esta curiosa Giriuss la única ride más o menos extraña que encontramos en el recinto, sino que justo a apenas unos 20 metros, nos topamos con esta curiosa Sky Glider:


El funcionamiento es muy básico, a medio camino entre un crazy bus, unas magic bikes y un barco balanceante, nos situaremos en el interior de una de las dos góndolas que tiene la ride e iremos controlando en el interior el balanceo constante a través del pedaleo (es decir, la velocidad que aplicará el motor mediante nuestras órdenes). No os asustéis, si llegamos a la parte alta de la ride las góndolas no giran sobre su propio eje así que en todo momento están situadas en posición horizontal:


No me quiero mojar mucho realmente ya que desconozco quién es el fabricante de semejante artilugio. Zamperla por lo menos no lo tiene indexado en su catálogo (aunque la estructura de las góndolas nos pueda despistar) por lo que mis apuestas iban por SBF Rides (italiana también), pero tampoco localizo esta ride en su página web, así que mi apuesta más clara es por alguna compañía italiana, eso sí, pero de origen desconocido.

Aquí llega el Bassotto

Vista ya esta primera tanda de rides (llegarán algunas más a lo largo de la segunda parte del recorrido, no os preocupéis), es momento de encontrarnos con uno de los dos credits que tiene el parque en su interior. No son grandes credits, tampoco os vayáis a crear grandes expectativas, aunque bueno, imagino que durante la lectura de esta entrada ya habíais dado por hecho que sería así.

Dicho esto pues, el primero de estos credits es Bassotto, una wacky worm/big apple de fabricante desconocido (aunque me jugaría la mano a que se trata de algún fabricante italiano) cuyo theming difiere ligeramente del que solemos encontrar en la mayoría de estos especímenes:


La estructura es muy sencilla, aunque guarda la particularidad de que se trata de un modelo altamente portátil, sin anclajes ni cimientos, por lo que da para pensar que antes de encontrarse en este lugar esta coaster ya había estado dando vueltas quizás por ferias o otros pequeños parques años atrás:


Como decía, la particularidad de esta coaster es su escaso pero único theming. El nombre de Bassotto vendría a ser algo así como "la comida del perro" y siendo así encontramos un morro de tren que se aleja por completo de los clásicos gusanitos sonrientes, en esta ocasión es un perro triste porque le han atado la boca para evitar morder. Aunque también podría tratarse de un perro con un flemón de campeonato, una de dos:


Sobre el layout de una big apple tampoco vamos a hacer un doctorado, de hecho ya os hablé años atrás de este mismo modelo fabricado por Pinfari de manera exhaustiva durante la década de los 80 y 90, pero bueno, ya sabéis, salida de la estación hacia la derecha, inicio de lift, salida a la derecha en el lift, recta de pequeñas colinas a una velocidad irrisoria, curva a la izquierda, drop de unos 4 metros de desnivel, curva a derecha y entrada de nuevo en estación:


En el caso de Bassoto hay pequeños ingredientes que distan de lo que podríamos llamar cierto estándar, como podría ser el hecho de que no haya manzana por la que atraviesa el tren y que suele ocupar varios pisos de altura, situada entre la recepción del drop y la salida del lift:


Y el hecho de que de los soportes de las dos curvas superiores del layout salgan una especie de altas farolas culminadas en esferas blancas que le añaden un poco más de presencia a la coaster, aunque no tengan nada que ver con la estructura en general;


Por todo lo demás, creo que ya he escrito mucho más de lo que se podría escribir acerca de uno de los credits más sencillos y extendidos que hay hoy en día en todo el mundo. De hecho se antoja difícil que exista un país donde no podamos encontrar por lo menos una de estas en algún rincón escondida.

*****

Y hasta aquí esta primera parte del micro-análisis de Fantasiland, este pintoresco a la par de diminuto parque de atracciones italiano que no llama quizás la atención por ninguna de sus instalaciones, no lo negaré, pero que sí vale la pena tener en cuenta como complemento si nos encontramos de visita en el parque de Zoomarine y nos sobran un par de horitas para ampliar un poco más nuestro currículum de credits.

Si visitamos únicamente Zoomarine nos podemos llevar 2 credits al bolsillo, en cambio si hacemos la combinación de Zoomarine + Fantasiland doblamos los credits y nos llevamos 4 coasters que bien pueden valer la pena por su variedad.

En la segunda parte que intentaré colgar mañana continuaremos viendo alguno de los ingredientes mágicos de este pequeño recinto de ocio, algunos de ellos realmente memorables, ya veréis.

Busch Gardens Tampa: Entrada

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Así es, tal como os he ido comentando estos últimos días, durante esta semana pasada he estado preparando con cariño y con esmero la publicación del que creo que será el primer GRAN análisis del año al que dedicaré prácticamente tres semanas enteras y en el cual vamos a ver un montón de material gráfico e información sobre Busch Gardens Tampa, uno de los buques insignia de la empresa SeaWorld Entertainment, propietaria también de otros tantos parques temáticos famosos alrededor de EEUU.

Como este gran parque de Florida comprende en su interior un buen puñado de áreas temáticas y en la cámara guardé más de 2000 fotografías, he decidido dividir este análisis a una entrada diaria y por área, así que iremos viéndolas todas poco a poco, intentando mostraros todos los detalles posibles que mi memoria, mi documentación y las fotografías me dejen.

Dicho esto y sin más dilación hoy, en Bloggercoaster, nos plantamos a las puertas de Busch Gardens Tampa para, a modo de pequeño aperitivo, empezar a ver cómo son los accesos al parque, la entrada y lo que nos podemos esperar si lo visitamos por primera ocasión.


Para llegar a Busch Gardens Tampa, de la misma manera que ocurre en un gran porcentaje de parques norteamericanos (por no decir todos), es casi absolutamente primordial tener y conducir un vehículo que nos permita acceder a los alrededores del parque. Pero no es obligatorio al 100% y, como demostré yo en su momento, llegar a las puertas de este paraíso tropical a pie es relativamente sencillo.

Busch Gardens Tampa, parque temático inaugurado en 1959 y llamado y rellamado mil veces con nombres tan variopintos como Africa o Dark Continent es la forma que tuvo la compañía Anheuser Busch a mediados del siglo pasado de acercar las culturas más tropicales, salvajes y lejanas a un por entonces norteamericano medio que apenas conocía este tipo de cultura y que se interesaba por descubrir mundo. El parque surgió por entonces enfocado a ser más una reserva natural que no un parque mixto entre temático y de atracciones como es hoy, pero su popularidad y la buena fama que conserva en el circuito de parques temáticos de EEUU hacen de este un punto obligatorio, no quizás por su calidad sino más bien por su fama:


Como os comentaba, no es que sea difícil llegar a las puertas del parque si vamos a pie, pero tampoco es fácil. Deberemos rodear los muros que separan el recinto del exterior y teniendo en cuenta la extensión de terreno que ocupa este es posible que nos tiremos entre 15 y 20 minutos andando a paso ligero hasta conseguir acceder a una de las esquinas del lugar, único punto de acceso al recinto.

Una vez entremos por esa esquina localizaremos un enorme aparcamiento de asfalto y cemento y una postal de bienvenida realmente golosa. A la derecha, sin ir más lejos, se erige altiva y desafiante la genial Montu, uno de los estandartes de calidad vs. intensidad que ofrece el parque:


Y tras haber recorrido el aparcamiento bajo el abrasador sol de Florida (y su no menos cansina humedad aplastante) nos encontraremos ahora ya sí las primeras formaciones de jardinería, temática y edificios de servicio que dan paso inevitablemente a los puestos de registro de seguridad, las taquillas y los tornos de entrada al parque propiamente dicho:


Nos saludará en los alrededores de las taquillas una genial escultura vegetal que representa un desafiante león y que observa, en la lejanía, las caprichosas formas de la torre de Cheetah Hunt, a la que tarde o temprano llegaremos a rendir tributo:


Como ocurre en muchísimos parques de Norteamérica el acceso al mismo se hace previo paso a un cordón de seguridad en el que se registran las bolsas y pertenencias de los visitantes, por lo que si lleváis bombas, armas o cualquier artilugio medieval podréis dejarlo aquí y continuar el resto de la jornada campando alegremente por el parque.

Las taquillas presentan cierta armonía visual con la temática reinante en la entrada, el estilo marroquí y del norte de África, con toldos de vistosos colores, edificios rematados en pinturas terrosas y el uso puntual de la oscura madera:


Una vez adquiridas nuestras entradas o pasando directamente por los tornos de acceso mediante los impresos de la compra hecha on-line (dependiendo del nivel de rapidez/comodidad que se ajuste mejor a vuestros bolsillos) estaremos listos ya para acceder a la primera área temática oficialmente hablando del parque, de la cual os hablaré más adelante: Morocco (Marruecos)

*****

Como podéis ver, entrada más bien sencilla y escueta, pero la punta del iceberg de algo realmente grande que se avecina y que me llevará personalmente muchas jornadas de trabajo intensivo y a vosotr@s probablemente muchas horas de entretenimiento, lectura y admiración de fotografías y vídeos.

La verdad es que pese a que este tipo de análisis me ofrecen más trabajo a la hora de escribir, montar y retocar, lo cierto es que es todo más tranquilo y ordenado si vamos hablando área por área del parque ya que Busch Gardens Tampa es un parque que tiene bastante por ofrecer, ya no solo a nivel de rides o coasters (que también) sino a nivel de especies animales, reservas y espacios temáticos diversos.

Así que os cito aquí mismo para mañana empezar a recorrer las primeras calles y senderos de un parque temático en el que vale la pena fijarse si estamos en los alrededores de Florida.

Busch Gardens Tampa: Morocco

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Segundo capítulo de nuestra completa ruta por el parque Busch Gardens Tampa en Florida, uno de los más reconocibles en la ruta parqueril por el sur de EEUU y donde podemos encontrar piezas más que valorables para el entusiasta más exigente.

Como recordaréis, ayer mismo empezamos con esta aventura por las distintas regiones y temáticas principalmente africanas, una pequeña lista previa de enlaces a las entradas publicadas y que os recordaré en cada nuevo episodio:
Dicho y recordado esto hoy, en Bloggercoaster, cruzamos los tornos de acceso al parque y nos impregnamos de lleno con la primera área temática del parque, un área cercana a nuestra geografía que fácilmente reconocible: Morocco.

Para seguir esa especie de norma no escrita que conservan prácticamente todos los parques temáticos del mundo, Busch Gardens Tampa tiene en Morocco su particular main street, ese elemento temático/comercial que sirve que transporte entre la banalidad y frialdad del "mundo real" y la introspección temática del mundo que nos quiera vender el parque, en esta ocasión una visita a las zonas más salvajes y exóticas de África.


En Busch Gardens Tampa el medio de transporte es Morocco, una zona geográfica que carece de fauna autóctona (por lo que no nos encontraremos con animales o recintos en su interior) y que explota más el ámbito del bazar y el mercado de marroquinería que sí podemos encontrar en zonas como Túnez o Rabat. Y qué mejor manera de ejemplificar este estilo comercial que plantando, nada más entrar (o nada más salir, según el sentido de nuestra visita) una gran tienda llamada Emporium, donde encontraremos todos los objetos de merchandising relacionados con el parque:


Pero como os comentaba, este área no solo concentra tiendas o edificios de servicio (atención al cliente, oficinas, cajeros, mascotas, etc.) sino que también podemos encontrar numerosos locales de restauración tales como el Sultan's Sweets, el Moroccan Delights o este tranquilo y relajado Zagora Café:


Como suele ocurrir con la mayoría de main streets también, Morocco es un área que gana muchos puntos por la noche, con una iluminación que se une a la música ambiental, el trajín de visitantes y, como es lógico, las tiendas y puestos donde poder hacer las compras de última hora:


Busch Gardens es en general una marca de parques que sabe explotar muy bien sus productos y os aseguro que absolutamente toda coaster/ride/animal del parque tiene  una completa colección de tazas, camisetas, marcos para fotografías, gorras o material de recuerdo que se precie:


Y pese a que sí, los precios de los materiales no es que sean demasiado populares (de hecho hay muchos de ellos prohibitivos) algo que sí me parece acertado es exponer material de temporadas anteriores con reducciones de precio que oscilan desde el 20 hasta el 80%, reducciones que vale mucho la pena tener en cuenta si queremos acaparar material en abundancia de un solo parque.

Una "des-Gwazi-a" de woodie

Tras este lamentable chiste improvisado, sí amigos, rompiendo un poco con los típicos esquemos de las main streets americanas, una vez avanzamos por el interior de las estrellas calles de Morocco el espacio se abre ante nosotros y empieza un sendero de unos 20 metros de anchura a través del cual iremos localizando diferentes elementos de jardinería o, como en este caso, una gigantesca woodie dueling raccer de GCI conocida por todo entusiasta que se precie y bautizada como Gwazi:


Vale la pena recordaros en este punto que, como los más veteranos del lugar sabréis, el viaje que incluyó la visita a Busch Gardens Tampa lo realicé a finales de 2013, por lo que por entonces sí que se cernían sobre Gwazi un sinfín de rumores sobre su posible futuro, pero hasta ese momento eran tan solo rumores. Hoy en día sabemos que el parque ha cerrado Gwazi desde hace unos meses y que es más que probable que en su lugar podamos encontrar un genial trabajo de RMC para 2016 o bien una demolición sin piedad para dar paso a una gran novedad.


Sea como sea, Gwazi era una mala, muy mala woodie, con una idea genial en su concepción (track amarillo = Lion, track azul = Tiger), un recorrido bastante completo en ambos tracks (aunque hay que recordar que desde 2012 el concepto dueling racer dejó de serlo para usar únicamente un solo recorrido) y con un mantenimiento difícil y mermado por las condiciones climatológicas de la zona de Florida, una humedad aplastante unida a un sol matador la mayoría del año hacen que la madera se reseque una barbaridad, motivo por el cual actualmente sólo permanece una woodie en toda Florida (White Lightning en Fun Spot America) y esta no es una woodie normal y corriente ya que cuenta con gran parte de su soportado a base de acero, no de madera:


Sobre el layout del track que quedaba disponible en 2013 (Lion) he de decir a su favor que contaba con muchísimo dinamismo de curvas y una gran gestión de desniveles de altura, pero en su contra se barajaban las cartas de la fatal gestión de sus velocidades, provocado principalmente por el hecho de que todos los elementos del layout eran de medidas gigantescas, lo que hacía que el tren perdiera gran parte de su velocidad en recorrer largas extensiones de vía. Eso además facilitaba el ingrediente más fatídico de esta coaster: su vibración excesiva. Imaginaros cómo sería la cosa que ni siquiera añadiendo los comodísimos Millenium Flyers de GCI (sustituyéndolos por los PTC que tenía desde su inauguración allá por el 99) se mejoró ni un ápice de esa incomodidad.

Echad un vistazo sino al aspecto que presentaban las dolorosas vías de esta woodie durante mi visita. Hierro oxidado, madera desteñida y en general la sesación de que el dolor se encontraba en cada metro de ese track:


¿Qué más decir de Gwazi? La verdad es que me apenó mucho ver un layout con tantísimas posibilidades pero ahogado por completo por la codicia de un parque que en su día quiso sentar las bases del gigantismo y lo hizo de mala manera. Probablemente GCI cometió en este proyecto muchísimos de los errores que solventó justo un año después con la construcción de la majestuosa Lightning Racer de Hersheypark, una auténtica masterpiece de las woodies que todavía hoy en día conserva su gloriosa estampa.

Hecho este particular homenaje a la montaña de madera y dolor a partes iguales, al salir de la misma nos encontrábamos todavía por aquella época con la Gwazi Gift Shop (y hay que recalcar que la cantidad de merchandising que podíamos encontrar por entonces ya era muy pequeña, siendo prácticamente una tienda de enseres típicos para visitantes de parques (gorros, gafas, cremas solares, bebidas refill, etc);


También quiero destacar en este punto que Busch Gardens Tampa sigue una política bastante conflictiva en cuanto a la custodia o guardado de enseres personales a la hora de riddear algunas de sus mayores coasters/rides (y esto es algo que pude comprobar también en SeaWorld Orlando). En las majors es obligatorio, por parte del parque, el guardar tu bolsa/mochila/gorra en las taquillas que el propio parque dispone para el visitante junto a la entrada de la major/coaster en cuestión.

El problema es que esas taquillas son de pago, por lo que se pierde un dolar por un triste ciclo de coaster y ese dolar NO se recupera. ¿Mi consejo? Si invertís un dolar en una coaster y veis que la cola es pequeña o inexistente (como fue el caso durante mi visita), aprovechad para hacer un par de ciclos y dar por probado el credit en sí.

Dicho esto, hay algo con lo que me he dado cuenta revisando las fotografías e instalaciones que Morocco disponía para el visitante durante mi viaje y es el hecho de que el borrado del mapa de Gwazi era más inminente de lo que pensaba. Ya de por sí en aquél momento la presencia de semejante mole de madera pero con un silencio aterrador (ya que los ciclos no es que fueran demasiado continuos) presagiaba mal augurio para el proyecto, pero había un componente más que se me pasó por alto: Busch Gardens Tampa había instalado, en los alrededores de Gwazi, varias rides y zonas de juego que probablemente absorberán el "impacto" de perder a su gran major insignia de cara a esta temporada de 2015.

Una de esas rides, una zamperlada totalmente provisional y previsiblemente removible con el paso del tiempo fue Gwazi Gliders, una versión totalmente pelada y descafeinada de las magic bikes italianas, solo que cubriendo los techos con ala deltas rosados y anaranjados:


Justo a su lado nos topamos con Gwazi Soccer, un puesto donde poder conseguir elementos de merchandising relacionados con el fútbol (un deporte poco arraigado en la tradición yankee) y a su lado lo mismo pero con el inevitable basketball, algo que sí pude encontrar creo que en prácticamente todos los parques temáticos americanos (a excepción de Disney y Universal, donde rigen normas distintas):


Justo frente a estas dos áreas de juegos, rodeadas de grandes jardines con enorme vegetación y plantaciones de árboles realmente admirables, nos encontramos el último elemento distinguible de Morocco (poco relacionado ya con esta zona temática) y que recibía el nombre de Gwazi Climb, el clásico juego de la escalera de cuerda giratoria en la que habilidad y equilibrio se tienden la mano mutuamente y donde ganar un peluche de dimensiones colosales se convierte más bien en una desgracia más que en una bendición:


Con este último puesto nos despedimos de Morocco, una zona temática bastante sobria que evidencia la falta de una restauración e intensificación de temática a fondo, algo parecido a lo que el parque ha hecho ya esta última temporada con la transformación de Timbuktu en Pantopia.

Pondría la mano en el fuego a la hora de decir que la desmantelación de Gwazi se convertirá en la comidilla de este verano en todos los foros y webs especializadas. Y estoy casi seguro también de que Busch Gardens tiene entre manos, con un terreno tan grande y la experiencia exitosa de Cheetah Hunt, un macro-proyecto de cara a 2016-2017, quizás incluso una reconversión de toda el área en forma de zona temática con mayor valor estético y una gran coaster que sirva como enorme broche que relance el parque a la fama que le precede.

*****

Y hasta aquí este discreto y tranquilo paseo por el área de Morocco, una zona de acceso y salida del parque que se atrevió años atrás a innovar añadiendo una woodie como major de bienvenida (realmente todavía ahora me parece algo digno de admirar, la verdad sea dicha).

Como hemos podido ver, Gwazi se convierte prácticamente en la espina dorsal del 60% de esta zona, por lo que su inminente desaparición dará que hablar para decidir el futuro de una de las áreas más importantes para cualquier parque temático que se precie: la primera de todas.

Y recordad que si queréis estar al día en esta visita, podéis hacerlo echando un vistazo a los capítulos anteriores:

Busch Gardens Tampa: Bird Gardens

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Aquí nos encontramos todos y todas, alrededor de nuestra particular hoguera, preparad@s para iniciar una nueva travesía en formato digital a través de otra de las áreas temáticas que nos puede mostrar el parque Busch Gardens Tampa, en el oeste de Florida.

Como recordaréis, durante esta semana empezamos con esta aventura por las distintas regiones y temáticas principalmente africanas, una pequeña lista previa de enlaces a las entradas publicadas y que os recordaré en cada nuevo episodio:
Hecho el apunte hoy, en Bloggercoaster, pasaremos a través de una de las áreas más pequeñas y posiblemente olvidadas del parque, pero muy necesaria a la hora de preservar el patrimonio de flora y fauna del parque: Bird Gardens.

Como os he comentado en la entradilla, Bird Gardens juega un papel francamente difícil para un parque enormemente comercial como es Busch Gardens Tampa, ya que debe lidiar con las demandas económicas típicas de una gran corporación, pero a la vez se encuentra con una reducida cantidad de posibilidades para ser explotada, como área temática, de cara al gran público.

En un parque de atracciones o temático normal y corriente esto se consigue con remaquillados, añadidos de potentes rides, vertiginosas coasters o temáticas que quiten el hipo, pero cuando el parque es un híbrido entre reserva zoológica y parque temático, las cosas se ponen francamente difíciles, pues hay que crear ecosistemas que no se vean jamás alterados por el ruido o el estrés que pueden provocar los grandes colosos de acero y madera del parque.


Así es pues como nos encontramos, de repente, en mitad de una gran plaza rodeada de vegetación, muchas palmeras, mucha variedad cromática, muchísima paz y tranquilidad (incluso la música por los altavoces está a niveles sensiblemente más bajos para facilitar esa armonía casi espiritual con nosotros mismos). Nos encontramos ante las puertas de Bird Gardens:


Pocos edificios conforman la zona (apenas 4 contados) ya que su presencia queda totalmente reducida con las grandes extensiones de bosque y jungla, sumadas a estanques y pequeños lagos, que harán que por un momento olvidemos que estamos en un parque temático de gran calibre (a no ser que echemos un vistazo al suelo encementado, claro). Uno de estos edificios, el primero con el que nos toparemos, es Xcursions, una enorme tienda donde encontraremos todo tipo de material referente a animales del parque y del mundo en general, así como una interesante sección de conservación animal y libros de ciencia y biología (porque sí, siempre lo he dicho, los parques también pueden llegar a cumplir funciones didácticas):


En esta misma plaza, que se extiende prácticamente desde los alrededores de Gwazi hasta bien entrada el área temática en sí, encontraremos una especie de monolitos temáticos/informativos como este, donde se nos resalta el concepto de que este área es para observar, valorar y apreciar la fauna y flora del parque:


Justo en el centro de esta Bird Gardens nos toparemos con un gran estanque de aguas pocas profundas que deberemos rodear sí o sí si queremos continuar con nuestra ruta. Si decidimos girar a nuestra derecha nos toparemos tarde o temprano con el Garden Gate Craft Brews, un curioso edificio con techado puntiagudo y planta en forma de estrella que, a modo de rosa de los vientos, nos ofrecerá unas vistas idílicas a gran parte del lago:


En él podremos disfrutar también de cafés y bebidas refrescantes (ideales para esta parte del parque, sinceramente), así como aperitivos, bocadillos y ensaladas a mediodía:


Y si realmente somos quisquillosos y queremos encontrarle una "ride" al área (por aquello de catalogar absolutamente todo lo catalogable) en uno de los laterales del lago, apartado un poco de la parte más paisajista del entorno, nos encontraremos con la clásica atracción de monedas en la que podemos controlar barcos teledirigidos a través de diversos elementos en forma de maqueta:


Haciendo honor a su propio nombre, Bird Gardens es el lugar del parque donde nos podremos topar con más especies de aves (aunque en realidad esto se hace extensible al resto del parque, como veremos en próximas entradas). El parque especifica que en este área nos toparemos con loros, guacamayos, cacatúas, garzas, flamencos, aves exóticas y canguros, pudiendo encontrar en el centro del lago, mediante un acceso por puentes elevados, un pequeño teatro con gradas en el que, con una bien lograda escenografía, se nos representará un espectáculo basado en las típicas peripecias de animales exóticos interactuando con el público, un rincón llamado Critter Castaways que ofrece pases 3 veces al día:


La verdad es que el debate sobre si debe incluir o no alguna ride este área queda resuelto rápidamente si echamos un vistazo a este entorno. Personalmente, siempre prefiero que los parques tengan pulmones verdes y de tranquilidad como este Bird Gardens (de la misma manera que ocurre con las áreas de Alemania en Europa Park o Port of Entry en Universal Islands of Adventure, por poner dos ejemplos claros).

Un agradable paseo natural

Tranquilamente iremos recorriendo los senderos que rodean el gran lago central y, a lado y lado, nos impregnaremos de relajante naturaleza realmente muy bien cuidada y mimada. Si algo hay que elogiar a Busch Gardens Tampa es la enorme labor de preservación natural, jardinería y flora en general:


Paseando por estos senderos es como descubriremos (no de manera obligada, necesariamente) edificios como los aviarios, repartiéndose en una gran extensión de terreno que facilita la visión e incluso el encuentro con especies migratorias o fijas:


Así será por ejemplo como veremos grandes extensiones de aguas repletas de flamencos, una visión que no nos es extraña para los que solemos visitar parques de este tipo, pero que siempre es agradable y, sobretodo, muy amiga de el sacado de fotos masivas:


Por supuesto, por parte del parque siempre hay una labor educativa y preventiva. Todos los animales que ocupan o pasan por Busch Gardens Tampa son observados, cuidados y tratados con el cuidado específico que requieren. Me llamó mucho la atención en esta parte concreta del parque la prácticamente nula existencia de barreras arquitectónicas claras para el visitante tales como jaulas, vallados excesivos, fosos, etc. Estamos de acuerdo en que también las hay, por supuesto, pero el contacto visual en todo caso no es tan agresivo como cabría esperar, como aquí se puede ver, por ejemplo:


Como os comenté más arriba, el área está salpicada de edificios pequeños con una temática poco específica, más bien tropical, combinando edificios de madera y techos de paja con formas hexágonales, como por ejemplo este puesto de refrescos y snacks (cerrado en el momento en el que saqué la fotografía) pero donde a lo largo del día y ya abierto podíamos adquirir un delicioso bol de fruta fresca para poder comer con tranquilidad bajo los grandes bosques del lugar, por ejemplo:


Ya hacia el final del agradable paseo por la zona localizamos los últimos aviarios, donde se dan la mano especies de pequeños roedores, mamíferos de tamaño pequeño y por supuesto aves, en forma de pequeños aviarios totalmente observables desde el exterior.


Una vez llegados a este punto la vegetación continuará siendo frondosa y la proliferación de edificios irá en aumento, solo que en esta ocasión los edificios tienen ojos, algunos de ellos formas curvas y animadas y, sin darnos apenas cuenta, habremos cruzado las puertas de Sesame Street Safari of Fun.

Pero eso ya es cosa de una nueva entrada, claro.

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Dejo aquí por hoy este tranquilo y relajado paseo por una de las áreas más tranquilas y pacíficas del parque, como ya os he comentado. Realmente se hace difícil destacar algo concreto de esta Bird Gardens ya que es realmente un enorme jardín floral, con incontables especies de flora y fauna de gran valor para cualquier parque zoológico que se precie, especies que además se han adaptado de manera genial al particular clima de Florida, por lo que las podemos ver aquí en todo su esplendor.

En la siguiente entrada nos adentraremos pues en el reinado de Elmo, Trickie y compañía para encontrarnos, cara a cara, con una de las áreas temáticas que sirvió como referencia para muchos entusiastas años atrás a la hora de realizar comparativas con el área temática kiddie del parque de la Costa Daurada.

Y recordad que si queréis estar al día en esta visita a Busch Gardens Tampa, podéis hacerlo echando un vistazo a los capítulos anteriores:

Busch Gardens Tampa: Sesame Street Safari of Fun

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Como recordaréis, durante esta semana empezamos con esta aventura por las distintas regiones y temáticas principalmente africanas, a continuación os añado una pequeña lista previa de enlaces a las entradas publicadas y que os recordaré en cada nuevo episodio:
Atravesada por completo el área de Bird Gardens, descubiertos sus ostentosos jardines tropicales y observadas sus exóticas aves, es momento de continuar nuestra ruta por Busch Gardens Tampa a la búsqueda de una pequeña, diminuta área temática que el parque vio nacer hace apenas unos años y que perteneció a aquella extraña moda que se inició durante la pasada década de poblar todos los parques temáticos de áreas kiddie con mayor o menor acierto.

Así pues hoy, en Bloggercoaster,recorreremos la que posiblemente es la más diminuta de las áreas, apenas presencial para el público adulto pero esencial para constituir un target familiar: Sesame Street Safari of Fun.


No dejamos atrás del todo los jardines y arboledas grandes, pues realmente el área temática inspirada en los amigos de Barrio Sésamo (pero del Barrio Sésamo estadounidense, no del que tuvimos aquí décadas atrás) se encuentra totalmente pegada a Bird Gardens (de hecho, fue parte de Bird Gardens años atrás).


Los primeros rasgos distintivos que nos encontraremos en el camino tienen algo más que ver con la coloración de los edificios y las señales, más que con grandes elementos paisajistas o temáticos. Así por ejemplo el primer edificio que nos encontramos, perteneciente a 1-2-3 Smile with Me, un rincón en el que los más pequeños encontrarán a los personajes más relevantes del mundillo de Barrio Sésamo para fotografiarse con ellos a distintas horas del día:


Como habréis comprobado ya durante estos primeros paseos por el parque, mi visita se realizó a finales de noviembre de 2013, por lo que de la misma manera que ocurría con los parques de Orlando, aquí en Tampa también se podían encontrar distintas decoraciones típicas de navidad (pese a que estuviéramos entre 28 y 32º de temperatura. Así pues en Safari of Fun podíamos toparnos con grandes árboles de navidad cubiertos por completo de serpentina, imitando quizás los pelajes de los personajes más típicos de Barrio Sésamo:


El primer gran edificio con el que nos toparemos después de la galería de conexión entre áreas temáticas es el Abby Cadabby's Treasure Hunt, la enorme mega-store del área, una gran tienda que se extiende bajo una cabaña gigantesca dominada por los imponentes ojos clásicos de un muppet en la zona superior:


A partir de este punto todos los edificios ofrecerán un aspecto muy estilo cartoon, con un impecable acabado de pintura, elementos clásicos de la estética de Sesame Street y en general la sensación de que hay un correcto uso de la vegetación existente en la zona, unido a los espacios de paso y descanso. En este sentido en Anheuser Busch siempre fueron genios con la gestión de senderos y jardines.

Estos dos edificios pertenecen concretamente a unos lavabos (el más cercano) y a una tienda de snacks (el del techado amarillo):


Momento ahora de encontrarnos con el segundo credit del parque y el más kiddie de todos: Air Grover. Una Force 190 de Zierer (modelo que en su día Busch Gardens adquirió en sus dos parques insignia) que rivaliza directamente con productos similares ofrecidos tanto por Vekoma como por Gerstlauer:


De un layout muy sencillo y una estructura muy intuitiva, accederemos a su estación de carga rodeándola y por la parte trasera tras atravesar un par de laberintos metálicos como el que hemos visto en la fotografía superior. Como podéis ver, el tren encaja a la perfección en la estación y el vagón inicial y el último están decorados con la figura de Coco pilotando una especie de avión:


El layout no tira tampoco de demasiada complicación, tras  una salida con curva a izquierda giramos el sentido 90º y encaramos un lift por tracción a ruedas hasta alcanzar los 7 metros de altura, allí decribiremos un drop en curva hacia la izquierda con un peralte considerable, nos situaremos a nivel del suelo cerrándonos en una hélice que en su punto final se elevará a unos 4 metros de altura:


Y a partir de ahí describiremos la segunda hélice, algo más abierta y dinámica en esta ocasión hacia la izquierda y mayormente terrain, encajando en su tramo final con una recta de final brakes que nos frenará por completo y nos distribuirá hacia la estación de carga y descarga:


Un credit más que sencillo (por otra parte, ¿qué kiddie-coaster no tiene un layout sencillo?) pero plenamente efectivo, con un theming algo vacío y desacertado en el aspecto de que la mayoría de la base de la coaster está hecha totalmente de arena blanca como podéis comprobar, pero con unos trenes tematizados y una estructura de acceso/estación bastante válida.

Justo frente a este credit, el más prescindible de todo el parque realmente, nos encontramos con una gran estructura donde ya sí se juega de manera total con el theming y toda la iconografía de Sesame Street al máximo, con una especie de gran tronco de árbol hueco por dentro mediante el cual los más pequeños pueden subir y experimentar a modo de pista americana casi eterna, todo ello bajo el nombre de Oscar's Swamp Stomp:


Directamente de esta torre tematizada salen varios brazos en forma de puentes colgantes cubiertos de red y cuerda y que nos llevarán a otros rincones de la misma área, conformando una maraña de intrincados pasillos, rampas y toboganes por donde los más pequeños se lo pasarán de fábula:


Como podéis comprobar, la distancia que recorren estos puentes no es poca, ya que se alargan hasta los límites del área, donde se eleva en el aire una gran estructura cubierta por lonas verdes y donde encontraremos piscinas de bolas, más toboganes y todavía más pasillos y estructuras:


Abajo, a nivel del suelo, encontraremos una colección de diminutas rides mecánicas que por otra parte son las clásicas y típicas de este tipo de áreas kiddies, fáciles de gestionar, con apenas espacio para hacer colas y donde probablemente el parque envíe a todos los ride-ops para empezar a hacer prácticas. Tenemos por ejemplo esta sencilla spin-ride de colores azulados:


Este diminuto wave-swinger en miniatura con colores rojizos:


Una especie de carrousel en miniatura con media docena de góndolas (algunas de ellas giratorias):


Una mini-noria de 6 góndolas con una carga frontal (fuera de servicio en el momento en el que visité el área):


Diversos espacios con túneles, rampas y toboganes combinados con una genial jardinería del lugar:


Un mini-flume similar al que podemos encontrar en muchísimos parques y consistente en pequeñas barcas tematizadas en sonrientes hipopótamos:


Y la gran estructura cubierta anteriormente mencionada, en cuyo interior, como podéis comprobar, se forma una gran fortificación de pistas americanas, rampas, tubos y demás juegos infantiles y donde tendremos a los más pequeños entretenidos por un buen puñado de horas. Tras esa estructura podemos localizar el único restaurante de la zona, Dine with Elmo and Friends, un restaurante self-service con ensaladas, snacks, carnes y frutas, además de una amplia zona de mesas preparada para las familias que quieran comer con la compañía de los personajes de Sesame Street:


La última pieza del engranaje la forma una estructura o edificación que data de cuando aquí finalizaba Bird Gardens y que ha quedado un poco colgada del resto del área, Lory Landing es su nombre y se trata de un aviario gigantesco circular en cuyo interior, y tras visitas concertadas, podremos observar loros y guacamayos en hábitats húmedos y boscosos. Desde fuera los podemos observar a través de las redes que cubren el lugar:


Circulando alrededor de Lory Landing completaremos el recorrido de senderos que finalizan este lugar, un embudo bastante mal gestionado pero que nos deja entrever, allá al fondo, lo que nos espera en la próxima área temática con la que nos toparemos. A unos 100 metros de nosotros se erige, imponente, el lift y drop de la poderosa Sheikra:


Y la barrera natural/temática que se ha creado para cumplir el cambio de theming o de área es un túnel vegetal que atravesaremos, esperando encontrarnos al otro lado otra zona temática que nos depure un poco del color y la vistosidad de esta escueta y casi imperceptible Sesame Street Safari of Fun:


Un paseo que incluso podemos obviar en caso de no estar atentos al mapa ya que realmente el sendero principal rodea la zona y, si no nos adentramos en ella, podríamos incluso pasarla de largo e ir directamente a Stanleyville, nuestro siguiente punto de análisis.

Corta y cromáticamente inconexa me pareció esta Sesame Street Safari of Fun. Terminaré haciendo un último apunte en referencia a la comparativa que seguramente much@s de vosotr@s tendréis ahora mismo en la cabeza (quiriendo comparar las áreas kiddies de Florida con la de Salou/Vila-seca). Realmente es difícil comparar dos áreas que, temáticamente, tienen rasgos muy distintos.

El theming de la versión de Florida es mucho más sólido, menos rimbombante, más sobrio y da la sensación de que quiere ser mucho más funcional. Por contra, es evidente que la cantidad de rides, la proliferación de elementos visuales vinculados a la incombustible serie de TV y el ambiente kiddie queda mucho más disperso en la versión norteamericana que en la catalana.

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¿Particularmente? Ninguna de las dos son de mi gusto o devoción. Sí que creo que un área kiddie debe erigirse en un parque de ámbito familiar, pero creo que debe tratarse desde un punto de vista mucho más serio, como una inversión importante no en un conjunto, sino ride por ride, elemento por elemento. Las áreas kiddie como esta al final dan la sensación de haber sido un cúmulo de recortes y rebajas de presupuestos, mucha chapa, mucha zona plana y poco detalle. Algo así como comparar un gigantesco ramo de margaritas con la belleza de una frágil orquídea japonesa.

En la siguiente entrada de análisis entraremos de lleno en Stanleyville, un área donde ferrocarriles, estructuras de acero gigantescas y barbacoas africanas se dan la mano de una manera un tanto peculiar.

Y recordad que si queréis estar al día en esta visita a Busch Gardens Tampa, podéis hacerlo echando un vistazo a los capítulos anteriores:

Busch Gardens Tampa: Stanleyville

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A estas alturas hemos tomado ya velocidad de crucero en el análisis de Busch Gardens Tampa, hemos podido pasearnos por sus primeras áreas temáticas, hemos visto como denominador común la vegetación y la fauna más exóticas y representativas del continente africano y hemos podido percibir que este es un parque temático con mucha historia a sus espaldas.

A continuación os añado una pequeña lista previa de enlaces a las entradas publicadas y que os recordaré en cada nuevo episodio:

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, nos adentramos de lleno en el área temática que acoge a una de las coasters más valoradas por los entusiastas en todo el mundo, hogar de SheiKra y de muchas otras grandes estructuras, hoy visitamos Stanleyville.


La capital de la actual República Democrática del Congo, la actualmente llamada Kisangani y cuyo nombre anterior fue el de Stanleyville en honor a su fundador, Henry Morton Stanley, nos da la bienvenida tras atravesar aquél túnel vegetal que la separa, naturalmente, de Sesame Street Safari of Fun, el área que ayer mismo os comenté aquí en el blog.

Y la manera de recibirnos es por todo lo alto, con una gran curva de la impresionante SheiKra (que veremos más adelante) y uno de sus enormes trenes sobrevolando por encima de nuestras cabezas mientras atravesamos un conjunto de balconadas que nos permiten unas vistas privilegiadas del parque:


Stanleyville se podría distinguir del resto de áreas temáticas por la existencia de 4 majors bien diferenciadas, de las cuales tres de ellas juegan con un evidente componente acuático, pero aún así el theming y la esencia principal del área entremezcla mucho los conceptos de barro y madera a través de las fachadas de algunos de sus edificios, además de la inspiración colonial como por ejemplo podemos ver en la estación de tren que recibe el mismo nombre que el área: Stanleyville.


En Busch Gardens Tampa existen varios medios de transporte entre áreas y uno de los más espectaculares y valorados por sus visitantes es el tren de vapor, un denominador común que denota el origen del diseño del parque (recordemos que Anheuser Busch también puso como condición indispensable para el diseño de Port Aventura la construcción de un ferrocarril que diera la vuelta a todo el parque). Así pues este es el aspecto que ofrece esta estación, una de las dos que tiene el parque y desde la cual podemos partir en dirección a la frontera con Egypt, justo a las puertas de Cheetah Hunt:


Los trenes, de un vistoso color verde, incluyen 4 vagones muy similares a los que hemos visto ya en otros parques, con un tamaño superior al de los trenes de paseo eléctricos o a gasolina que se extienden por muchos parques de Europa y con amplios ventanales no solo para favorecer las vistas y fotografías desde el vagón sino para una ventilación placentera durante el recorrido:


Como os he comentado, es un medio de transporte tradicional a vapor, por lo que tanto su máquina cabecera como el primer vagón cumplen el acometido del transporte (la una tirar del convoy, el otro contener el carbón que alimenta la caldera). Como os he indicado en anteriores entradas del blog, al visitar el parque a finales de noviembre encontré decoración incluso en esta parte del parque, quizás menos visible para el visitante pero igualmente ornamentada:


Existen 2 recorridos de tren, de los cuales realicé uno de ellos pero me dio la ligera impresión de que hay cierta descompensación de paisajes, es quizás mucho más pictórica la parte que va de Egypt a Stanleyville, mientras que es más espectacular en cuanto a estructuras y construcciones la que va de Stanleyville a Egypt, pudiendo ver desde esta gran parte del layout de Cheetah Hunt, por ejemplo:


Y como os he indicado, el tren para tanto en Stanleyville como en Egypt, en una segunda estación similar a la primera solo que con una decoración algo más colonial y verde, con edificios de madera blanca:


Siempre he defendido que a la hora de visitar un parque y sacar buenas instantáneas es plausible el uso de los medios de transporte que facilita al visitante, ya que su colocación y vistas están preparadas para ofrecer un aspecto panorámico agradable y que os puede mostrar rincones invisibles a pie de calle. En el caso de Busch Gardens Tampa tomar el tren o el telesilla (del que hablaremos más adelante) es un hecho totalmente recomendable.

Comer a los pies de un gigante

Indudablemente, el esqueleto principal de Stanleyville es SheiKra, es el motivo por el cual todo visitante nuevo o viejo recuerda no solo el área, sino el parque en muchas ocasiones y es un coloso de acero que no deja indiferente a nadie que lo rodee por los distintos viales que ofrecen también distintos puntos de vista:


Como era de esperar (y espero que entendáis), hablaré de SheiKra en una entrada independiente a las de análisis que estoy escribiendo estos días, pero no os preocupéis porque será publicada nada más acabar el análisis. Es una de las coasters que reina dentro de mi particular Top 10 y tiene muchos motivos para permanecer ahí, por lo menos hasta que pueda riddear su hermana Griffon, en el hermano norteño de Busch Gardens Williamsburg.

Si algo me llamó la atención, nada más empezar a caminar por los primeros senderos del área, teñidos por colores terrosos y edificios de piedra y barro, fue el olor. Y es que situado bajo una de las curvas de SheiKra podemos localizar un pequeño horno de piedra con alta chimenea incluida y cuya instalación descubrí, justo a eso de las 14:00 del mediodía, que pertenecía a uno de los dos restaurantes del área temática. Os puedo asegurar que el olor a carne a la parrilla y brasas, llegados a este punto, era tan agresivo que obligaba, prácticamente, a parar y comer:


Y así decidí proceder, accediendo por una de sus múltiples puertas, justo debajo de la curva que veíamos arriba, a la Zambia Smokehouse:


Un restaurante de self service en el que vas decidiendo cuáles son los ingredientes que conformarán tu menú en ese momento, dando principal relevancia a los platos con carne a la parrilla, ensaladas potentes y algún que otro manjar basado en frutas y verduras a la plancha:


Lo más relevante del caso es que una vez adquieres tu bandeja con tus platos y tu bebida, puedes salir al exterior del edificio y disfrutar de una de las vistas más privilegiadas y refrescantes de todo el parque, en una balconada situada justo a escasos metros del choque de los trenes de SheiKra en el pequeño estanque que reina en el centro de Stanleyville. Una imagen vale más que mil palabras:


En mi caso particular opté por un menú de variado de carnes (cerdo, pollo y ternera, todo ello a la brasa), con guarnición de patatas y pan de mantequilla, además de una ensalada de verduras aderezada con tortitas y una salsa de nada y queso exquisita:


Entre lo rico que estaba todo y las geniales vistas, no es de extrañar que Zambia Smokehouse sea uno de los restaurantes más bien valorados por los visitantes del parque, no ofreciendo precios excesivamente elevados, aunque tampoco son populares. Un rango entre los 15 y los 30 dólares, dependiendo de vuestra elección.

Al remojo africano

Como os he comentado al principio de la entrada, dos de las 4 majors que contiene el área son acuáticas y las podemos localizar justo cuando dejamos atrás la poderosa sombra de SheiKra, pese a que la esencia del gigante de acero está presente todavía en muchas partes del área, como por ejemplo este curioso tenderete de juegos de habilidad llamado SheiKra Drop:


También localizamos en pleno centro del área uno de los teatros que conforman la red de espectáculos del parque, el Stanleyville Theatre, cuya representación por aquél entonces era la de Madagascar Live!:


Y ahora ya sí, tras un par de paseos bajo espesa vegetación y con rincones de mucha paz y tranquilidad, empezamos a oír el remojo y las risas de la gente y esto es signo inequívoco de que nos encontramos ante una ride acuática. En este caso nos tropezamos de lleno con Stanley Falls Flume, nombre que reciben las famosas Stanley Falls de Kisangani, lugar en el que el río Lualaba pasa a llamarse Congo, uno de los más importantes de toda África:


Un flume sencillo, sin demasiadas pretensiones, de factura antigua y que pude probar en toda su extensión. El único hecho destacado, además del drop final (que como podréis ver en la siguiente fotografía tampoco era relevante) es la velocidad y dinámica que adquieren las barcas, en forma inequívoca de tronco, a lo largo del layout, serpenteando y atravesando zonas de poderosa y frondosa vegetación:


Otro aspecto a tener en cuenta es que, como ocurre en muchos flumes construidos sobretodo en EEUU, todos y cada uno de los lifts están atentamente vigilados por operarios del parque que, en ocasiones, nos dedicarán algún simpático saludo al paso de nuestras barcas:


La otra ride acuática que podemos encontrar en el área es Tanganyika Tidal Wave, una ride que durante mi visita encontré en mantenimiento y cerrada al público, pero que durante la época estival recibe muchísimas visitas en el parque:


En esencia se trata de un supersplash con double drop que, como elemento especial, ofrece unas vistas muy privilegiadas de la jungla que se extiende a partir de este punto por las áreas temáticas siguientes del parque:


Como os he dicho, el esqueleto principal del área la conforman las rides que os he comentado aquí arriba, aunque es una zona con grandes y buenos paseos rodeados de jardines y bosques, por lo que yo diría que si habéis probado SheiKra ya y queréis comer y dar un paseo (que siempre viene bien para la digestión), el recorrido desde Stanleyville hasta Jungala (la siguiente área temática) se agradecce mucho y da para un buen descanso con vistas, por ejemplo, a los distintos splashes que encontramos en la zona.

Pero también si así lo preferís podéis realizar alguna que otra compra en la tienda oficial del área, donde también encontraréis numerosas piezas de merchandising de SheiKra, una tienda llamada Kariba Marketplace y que como podéis comprobar está justo al lado de los enormes soportes de la coaster azul y roja:


O incluso, de camino a Jungala, podéis tener el capricho de ser caricaturizados por varios dibujantes situados en los caminos que cruzan las distintas áreas de esta zona:


Llegados a este lugar la vegetación se intensifica, el verde es total y la cantidad de árboles empieza a comer terreno al sendero principal de nuestra ruta, nos encontramos ante las mismísimas puertas de la zona más espesa y vegetal de todo el parque, el pulmón verde del mismo, diríamos, un área que recibe el nombre de Jungala:


Vista ya por completo el área de Stanleyville, vale la pena indicar que nos encontramos ante la primera área temática plenamente intensa del parque, donde dejamos atrás ya las kiddie rides, las coasters familiares o los entornos apacibles para presenciar la caída desde 61 metros de altura de los enormes trenes que discurren sobre el layout de SheiKra o remojarnos al máximo en Stanley Falls Flume o Tanganyika Tidal Wave.

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Hasta aquí llegamos con esta entrega de análisis a Busch Gardens Tampa, una entrega en la cual hemos podido presenciar la majestuosidad de una coaster que domina por completo un área temática que tiene por ofrecernos de todo: comida, tiendas, puntos fotográfios, coasters, rides acuáticas e incluso un teatro con show a diario. Un área muy completa que vale la pena tener en cuenta como punto intermedio en el camino por si nos entran ganas de llenar el buche o de descansar nuestros sufridos pies.

Recordad que si queréis podéis retomar todo este análisis de Busch Gardens Tampa visitando las anteriores entradas que he dedicado a las distintas áreas que nos hemos ido encontrando por el camino:

Hotels & Parks: La Quinta Inn Tampa Near Busch Gardens

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La Quinta Inn Tampa Near Busch Gardens
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Es evidente que durante estos últimos días (y las siguientes semanas) he querido focalizar la atención del blog en un lugar (Tampa, al oeste de Florida) y un parque temático en concreto (Busch Gardens Tampa) y para ello he decidido completarlo todo con una serie de entradas que os puedan ofrecer una visión y cierta ayuda en caso de que tengáis pensado pasar por esta calurosa y húmeda región de EEUU.

A lo largo de estos últimos años de vez en cuando he rescatado del baúl de los recuerdos entradas de análisis y referencia acerca de algunos de los hoteles más icónicos o conocidos en el entorno de los parques y que, pese a no ser una sección que alimente en demasiadas ocasiones, hasta ahora hemos podido visitar dos de ellos: el Big Blue Hotel de Blackpool (el hotel más cercano a Blackpool Pleasure Beach) y la Pension Klaer (uno de los hospedajes más pintorescos a la hora de poner pie en Holiday Park, Alemania).

Con este propósito hoy, en Bloggercoaster, os ofrezco otro pequeño y resumido análisis no solamente de un hotel concreto, terriblemente económico y cercano a Busch Gardens Tampa, sino de algo tan característico como a la vez desconocido como sería la cuestión de los hoteles de carretera o moteles en EEUU.


El mundo del hospedaje nocturno en EEUU es realmente apasionante, no tanto por su originalidad e iconografía (ya que normalmente los hoteles norteamericanos suelen pecar de ser moldes sacados de otros moldes) sino por sus altos niveles de calidad con unos precios más que agraciados, hecho que hace realmente que las reservas de hotel sean, casi casi, un juego de niños.

Existen multitud de cadenas hoteleras con decenas de hoteles/moteles distribuidos por todo el país: Best Western, Clarion, Econo Lodge, Days Inn, Knights Inn, Embassy, Hilton, Garden Inn o, como el hotel que nos ocupa hoy: LaQuinta Inn & Suits.

En esencia todas ellas siguen un sistema de franquicia muy similar, lo que hace que la calidad en los hoteles de una misma cadena varíe realmente poco ya que van sujetos a estrictas normativas básicas de cada una de estas empresas. De la misma manera que si comes una hamburguesa de McDonalds en Los Angeles o en New York y sabe exactamente igual, los hoteles de estas cadenas ofrecen una similitud casi enfermiza incluso entre grandes distancias o condiciones.

Con esta premisa es como nos plantamos, con nuestras maletas, en plena Tampa, justo a 20 metros del muro de propiedad de Busch Gardens Tampa y frente a nuestro hotel, el LaQuinta Inn Tampa Near Busch Gardens:


El nombre lo deja claro: estamos Near (cerca en inglés). Y realmente estamos MUY near, por lo que mi consejo es que si queréis visitar el parque echéis un vistazo a la disponibilidad de habitaciones de este sencillo pero más que correcto hotel de cadena:


Como os he dicho más arriba, la mayoría de los hoteles estadounidenses que van de un rango de los 20 a los 100 dólares por noche juegan en una liga de prestaciones y calidades bastante similares, utilizando ingredientes ejemplares que se van repitiendo hotel tras hotel. Uno de ellos son las recepciones, generalmente sobrias, con tonos ocres o cremosos siempre y con suelo enlosado (al contrario del resto del hotel que en la mayoría de ocasiones está totalmente enmoquetado:


Es este un punto muy destacado en este LaQuinta Inn ya que, por experiencia propia, la recepción me ofreció un nivel de asistencia y simpatía totalmente ejemplares, concretamente acerca del transporte desde la estación de tren al hotel y acerca de los servicios añadidos del parque que se extendía frente al hotel.


La recepción del LaQuinta Inn se complementa con una amplia zona de espera equipada con sillones y sofás, además de un pequeño rincón con un escritorio y un ordenador con impresora mediante el cual podemos acceder e imprimir de manera gratuita reservas, tickets, ofertas o comprobantes de vuelos o tren. Todo ello totalmente gratuito.

Momento de descansar

Otra de las características que esculpen directamente el perfil de este tipo de lugares en EEUU es el tamaño. Difícilmente encontraréis en cualquier hotel norteamericano habitaciones pequeñas, estrechas o con distribuciones extrañas como sí ocurre en los hoteles baratos de la mayoría de ciudades europeas. En EEUU, de hecho, es muy extraño que solicitando una habitación individual tu cama sea de tamaño pequeño, así que si reservas una individual lo mínimo que encontrarás es una cama de matrimonio o incluso dos, como en el caso del LaQuinta:


Otra constante que reina en muchísimos de los hoteles de cadena estadounidenses es el hecho de que el lavabo suele dividirse en dos zonas diferenciadas y separadas con puerta y pared, una zona más íntima en la que se sitúa la bañera o ducha junto con la taza del WC y otra zona abierta y complementaria a la habitación, normalmente presidida por un enorme cristal y un larguísimo lavabo y que podríamos denominar algo así como zona de aseo y cuidado:


En esta zona podemos, en el caso del LaQuinta Inn podemos encontrarnos elementos que también suelen ser bastante comunes como es un secador de pelo, varios enchufes, una pequeña papelera, el lavabo de cerámica blanca, una cafetera y un pequeño set de cafés/tés:


En el caso del LaQuinta Inn también localizamos junto a esta zona una práctica tabla de planchar y una plancha, además del necesario kit de toallas de varios tamaños que son cambiadas a diario.

En una habitación estándar del LaQuinta Inn (y por extensión en la mayoría de habitaciones de hoteles de cadena con precios modestos en Norteamérica) encontraremos también una mesa de escritorio equipada con teléfono, lámpara de flexo, un espejo (en ocasiones este elemento suele ser sustituido por la televisión plana colgada directamente en la pared). En escritorios como este es donde se han redactado numerosas de las entradas de este mismo blog, por ejemplo:


Vale la pena indicar que esta habitación, como la mayoría de los hoteles, también tenía televisor de pantalla plana (de 32 pulgadas) y con una excelente variedad por cable de los mejores canales tanto regionales como estatales, además de una pequeña selección de canales internacionales, principalmente de entretenimiento e informativos.

Junto a la puerta encontramos dos elementos clásicos y tradicionales de la mayoría de moteles norteamericanos: un gigantesco aparato de aire acondicionado/calefacción y una ventana cubierta por una oscura cortina de grueso tejido que evitará que los rayos del sol penetren en el interior de nuestra estancia. Normalmente se suele componer de dos capas de cortinas, unas más finas y translúcidas que nos protegen de los curiosos que pasen por los pasillos exteriores durante el día y otras, como estas, más oscuras y gruesas:


Por último fijándonos ya en la parte del lavabo propiamente dicha nos encontramos con una bañera completa equipada con una cortina de plástico y vivos colores anaranjados con un acabado prefabricado (paredes y bañera son de plástico):


Y el hotel nos facilita, como huéspedes de la cadena, un pack formado por un champú, un gel de ducha (en el lavabo exterior) y una pastilla de jabón, además de las correspondientes toallas de tamaño reducido:


Basta decir que el suelo de toda la habitación está forrado de una cómoda y limpia moqueta de color verde oscuro y las habitaciones, pese a no gozar de un aislamiento completo, sí que son bastante silenciosas aún teniendo una carretera de 4 carriles justo frente al hotel.

Datos sobre el hotel...

  • Nombre: LaQuinta Inn Tampa Near Busch Gardens
  • Ubicación: Tampa, Florida (EEUU)
  • Web: www.laquintatampabuschgardens.com (versiones en inglés y español)
  • Tipo de habitaciones: individuales, dobles y suites (camas grandes y king-size)
  • Internet: Wi-Fi disponible en todo el local con clave facilitada en recepción.
  • Parques cercanos: Busch Gardens Tampa, Lowry Park Zoo, Celebration Station.
  • ¿Desayuno incluido?: sí
  • ¿Habitaciones con lavabo propio?: sí
  • ¿Bar/Restaurante?: no
  • ¿Parking?: sí
  • ¿Se permiten mascotas?: no
  • Modos de reserva/pago: Internet, pago con tarjeta/efectivo.
  • Recepción: 24 horas
  • ¿Piscina?:



La mejor relación calidad/precio/proximidad

Técnicamente el LaQuinta Inn es el hotel más cercano y barato al parque temático de Busch Gardens Tampa, con un precio mínimo por habitación de 56 dólares (que al cambio vendrían a ser unos 45€ por noche), un precio más que razonable dada la asombrosa proximidad que guarda con las puertas del parque.


Esto, sumado a su altísimo nivel de limpieza y de atención al cliente, hacen de este hotel una opción muy a tener en cuenta tanto si nos encontramos en la zona por negocios (nos encontramos en pleno centro de la ciudad) como si queremos disfrutar de un par de días en el parque solos, con amigos o en familia.

Y para que veáis que cuando hablo de la proximidad al parque no estoy exagerando u ofreciendo información engañosa, esta es exactamente la vista que tenía desde la ventana de mi habitación, con una poderosa SheiKra destacando por encima de la frondosa vegetación de las áreas del parque que hasta ahora ya os he analizado:


Sin duda una opción más que interesante, adecuada para todos los bolsillos y que además se encuentra muy cercana a una gran variedad de locales de restauración así como lugares de interés turístico en Tampa tales como el Acuario de Florida, el Tampa Museum of Art o el Museo de la Ciencia de Tampa, edificios e instituciones con mucha solera dentro del circuito de museos norteamericanos.


Dada ya mi recomendación total acerca de este hotel por si os encontráis en las inmediaciones y necesitáis una referencia para hospedaros, a continuación os dejo un par de enlaces que os facilitarán la reserva del LaQuinta Inn Tampa Near Busch Gardens así como la comparativa con otros hoteles de distintas cadenas cercanos también al parque temático de Florida:
Los precios veréis que oscilan entre los 56 y los 65 dólares, incrementándose durante los días de máxima ocupación, por lo que es conveniente que reservéis lo antes posible vuestra habitación (y este es un consejo que se extiende para la mayoría de las reservas que tengáis que hacer en previsión).

Busch Gardens Tampa: Jungala

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Empezamos una nueva aventura, apenas acabamos de atravesar las salpicaduras y las vertiginosas velocidades de Stanleyville y ya estamos, en una decena de metros, entrando de lleno en la oscuridad y el espesor vegetal de una nueva área temática, quizás la más exótica de todas las que encontramos en Busch Gardens Tampa.

Por si habéis llegado a este particular capítulo de análisis del parque y no estáis al día de las anteriores andanzas, aquí os dejo un listado con los accesos a las entradas anteriores, donde visitamos otras áreas temáticas que a estas alturas hemos dejado ya atrás:

Por lo tanto hoy, en Bloggercoaster, sacamos el machete y cargamos con nuestros pesados petates para adentrarnos en el corazón de los bosques más lejanos a la búsqueda de las bestias más desconocidas, hoy respiraremos el espeso aire de Jungala.


A diferencia de áreas anteriores donde el parque nos demostró su poderío a lo largo de los años para convertir experiencias, rides y coasters en todo un mundo con theming alrededor, en esta ocasión con Jungala los directivos de Busch Gardens Tampa decidieron otorgarle el poder de transportarnos a los entornos naturales de varias especies animales originarias de otros continentes, concretamente del continente asiático.

Podríamos decir que junto con Bird Gardens, Jungala es un área temática dedicada específicamente a varias especies animales y además con el añadido de estar ambientada en lugares que se alejan bastante de la estética africana predominante en el resto del parque:



Tras el sendero que tuvimos que recorrer al final de Stanleyville se erigen alrededor nuestro masas verdes de altos arbustos que van acogiéndonos y creando a su vez un microclima distinto al visto hasta ahora en el resto del parque. Además iremos encontrando a lado y lado del camino (de unos 6 metros de anchura) elementos de señalización e información combinados con cierto toque de característico theming como pueden ser esta señal acompañada de un mapa indicativo del área:


O este observador tigre creado enteramente con roca artificial, guareciéndose del calor bajo las grandes hojas de palmera que tiene tras de sí:


En Jungala podemos encontrar todos los elementos arquitectónicos distribuidos alrededor de una gran plaza central, pero todos ellos bastante ocultos en ocasiones tras grandes secciones de roca temática y en otras ocasiones por secciones de vegetación que bien parecería que abraza directamente al cemento pintado de las fachadas.

El primero de los edificios con el que nos encontraremos es Orangutan Outpost, que a su vez conecta directamente con el recinto de los orangutanes:


Al entrar en Orangutan Outpost nos encontraremos un local de observación repleto de enormes ventanales que permiten una visión desde múltiples ángulos del entorno que se nos presenta ante nosotros, lleno de montañas de roca, ríos y cascadas de aguas cristalinas, vegetación propia de la región índica y, como es natural, varios puntos de información donde se nos explican datos sobre las criaturas que podremos observar a través de estos cristales:


El nivel de detalle de los recintos que encontraremos en Jungala roza bastante la perfección, con multitud de puntos y niveles de profundidad y un uso ciertamente razonable de las perspectivas forzadas para ofrecer aspecto de lejanía y espesura en la vegetación. En el centro de esta fotografía, por ejemplo, podemos encontrar uno de los 5 o 6 orangutanes que habitan este lugar:


Y como es natural, los especímenes tienen artilugios y elementos arquitectónicos creados específicamente para mantener en ellos cierto nivel de actividad física, por lo que los veremos en movimiento y, en ocasiones, incluso se acercarán mucho a los ventanales del recinto para observar con curiosidad a los visitantes que a su vez les miran con curiosidad:


Como podéis observar, las dimensiones del recinto son enormes, permitiendo también el visionado de la totalidad del terreno a través de varios balcones y miradores distribuidos a lo largo del área de Jungala:


No es que sea muy aficionado del uso de este tipo de atractivos para llevar gente a los parques, pero he de decir que en el caso de Busch Gardens Tampa la sensación que tuve en todo momento es la de que los recintos son amplios, espaciosos, con mucho espacio libre y abierto, mucha tranquilidad y sobretodo lejanía respecto al nivel de ruido en cada rincón. Orangutan Outpost es un claro ejemplo de ello.

Un paseo por las alturas

Pero no solo encontraremos animales en Jungala, como toda área temática del parque en este entorno encontraremos un restaurante tematizado que además resulta ser uno de los que ofrece los precios más, por así decirlo, prohibitivos. Hablamos del Bengal Bistro, un restaurante en el que sin embargo el entorno que ofrece tanto en el exterior como en el interior resulta ser inmejorable y en él localizaremos una amplia oferta en wraps, sandwichs y ensaladas con cierto toque tropical:


Justo al lado de Bengal Bistro se eleva uno de los conceptos más curiosos e únicos que pude encontrar en todo el parque. En esencia se trata de una tirolina, un cable al que subiremos ascendiendo por una torre (que en la fotografía podréis observar a la derecha) y una vez allí descenderemos rápidamente pasando por encima de los distintos ecosistemas que ofrece el lugar:


El invento se llama Tree Top Trails y aunque pueda parecer una conversión sencilla de un concepto ya conocido, tiene mucho más que os explico a continuación:


Y es que el valor añadido de Tree Top Trails es que una vez superada la tirolina nos podemos aventurar a cruzar por el aire, mediante un sistema de cuerdas y mosquetones, varios tramos de toda el área que se encuentran elevados utilizando unas altas torres metálicas conectadas entre sí por seguras y gruesas cuerdas, tal que así:


Sin duda alguna la manera más original a la vez de arriesgada de poder tener una perspectiva mucho más privilegiada y exclusiva de Jungala desde los aires.

Reinado de tigres

Pero si hay un recinto (o recintos, más bien) en el que el parque centra totalmente su atención de cara a atraer más al público ávido del contacto con los animales salvajes, este es el de Tiger Lodge:


Como su propio nombre indica nos encontramos ante un triple recinto interconectado entre sí en el que nos cruzaremos básicamente con tigres de distintos tamaños, cuerpos e incluso pigmentos corporales.

El aspecto del edificio principal una vez accedemos al lugar es similar al que encontrábamos con Orangutan Outpost, permitiéndonos observar cada rincón del paisaje con todo lujo de detalles y la sensación máxima de proximidad posible:


El aspecto del recinto propiamente dicho es el de la ladera de una montaña rocosa salpicada de vegetación y agua a partes iguales, con cascadas que discurren a lado y lado del foso y que lo alimentan en su base. Para que no os volváis cieg@s buscando, los tigres están tumbados bajo las palmeras del centro:


Aunque como ocurría con el caso de los orangutanes, el entorno está adecuado para que los animales estén en actividad constante durante toda su extensión, pudiendo observar a uno de los animales más bellos del mundo en plena acción bebiendo agua del río:


Como os he dicho el recinto en realidad son 3 recintos conectados entre sí por galerías de roca artificial repletas de grandes ventanales de cristal reforzado para poder observar las criaturas a apenas un metro de distancia, dando la ilusión de que podría atacarte en cualquier momento.

Uno de esos 3 recintos contiene dos especímenes asombrosos para el gran público, tratándose de dos tigres de bengala blancos, un tipo de subespecie bastante común entre estos animales, pero que no deja de impresionar por su característico color pálido en contraste con sus negras rayas:


Lo más genial de este recinto es el afán por hacer accesible al público hasta el punto más cercano posible con respecto a los animales sin interferir directamente en su hábitat o su ritmo de vida diario. Para ello por ejemplo podemos recorrer un pequeño túnel que localizaremos en los pasillos que conectan las distintas alas de este multi-recinto y apareceremos en una especie de búnker cristalizado que nos permitirá una visión de 360º del recinto o, si tenemos suerte como en esta ocasión, notar el calor del tigre justo sobre nuestras cabezas:


Asombrados ya por la majestuosa figura del phantera tigris tigris (el tigre, vaya) es momento de observar el popurrí de pequeños edificios o rincones que todavía puede mostrarnos esta frondosa Jungala, como por ejemplo la única tienda existente en toda la zona llamada Tiger Treasures y donde encontraremos no solo un montón de elementos inspirados en  el salvaje felino, sino también en la flora y fauna del centro de Asia:


Pero sí, si buscáis peluches de tigres adorables y totalmente achuchables, este es vuestro rincón:


También homenajea al gigante felino la jardinería de Jungala, con una preciosa escultura repleta de color y vegetación inspirada en el salto del tigre en las espesas praderas de la India:


Aunque os he comentado que Bengal Bistro es el único punto de restauración disponible en todo el área, también encontramos un pequeño rincón en el que se nos venderá fruta fresca, así como refrescos y snacks variados y llamado Wild Treats, muy cercano ya a la parte final del área pero bellamente camuflado entre vegetación y una cubierta de madera:


También bastante escondido y en medio de varios edificios nos encontramos con otra de esas piscinas tematizadas con miniaturas donde podemos controlar barcos teledirigidos previo pago de 1 dolar:


Debéis tener en cuenta que, con el paso de las décadas, Busch Gardens Tampa se ha vuelto MUY efectivo en eso de cobrar por absolutamente todo y, por desgracia, en algunos aspectos queda demasiado descarado de cara al cliente ese desagradable afán de lucro constante.

Dicho esto, llegamos a un punto en el que lejos de desaparecer, la jungla se espesa más todavía, esta vez con grandes árboles de copas frondosas y repletas de verdor, erigiéndose en la lejanía una estructura azulada que rápidamente nos será familiar a los entusiastas de las coasters:


Efectivamente, llegamos al final de Jungala con este pasillo/puente y es momento ahora de despedir este área temática que aunque pequeña y discreta, rebosa tranquilidad y un extraño vínculo repentino entre los humanos y la vida más salvaje de los animales del centro de Asia.

*****

Un área temática que nos demuestra que no todo reside en plantar mamotretos de decenas de metros de altura y toneladas de peso para hacernos viajar a centenares de kilómetros por hora. Basta con acercar al ser humano a la vida más salvaje y desconocida para provocar emociones tales como el asombro, la sorpresa o el enriquecimiento cultural.

Jungala es una oda a las junglas, a los pasillos entre roca, a la observación de la pura naturaleza y todo ello logrado en un extraño equilibrio entre dos gigantes de acero como son Kumba y SheiKra.

Recordad que si queréis podéis retomar todo este análisis de Busch Gardens Tampa visitando las anteriores entradas que he dedicado a las distintas áreas que nos hemos ido encontrando por el camino:

Busch Gardens Tampa: Congo

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Pese a que el catálogo de theming en Busch Gardens Tampa evoluciona en colores, formas y referencias geográficas y culturales a los lugares que representa cada área temática, en ocasiones hay áreas que guardan entre sí una enorme similitud y que podríamos decir algo así como que se complementan entre ellas. Es el caso por ejemplo de Bird Gardens con Sesame Street Safari of Fun, aunque el caso más ejemplar lo encontraremos hoy.

Antes de nada y como es rigor ya, aquí os ofrezco en lista las entradas anteriores de este recorrido particular por los senderos y paisajes que nos ofrece Busch Gardens Tampa en todo su esplendor:

Recordado esto y tomado un poco de aire hoy, en Bloggercoaster, es el momento de visitar la exuberante y desconocida Congo, donde nos veremos cara a cara con una de las multi-loopers de B&M más bien desarrolladas que he encontrado jamás:


Tal como salimos de Jungala, habiendo sacado centenares de fotografías de los animales salvajes que allí nos esperan, es momento ahora de enfilar el camino hacia Congo, un área temática que como os comentaba se complementa totalmente con esta última, por lo que Congo y Jungala podrían ser perfectamente una sola área. El propósito de separarlas, imagino, aparte de para crear dos marcas distintas, fue el de aislar también mediante cierta distancia prudencial el ruido mecánico y de gritos de Kumba y SheiKra de la tranquilidad que requieren los orangutanes y tigres que habitan en Jungala.
Así pues al salir de esta última área nos encontramos con un último edificio que en realidad pertenece a Jungala pero que podríamos denominar como neutro, se trata del Jungala Market, una especie de bazar de alimentos y bebidas con un aspecto totalmente neutro:


Congo es un área que tiene su propio circuito circular y que, como ocurrió en su día con Sesame Street Safari of Fun podríamos prescindir de su visita si nos pasamos de largo o tomamos una ruta concreta, bordeando por completo el área. Así que como edificio de reclamo para que el visitante se interese, nos encontramos un gran edificio rectangular que alberga en su interior otra ride clásica reconvertida a lo temático.

Me refiero a U-banga Banga, los bumper cars particulares de Busch Gardens Tampa:


He de decir que tanto la concepción de fachada, colas, accesos y la estructura de la ride en general me recordó muchísimo a los mismos bumper cars que podemos encontrar desde hace años en PortAventura. De hecho podrían ser un calco total los unos de los otros, a diferencia de que los de la versión de Florida carecen de theming alguno en los coches, siendo estos unos coches de choque normales y corrientes, con alguna decoración de inspiración africana pero poco más. Olvidad los búfalos de ojos rojos encendidos:


Una vez nos hemos peleado y chocado suficiente en estos entretenidos bumper cars, es momento de tomar un enorme puente cubierto que se extiende a mano izquierda y que nos llevará directamente al reinado de Kumba:


Como os he dicho, hay que tomar dos puentes de este tipo para acceder a las dos major rides que habitan al otro lado: Kumba y Congo River Rapids, los rápidos del parque, toda una sorpresa para el visitante.

Inversiones puramente salvajes

Ahora sí que sí, nos plantamos en el reinado de Kumba, traducción de la expresión "Roar" (grito de león) en congoleño, un nombre más que correcto para una coaster que, en sus inicios, supuso todo un reto para los fabricantes y diseñadores de Bolliger & Mabillard, quienes concibieron su construcción:


Llegar hasta la entrada de Kumba se transforma en un paseo a través de estrechas calles repletas de theming inspirado en los edificios de barro y paja más propios de las zonas áridas africanas y bajo enormes toldos de enrejado que nos protegen del agresivo sol, además de los posibles objetos que puedan caer desde los tramos de la coaster que discurren por encima de nuestras cabezas:


Como habréis podido observar en esta fotografía de arriba, a mano derecha tenemos unas taquillas en las que el parque nos obliga a dejar nuestras pertenencias antes de riddear la coaster. Lo relativamente bueno del asunto (porque a nadie le gusta pagar por algo que podría hacer en la misma estación) es que podemos aprovechar el pago, de un dolar, para tener también a salvo nuestras pertenencias del agua que podrían recibir en Congo River Rapids y, al encontrarse ambas rides una al lado de la otra, podemos amortizar el pago con unos cuantos ciclos en Kumba si es que la encontramos libre de muchas colas:


Una vez nos plantamos en la propia puerta de la coaster (atención al tramo de raíl que cruza justo por encima de la señal que nos marca la entrada a la coaster), podremos probar si nuestro cuerpo es válido o no para caber en los asientos de la coaster a través de un test-seat que encontraremos junto a la puerta:


Una vez recorridas las colas (tramo que pese a ser de bastante distancia se nos hará ameno debido al paso constante de trenes por encima o alrededor de la estación), es momento de acceder a los trenes de Kumba, pudiendo elegir mediante sistema de tornos nuestro asiento (como debería ser en todas partes), tomando asiento, abrochándonos los cinturones quita-miedos, comprobando arneses y saliendo.

A continuación os dejo el vídeo on-ride que he creído más conveniente dado que, por sorprendente que parezca, Kumba no goza a día de hoy de ningún POV oficial grabado por el mismo parque o por webs especializadas en ello como Coasterforce o ThemePark Review. Este es quizás el vídeo que se acerque más a la sensación de riddear esta impresionante multi-looper:


Saldremos de estación con curva a derecha para encarar rápidamente el lift que nos llevará hasta la nada despreciable altura de 43,6 metros, lift por el cual atravesaremos uno de los elementos más icónicos de la coaster, su impresionante loop que ostentó durante algunos años el récord a ser el más alto del mundo (récord que le arrebató de cuajo la archiconocida Dragon Khan tan solo dos años después) y que atraviesa, a modo de aro, toda la extensión del lift, convirtiendo a Kumba en uno de los 3 proyectos de B&M que realiza este signature-element:


De ahí nos elevaremos a la máxima altura de la coaster, con unas espléndidas vistas por encima de la jungla y bosque espeso que reinan en la zona y entrando y saliendo constantemente de este boscaje, como podréis contemplar con esta fotografía, Kumba es algo así como una serpiente azul y granate que entra y sale del espesor verde cuando le place:


A partir de ahí drop a la izquierda con peralte, bajada a ras de suelo con un drop suavísimo, muy panorámico y que nos ofrecerá el paso junto a una laguna que alimenta directamente las aguas de Congo River Rapids. Llegamos a clavar el raíl a un metro de profundidad en una trinchera donde también encontraremos el photoride de la coaster y desde ahí alzamos el vuelo a través de unos impresionantes 34,7 metros de altura, pasando justo por encima del lift que habíamos dejado atrás hace apenas unos segundos:


Nada más salir del impresionante loop encaramos una ligera curva peraltada que se eleva hacia la izquierda y de repente, tras el paso por un punto de choque muy bien llevado como es una primera franja de árboles, se nos descubrirá otro de los elementos de gran envergadura del layout, un dive-loop que durante muchos años fue punto imprescindible de cualquier multi-looper suiza que se preciara:


Una vez cambiamos el sentido de nuestra ruta (ya que es la función básica de los dive-loops y los immelmans, rasparemos de nuevo la profundidad de una zanja de unos dos metros de altura para volver a elevarnos por los aires y completar uno de los elementos más aplaudidos y queridos por los entusiastas, el zero-g (que lo podéis ver en su máximo esplendor en la fotografía de arriba).

Sin darnos apenas cuenta al completar la estirada envergadura de este elemento hemos cruzado por completo la extensión de la estación, así que entramos ahora en un segundo tramo en el que los elementos empiezan a encajar más con el entorno inmediato de la coaster. Un ejemplo total de lo dicho es el cobra roll que se extiende a partir de este punto, tras una ligera curva a ras de suelo peraltada a la derecha y cruzando tramos de jungla. Aquí es donde hace acto de presencia la genialidad de los suizos para perfeccionar al máximo la suavidad del recorrido, completando esa curva con un pequeñísimo floating airtime de apenas un metro de altura que nos encajará directos con el cobra roll:


Inversión a 15 metros de altura, pequeño valle, inversión de nuevo, recuperación de velocidad y un valle ligero que nos volverá a elevar de nuevo a la altura de las copas de las palmeras adyacentes, entrando en un lugar ciego para el visitante pero totalmente básico, la recta de MCBR que permite que Kumba pueda tener 3 trenes simultáneos en funcionamiento.

Salidos de dicha recta descendemos con una muy fina curva a la derecha tras la cual aterrizaremos en otra zanja más para iniciar el elemento más visual y novedoso de Kumba cuando se estrenó en su momento: los interlocking corkscrews, un elemento que usó aquí por primera vez B&M y que luego extendería alrededor del mundo en otra suerte de signature element único y de buenísima estética:


Los interlocking corkscrews vendrían a ser dos corkscrews de tamaño mediano que se construyen uno alrededor del otro, formando un trenzado similar al que encontramos en una cadena de ADN y un elemento visual totalmente icónico. Tras un primer corkscrew de tamaño ligeramente superior se entra en una curva cerrada que nos transporta directamente al segundo corkscrew:


A todo este conglomerado de acero y fuerzas G hay que sumarle el elemento temático de la estación, los accesos a la misma y el terreno, que en este punto describe una especie de pequeño valle y que, unidos de manera magistral, hacen que todo encaje a la perfección en una de las formaciones coasteriles más asombrosas que jamás he presenciado. Fijaos sino en la proximidad que guarda el tren al paso por los raíles y con muchísima cercanía a los elementos arquitectónicos de las colas:


Tras el segundo corkscrew el tren se adentra en un paso bajo puente para atravesar un pequeño pasillo custodiado por paredes de cemento tematizado en barro, describiendo una ligera elevación hacia la izquierda:


Y a partir de aquí viene un momento sorprendente de desorientación total ya que la vía se "entierra" en un largo túnel:


Y en ese túnel descubrimos un amplio twistie que nos inclina hacia la derecha para describir una salida de hélice ascendente que hace que demos un giro de 360º hasta encararnos en una recta de final brakes metida de lleno en una jungla, momento en el cual el tren frena por completo y podemos al fin respirar tranquilos para pensar y analizar todo lo que nuestro cuerpo ha experimentado en apenas 2 minutos en total.

Lo más impresionante de Kumba no es su increíble layout enroscado hasta la saciedad, ni la existencia de hasta 3 signature elements, ni siquiera sus enormes 7 inversiones, lo más impresionante de todo es que rueda con bastante suavidad y ligereza si hablamos de los 22 años con los que cuenta a día de hoy, recordad que os he dicho que fué el sexto credit que construyó B&M (y hoy en día rozan el centenar ya).


Kumba es sin duda el ejemplo total de las B&M de primera generación, aquellas que jugaban a partes iguales entre la intensidad, la suavidad y la generación de layouts que más bien parecían complejos rompecabezas en forma de raíles de acero. Riddeando Kumba es como uno puede perfectamente entender que algunos entusiastas (no pocos) eleven tanto la voz cuando se habla de la dudosa calida de algunos layouts que hoy en día se encarga de firmar la compañía con origen suizo.

Y es que sí, se ha descafeinado en exceso, se han construido proyectos que ni mucho menos saciaban el interés del entusiasta exigente, sino que más bien llenaban el bolsillo de una compañía que no olvidemos que sigue ostentando el premio a la más cara y lujosa de todas.

Recuperad@s ya (o no) del torbellino de Kumba, es momento de echar un rápido vistazo a la otra ride que habita justo en ese mismo lugar y que forma parte de un terreno que vendría a ser más parecido a un queso gruyere que no a un terreno sólido y sin fisuras, me refiero a Congo River Rapids, los rápidos de Busch Gardens Tampa:


No me andaré por las ramas: posiblemente sean los rápidos más insípidos que jamás haya probado hasta día de hoy. No quizás tanto por el hecho de cumplir todos y cada uno de los puntos básicos que describen los típicos rápidos norteamericanos (esto es barcazas gigantescas, canales muy anchos, poca velocidad en agua, poca proliferación de desniveles, uso de cascadas verticales directas a la barca, uso mínimo de túneles/montañas/cañones), sino también por el hecho de describir un layout totalmente soso, sin juegos de desorientación y con un recorrido más bien corto y decadente:


Cumplen eso sí con una de las funciones que todo el mundo espera de este tipo de rides: mojan. De hecho lo hacen con mucha solera ya que uno sale de ellos totalmente empapado, en parte debido también al hecho de que nada más acceder a nuestro asiento se nos obliga a ser atados con cinturón, hecho que hace que apenas tengamos movilidad para esquivar las distintas salpicaduras que recibiremos durante el recorrido.

Una vez saboreados tanto Kumba como Congo River Rapids, poco más puede ofrecernos ya un área que actúa, como recordaréis que os he dicho al empezar la entrada, como apéndice de Jungala. Congo es algo así como el área de rides que no tiene Jungala y a su vez Jungala es el área de animales que no tiene Congo.

Un último y útil apunte es el de tener en cuenta que en Stanleyville, justo en el punto antes de situarse a las puertas de Jungala, podíamos encontrar una de las 3 estaciones que tiene el telesilla del parque (Skyride). Es por ello que en algunos tramos de Congo veremos pasar por encima de nosotros las cabinas con los ocupantes que quieran observar el parque desde las alturas:


Y pese a que he dicho que tiene 3 estaciones, en realidad como tales tan sólo hay 2, porque en uno de los extremos de Congo encontramos un giro de más de 90º que es usado como estación (de hecho hay ride-ops e incluso andén) pero donde no se nos permite bajar de las góndolas.

Una vez dicho esto iremos dejando poco a poco atrás toda la jungla y bosque que rodean estas dos últimas áreas temáticas tropicales y los arbustos frondosos irán dejando paso a las palmeras y la sequedad, ya que en apenas un par de decenas de metros nos adentraremos en la misteriosa Timbuktu.

*****

Aquí dejo por hoy la escritura de este nuevo capítulo en las andanzas por uno de los parques temáticos más grandes de EEUU y totalmente único en su especie: Busch Gardens Tampa. Como hemos podido observar, una mezcla de rides intensas con otras más familiares y con paseos intrincados a través de espesas junglas son los ingredientes básicos tanto de la anteriormente nombrada Jungala como de la Congo de la que he hablado hoy.

Recordad que si queréis podéis retomar todo este análisis de Busch Gardens Tampa visitando las anteriores entradas que he dedicado a las distintas áreas que nos hemos ido encontrando por el camino:

Busch Gardens Tampa: Timbuktu

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Como en todas las entradas que hemos dedicado hasta ahora a visitar el terreno de Busch Gardens Tampa, la esencia principal de esta serie de episodios son los viajes, viajes a través de distintas regiones africanas o con ambiente tropical y exótico, así que en esta ocasión haremos un largo viaje, cargado de contrastes con el área que visitamos justamente ayer.

Pero antes y como ya es tradición, os enlazo todas las entradas que llevo escritas hasta ahora sobre este parque, para que podáis echar un vistazo una a una y captar la esencia general del parque:

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, viajamos a través del centro de África para aterrizar en Timbuktu, una región desértica y establecida sobre un oasis en pleno centro de Mali, un lugar repleto de arenas, edificios hechos con barro:


Posiblemente el contraste más apreciable en toda nuestra visita al parque temático de Busch Gardens Tampa sea el que experimentamos una vez nos plantamos a las puertas de Timbuktu. Pensadlo así: de repente pasamos de estar sumergidos en una auténtica jungla de verde y espesura vegetal a tener a lado y lado altas y finas palmeras y edificios de colores terrosos claros decorados con tribales cenefas. Pese a todo el parque resuelve bastante bien este paso y uno de los métodos inmejorables es hacer pasar a los visitantes, sí o sí, por el interior de un par de estos edificios mediante galerías y pasadizos como el que nos recibe:




Una vez cruzamos estos arcos y salas se abre a nuestro alrededor un área con estructura de plaza y en la cual, como ramificaciones, se extienden los edificios de servicios, restauración, las rides y coasters. Y sí, digo coasters en plural porque Timbuktu es actualmente la única área temática de Busch Gardens Tampa que contiene en su interior dos credits. La sensación general al adentrarse en el lugar es que abandonamos las estructuras de gran altura para dejar que las palmeras y el suelo reinen en el cromatismo del lugar:


Pese a que la mayoría de edificios de Timbuktu son de una única planta y como mucho presentan algún pequeño torreón o murete que sobresalga en altura, nada más acceder al área a mano izquierda nos encontraremos con la impresionante torre del Timbuktu Theater, un edificio en el cual se celebran pases de bailes exóticos al puro estilo de la danza del vientre en un show de música y danza llamado Mystical Mirage:


También nada más acceder pero esta vez a mano derecha nos encontraremos con una pequeña área de tenderetes y pequeños puestos donde localizamos algo muy típico de los parques tanto de atracciones como temáticos y que no podía faltar en un área con estructura de plaza, me refiero a los juegos de feria o de habilidades con premios, como este:


Este de aquí:


O este otro:


Aunque no todo son pequeños puestecitos ideados para sacar hasta el último centavo que el cliente tenga en su bolsillo, también encontramos en las inmediaciones del lugar un edificio de restauración llamado Sahara Snacks y donde, como su propio nombre indica, podremos comprar varios tipos de snacks rápidos y refrescos ya que sí, Timbuktu tiene un aspecto de área seca y realmente incita mucho al consumo de refrescos y líquidos por parte del visitante:


Las impresiones que el visitante adquiere nada más empezar los primeros tramos del área es de que estamos ante una especie de oasis, una ciudad fortificada y en cuyo interior podemos localizar una especie de bazar africano, similar quizás en algunos aspectos a la escenografía que se nos presentaba años atrás en la película de animación Aladdin (y la ciudad de Agrabah).

Lluvia de rides y coasters

Y es que no hay nada que se agradezca más en un desierto que la lluvia, esa fuente de maná líquido que hace que de repente la frescura vuelva a las áridas tierras del Sahara. Haciendo una especie de paralelismo sencillo, hacía ya bastante que no localizábamos un área en la que proliferasen las rides y coasters en plural, veníamos de visitar Congo, cuya joya principal era la genial Kumba o de pasear por Stanleyville, donde la figura emergente era sobretodo SheiKra, así pues Timbuktu se convierte en una especie de cajón de sastre, sin la predominancia de una major en concreto y con elementos de diversión como la siguiente Sand Serpent:


Sin más complicaciones que el ser una wild mouse de Mack Rides, precisamente el ser factura de los alemanas hace que este credit ofrezca muy pocas fisuras en su concepción, es justamente aquello que nos esperamos que sea, sin más pretensiones que las de cualquier otra wild mouse que hayamos podido probar anteriormente. De hecho me sorprendió lo sobrio de la decoración de los trenes, quizás en contraste con la vistosidad de la estación (y la corrección de las colas de carga):


Si quizás hay que destacar algo de esta wild mouse que la diferencia del resto es la corrección que tiene en un par de tramos de su layout, donde se sustituye el clásico camelback con airtime por un gran valle, a modo de segundo gran drop, cosa que le añade algo más de velocidad al recorrido pero a la vez contrarresta la proporción de G's negativas del conjunto del track (algo en lo que tampoco es que destaque mucho una wild mouse, por otra parte):


Riddeada ya esta divertida y a la vez presencial Sand Serpent, es momento de fijarnos en una de las grandes rarezas de Busch Gardens Tampa y es que tendemos a pensar que el hecho de que un parque sea temático imposibilita en su extensión la existencia de rides o coasters de rareza extrema y a veces nos llevamos sorpresa. En esta ocasión el motivo de dicha sorpresa es The Phoenix, una looping starship construida nada más y nada menos que por Intamin en 1984, por lo que ya con estos dos datos os podéis hacer a la idea de la rareza que me dispuse a probar ese día:


Y sí, The Phoenix es una de esas rides que algun@s me habéis preguntado alguna vez si me dan respeto antes de probar. Es una de ellas. Me quedé mirando un ciclo entero desde abajo y pensando seriamente sobre si probarla o no ya que algunos de los elementos no me cuadraban realmente en mi concepción de seguridad o de estado de conservación. El momento en el que adquiere su máxima verticalidad invertida también fue momento de ciertos crujidos y bamboleos de la estructura que levantaron en mi sospechas:


Pese a todo me armé de valor y The Phoenix quedó conquistada. Debo decir que me sorprendió muchísimo la suavidad del ciclo una vez en acción, además de que las 3 vueltas que llegó a dar con inversión (una de ellas dejando la estructura en vertical durante unos segundos) se me hicieron muy divertidas. La verdad es que es la típica flat que cargas de prejuicios y luego te llevas al bolsillo con una amplia sonrisa en mente. Ni ápice de mareo.

Justo frente a The Phoenix nos podemos topar con Sahara Go-Round, con una espectacular carpa creada con chapa y de colores muy vistosos, en realidad se trata de un gran carrousel encastado en el interior de esta especie de protección que le otorga un punto más de espectacularidad visual:


Por último, en este conjunto de edificios y rides, encontramos al fondo, acompañando a la muralla fortificada que nos conduce a la salida del área, un imponente edificio con una gran cúpula azul en su cúspide y que corresponde al gran restaurante de la zona, el The Desert Grill, un restaurante donde podemos degustar manjares de carne tales como costillas o pollo a la plancha junto con sandwiches y ensaladas con frutos secos:


En conjunto un catálogo de coasters y rides que ya de por sí denota que Timbuktu es el centro geográfico del parque, la plaza central en la que absolutamente todos los targets posibles de visitantes ven gratificado su paso por las inmediaciones con una ride o coaster hecha prácticamente a medida.

Incluso aquí, calidad Schwarzkopf

Ciertamente creo que este titular es más bien propio de un anuncio de champú o acondicionador para el pelo, pero nada más lejos de la intención en mi mente, la que hasta el día de mi visita era la gran major del lugar, ocupando un rincón preferente en toda la estructura de la zona, era Scorpion, una más que resultona coaster con inversión de Schwarzkopf, el genio de la construcción de coasters durante los 70 y 80:


¡Qué demonios! Pese a que sea una coaster más bien insípida y terriblemente familiar, voy a añadiros el point-of-view de su recorrido, porque vale la pena echarle un vistado al detalle, esta vez traído de la mano de Theme Park Review y su incombustible Robb Alvey:


Como rápidamente os daréis cuenta, es un layout muy sencillo, quizás apabullante por lo complejo de su estructura compacta y el poco espacio que ocupa realmente, pero que en realidad, si deshiciéramos el nudo, nos daríamos cuenta de que los elementos que contienen no van muy allá. De hecho este modelo de layout no era realmente de los más apreciados por el propio Anton Schwarzkopf, que tan solo facturó 4 de ellos en toda su existencia (de los cuales sólo se conservan dos a día de hoy en todo el mundo) y de esos 4 únicamente esta Scorpion fue la coaster construida sólidamente para no ser movida, el resto eran transportables y viajaron en alguna ocasión por ferias y parques temporales:


Salida de estación directa a lift, elevación hasta los 18,5 metros de altura, drop en curva a la derecha, loop de 12 metros de altura, curva a izquierda con peralte a ras de suelo, elevación panorámica con un freno drástico de velocidad por fricción, descenso y elevación de nuevo para equilibrar velocidad, paso mediante un semi-twistie a través del interior del loop (me pregunto si B&M se inspiró en este tramo a la hora de concebir Kumba), doble hélice gigantesca con peralte progresivo hacia la derecha y recepción final en recta de brakes con frenado suave y muy sonoro, marca de la casa:


Un credit que como digo es tan facilón en su concepción, con tan pocos puntos de castigo a los raíles por el paso de los trenes y tanta sencillez en la carga de su estructura que ha hecho que se conserve con una terrible suavidad (algo que tampoco debería estrañarnos tratándose de una Schwarzkopf, como ya sabéis):


Riddeada ya la major del lugar es momento de hacer el apunte clave que os ayudará a entender la situación en la que se encuentra hoy en día lo que, en el día de mi visita 2 años atrás se hacía llamar Timbuktu.

En la actualidad esta área temática recibe el nombre de PANTOPIA, un reciclado, lavado de cara y restaurado que se hizo en el paso de la temporada 2013 a 2014 con el ánimo de otorgar valor adicional a todo el conjunto de la zona, algo más de esplendor (debido quizás al contraste que os comentaba anteriormente, demasiado pronunciado y agresivo sobretodo si venimos del área de Congo) y dando paso a la que fue la gran major del año, con mucha controversia tras su concepción y constantes retrasos, os hablo de la famosa Falcon's Fury:


Y sí, estos carteles, un gran muro de madera y un par de grúas de construcción es lo que encontré durante mi visita, pese a que algunos temerarios entusiastas llegaron a sacar esos días imposibles fotografías desde puntos remotos donde se veía que algunas de las piezas del gran torreón de esta free-fall de Intamin estaban ya presentes en el lugar durante mi visita.

Justo en el centro de la nueva Pantopia se planta este coloso de 102 metros de altura, visible desde cualquier punto de la ciudad y ofreciendo una dosis más de intensidad al conjunto de rides de las que dispone el parque. Teniendo en cuenta el cambio de temática, cromatismo y ambiente del área, sumado al hecho de que su construcción supuso la "pérdida" de una spin-ride de Huss, hacen pensar que Falcon's Fury, pese a sus constantes retrasos de apertura, ha sido todo un acierto para el parque de Florida.

Hecho este inciso es momento ya de empezar a enfilar la recta final de la que por entonces era Timbuktu, no sin antes echar un vistazo a la última de sus tiendas situada justo antes de abandonar la zona y llamada Wood Cutter of Timbuktu, un tipo de tienda de artesanía bastante extendida por todos los parques norteamericanos y consistente en un carpintero tallador que, mediante varias herramientas mecánicas, es capaz de tallar lo que queramos en una lámina de madera similar a una matrícula:


Ahora ya sí, nos acercamos por la parte contraria a la que accedimos al área para encontrar un gran arco de salida de la misma (o entrada, según si venimos desde Congo o desde Nairobi, nuestro próximo destino en el parque):


Y nos preparamos para afrontar una de las zonas más amplias y naturales del parque, a través de un amplio sendero con grandes árboles a lado y lado que nos anuncian la llegada inminente de la Sabana a nuestras curiosas miradas:


Los siguientes metros de nuestro paseo corresponderán a la salvaje y poderosa Nairobi, una mezcla de reserva natural, safari y área temática de observación, donde pese a tener presentes algunas de las rides más significativas del parque, volveremos a respirar la tranquilidad en la observación de animales en su entorno más natural.

*****

Y hasta aquí llega la entrada de hoy referente a la distinta y diferenciada Timbuktu, conocida hoy en día como Pantopia y base de constantes impulsos comerciales por parte del parque al tratarse también de una de las áreas más antiguas y desfasadas, quizás, hasta su última restauración hace tan solo 2 años.

Recordad que si queréis podéis retomar todo este análisis de Busch Gardens Tampa visitando las anteriores entradas que he dedicado a las distintas áreas que nos hemos ido encontrando por el camino:

Busch Gardens Tampa: Nairobi

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Recargamos nuestras cantimploras, aseguramos nuestras mochilas y petates y de nuevo retomamos el paso tras hacer una visita general a la colorista Pantopia (antiguamente conocida como Timbuktu). Y de nuevo el paisaje vuelve a cambiar por completo, volvemos a rodearnos de vegetación espesa y a intuir, alrededor nuestro, vida salvaje por todas partes.

Como en las anteriores ocasiones, vale la pena recordar en forma de listado de enlaces las entradas que hemos ido acumulando por este viaje a lo largo del parque temático Busch Gardens Tampa:

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, es momento de recorrer la basta extensión de terreno que se abre frente a nuestros ojos con Nairobi, una de las zonas más pobladas de distintas especies en todo el parque y donde podremos encontrar vida rebosante vida animal y vegetal.


Nada más dejar atrás las paredes de adobe y barro de Timbuktu, seguiremos un ancho sendero vigilado, a lado y lado, por espeso bosque y altos matorrales. De repente a nuestra derecha se alzará un gran edificio formado por torreones redondeados y vistosos colores terrosos, nos encontraremos frente al primer punto destacado de Nairobi, el Animal Care Center:



En el interior de este edificio encontraremos una serie de salas y estancias que podremos visitar, siempre recordándonos la prohibición del uso del flash en las fotografías y el extremo silencio dado que en el interior del edificio se encuentran animales en periodo de adaptación o cura, como esta diminuta cría de canguro:


O esta cría de mofeta que no paraba de moverse de habitación en habitación acaparando la atención de varios cuidadores:


Justo frente a este Animal Care Center nos encontraremos distintas señalizaciones que nos dejan claro que a pocos metros de allí nos encontraremos con el mayor animal que habita estas tierras, el todopoderoso elefante, cuyo hábitat en el parque ocupa una gran extensión de terreno y que con paciencia y suerte podremos ver bastante de cerca ya que además el parque facilita una pequeña área de interacción durante 3 pases al día:


El límite del recinto está marcado por elementos rocosos y vallas de madera, a través de las cuales podremos ver hasta media docena de elefantes interactuando con el entorno, paseando u observando los visitantes que pasan a través del vial del parque:


En muchos momentos del día estos elefantes son alimentados o refrescados con mangueras de agua (recordad que estamos ante unas temperaturas bastante elevadas y con mucha humedad reinante), momentos en los que vale la pena tener preparada la cámara para captar los animales en todo su esplendor:


Como os dije entradas atrás, mi periodo de visita al parque fue en noviembre de 2013, por lo que la decoración navideña llegaba también a Nairobi (aunque de manera más escasa que en otras áreas temáticas, como es lógico). En este caso pude encontrar alguna que otra figurita llena de iluminación interior que era encendida a última hora del día para despedir la travesía de los últimos visitantes del parque:


Algo que me llamó mucho la atención (y que me encargaré de comentar más a fondo en la próxima entrada sobre la semi-área Edge of Africa) es el riguroso y detalladísimo cuidado con el mostrar o no las barreras naturales o artificiales que separan los animales de los visitantes. Como es lógico, la plena libertad es imposible en un parque de estas características, pero pude ver técnicas de camuflaje o integración muy logradas que hacían pensar, por un momento, que podías efectivamente encontrarte al borde de la Sabana africana.

Un poblado lleno de servicios

Nos acercamos poco a poco a un pequeño poblado africano en el que la vida gira entorno a las exploraciones del terreno en forma de expediciones y safaris. Tanto es así que durante nuestra ruta por los alrededores de los edificios principales nos encontraremos con elementos temáticos como este jeep, anclado en la tierra y con las luces todavía encendidas:


Como os comentaba, a partir de este punto veremos desperdigados por el lugar algunos edificios propios de un área temática de parque, como por ejemplo el Kenya Kanteen, el único restaurante de todo el área, un local donde encontraremos menús de comida rápida como hamburguesas, pizzas y pasta, así como frutas y verduras propias de la geografía africana. Todo ello servido en mostrador y pudiendo ser degustado en mesas distribuidas alrededor de un ambiente temático único con vistas directas a los animales:


A pocos metros del Kenya Kanteen localizaremos el Serengeti Outpost, una pequeña oficina con varias carpas de tejido blanco donde podremos tomar información o directamente reservar un asiento en uno de los numerosos safaris que parten de este área temática a diario, recorriendo toda la extensión del terreno más salvaje del parque, un servicio de pago (vale la pena aclararlo):


Este es el aspecto general que presenta este reducto de edificios, en forma de pequeña plaza central de poblado en mitad de enormes bosques que rodean el entorno:


Por último vale la pena aclarar que aquí encontraremos otra de las estaciones del tren que recorre por completo el parque (y del cual os hablé a fondo durante la entrada de Stanleyville), como podéis ver, el aspecto de esta estación es más colonial y sencillo, acorde con el aspecto del área y con aquellos primeros ferrocarriles que empezaron a extenderse por África siglos atrás:


Pasados ya estos presenciales edificios, es momento de volver a fijar la vista del visitante en el precioso paisaje que se extiende a nuestra izquierda, encontrándonos grandes formaciones de árboles, rocas, prados verdes, charcas repletas de animales bebiendo y en general paisajes de auténtica postal:


La verdad es que si apartamos las rides, las coasters, incluso el theming detallado de muchos de los rincones de este parque, el plato fuerte, el de más valor, es el paisajismo y los espacios abiertos que presenta el recinto en esta parte. Un estudio increíble del espacio, de la composición y del paisajismo en general que adquiere total relevancia al llegar a esta área de Nairobi.

Espacios exóticos indoor

Pero no todo son grandes espacios o paisajes de ensueño, también nos encontraremos en el área de Nairobi con dos lugares que vale la pena destacar y que nos alejarán, por un momento, de la luz natural y el sol devastador de Florida durante todo el año. Por una parte encontraremos las Curiosity Caverns:


Un paseo a través de una galería circular ambientada en pequeñas cuevas y donde nos veremos cara a cara con pequeños primates y roedores:


Allí nos encontraremos algunas especies de lemures:


Roedores de vida nocturna:


O traviesos y movedizos titís, realmente difíciles de fotografiar bien dada la baja intensidad de la luz que había e el lugar:


Multitud de ecosistemas, espacios y ambientes a los cuales tendremos acceso visual con tan solo pasearnos alrededor de una gran sala preparada a tal efecto:


Nada más salir de las Curiosity Caverns nos encontraremos otro gran edificio, esta vez preparado como una especie de instituto de investigación y llamado Jambo Juction, donde veremos también en distintos micro-espacios una variada selección de reptiles y anfibios propios de la geografía africana tales como amenazadoras serpientes:


Curiosas y diminutas ranas y sapos:


Inmóviles pero siempre vigilantes caimanes:


Y en entornos más abiertos nos encontraremos con algunas especies de aves tales como algunas variedades de flamencos rojos:


O la siempre intimidatoria águila calva, uno de los más respetados símbolos para el pueblo norteamericano, una especie que aunque no sea propia de África encuentra hogar también en este rincón del parque:


Una vez hemos completado el recorrido por las Curiosity Caverns y la Jambo Juction, es momento de plantarnos frente al paisaje que nos propone el parque, un espacio natural de proporciones gigantescas que parece mentira que podamos encontrar de repente en mitad de una gran ciudad:


En realidad el parque en este punto lista este espacio como perteneciente a Egypt, una de las últimas áreas temáticas del lugar, pero yo voy a hacer un pequeño cambio para presentaros bien todos los espacios que encontraremos alrededor (que no son pocos).

La siguiente entrada será Edge of África, un agradable paseo alrededor de estas praderas verdes, encontrándonos cara a cara prácticamente con las más salvajes y preciosas especies que habitan este entorno en el continente africano.

*****

Y hasta aquí llega nuestro productivo paseo por el entorno de Nairobi, un lugar en el que nuestros corazones vuelven a calmarse y tranquilizarse, donde dejamos por un momento atrás las rides y coasters de gran intensidad y volvemos a observar, a mirar y a saciar la curiosidad natural por conocer aquellas especies que habitan hoy en día los rincones más salvajes y lejanos de la tierra.

Recordad que si queréis podéis retomar todo este análisis de Busch Gardens Tampa visitando las anteriores entradas que he dedicado a las distintas áreas que nos hemos ido encontrando por el camino:

Busch Gardens Tampa: Edge of Africa

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Originalmente el parque temático de Busch Gardens Tampa contiene, en su interior, un total de 9 áreas temáticas que en mayor o menor medida representan, imitan o transportan al viajero mediante el uso del theming, las técnicas de paisaje, la fauna, la flora o incluso las rides y coasters a toda la geografía africana. Sin embargo hay varios lugares o regiones que pese a no estar catalogados como áreas temáticas merecen dignamente ser consideradas como tales, siendo Edge of Africa quizás el ejemplo más significativo.

Pero antes de centrarnos en este enorme pulmón verde, os he de recordar en forma de lista las anteriores entradas donde podréis echar un vistazo a estas áreas de las que os hablo y que hemos ido recorriendo estos días atrás:

Dicho esto hoy, en Bloggercoaster, es el momento de darnos un gran paseo por la área temática que no es área temática pero que dobla, triplica o incluso cuadruplica el tamaño que podría tener cualquier área temática de Busch Gardens Tampa: Edge of Africa.


Lo tuve muy claro, desde que afronté el análisis del parque, incluso en el momento en el que estaba totalmente metido en el interior y me dedicaba a fotografiar todo lo que encontraba a mi paso, Edge of Africa sería en su momento un área más del parque y posiblemente una de las más ricas y apreciadas por mi parte. Y el día ha llegado y hoy me dispongo a demostraros el porqué.

Hasta este momento en Busch Gardens Tampa hemos podido encontrar ejemplos muy aislados de pequeñas reservas o recintos donde podíamos encontrar animales acordes con la temática de la propia área temática tales como las aves de Bird Gardens, los tigres de Jungala o los reptiles de Nairobi, pero en ningún momento hasta este punto nos habíamos encontrado con una auténtica reserva natural donde muchas de estas especies convivieran en armonía y consonancia de ecosistemas hasta que nos plantamos frente a Edge of Africa:



Llamada también Serengeti Plain, esta zona a medio camino entre boscosa y con densas y enormes planicies, representa quizás el auténtico pulmón verde del parque, el lugar donde los animales de mayor tamaño crecen y se desarrollan por completo, lejos de la retención de las verjas o barreras naturales o artificiales más evidentes.

El acceso a este área queda comprendido entre las de Nairobi, Morocco y Cheetah Hunt (siendo esta última también una zona temática que prácticamente podría ser considerada también un área, como así os mostraré en unos días). Por lo pronto los pasillos naturales de acceso a las llanuras de Edge of Africa lucen esta apetecible e impresionante estética:


El concepto de Edge of Africa es sencillo: extender frente al visitante un área de terrenos absolutamente gigantesca y que reúna de manera visual y práctica muchas de las especies más significativas de la fauna y flora africanas, unidas en un ecosistema único que nos transporte por completo y que a la vez se conjugue perfectamente con el resto de elementos del propio parque, como puede ocurrir por ejemplo con Montu, la cual vemos escondida tras aquél cúmulo de árboles allá al fondo:


Visitar Edge of Africa es también uno de los placeres que el parque nos concede ya que podemos hacer hasta con 4 medios distintos: caminando (el más lógico y rico de todos), a través del Skyride (el teleférico con cabinas que nos llevará de Egypt hasta Jungala), a través del ferrocarril a vapor del que dispone el parque y que rodea por completo esta extensión de terreno o finalmente a través del Serengeti Outpost, unos camiones adaptados para la visualización próxima del entorno y en cuyo interior podremos tener una vista de 360º de todo el entorno, además de tener un guía que nos irá presentando la fauna y flora del lugar:


Si optamos por la opción más práctica, la de caminar, no solo nos encontraremos con majestuosos y verdosos paisajes, sino que de vez en cuando cruzarán nuestro alrededor otros elementos de theming o incluso puntos fotográficos de gran interés, como este cruce a pocos metros de altura de las vías de Cheetah Hunt, por encima del vial de acceso:


A lo largo de nuestra caminata encontraremos carteles y señales que nos harán más ameno el recorrido, instruyéndonos acerca de los hábitos, alimentos, costumbres o modos de vida de las distintas especies que iremos viendo (o intuyendo):


Y de vez en cuando también el parque nos preparará medios temáticos de contacto directo con los recintos de los animales, un sistema de rotura de barreras muy utilizado por la compañía (también existente en los parques SeaWorld, por ejemplo) y que consiste en adentrar el visitante en edificios o cuevas que, mediante grandes paneles de cristal, permitan acceder casi a pie del lugar de cría:


Así es como nos podremos plantar ante un genial paisaje que a la vez representa el hogar del imperial león africano y donde nos veremos cara a cara con este gigantesco felino... ¿lo veis?:


Allí al fondo, sobre unas matas verdes y bajo la sombra de los árboles. No os preocupéis, yo os ofrezco la vista con un ligero zoom de la cámara:


Bien es sabido ya que los leones suelen ser animales más bien pasivos y poco problemáticos, su existencia en zoos y reservas naturales viene marcada por las largas horas de contemplación y tranquilidad frente al expectante visitante. Aún así podemos encontrar geniales estampas si vamos provistos de una buena cámara:


Y usando un método similar podremos encontrarnos también con otras criaturas propias del África más salvaje, tales como las hienas, mucho más movidas frente al punto de encuentro con el visitante:


Aunque con largos y pausados descansos en lo alto de las montañas y rocas dispuestas cerca del lugar de observación:


Como ya os he dicho, la contemplación y admiración de los entornos es clave en esta parte del parque, formando puntos visuales dignos del mejor paisaje jamás ideado y que, combinados con la existencia de los animales en un aspecto similar al de la total libertad, otorga puntos fotográficos más que interesantes:


Y sí, la población de jirafas en Busch Gardens Tampa es enorme, pudiendo encontrar hasta una veintena de especímenes campando a sus anchas por los verdes prados de Edge of Africa:


Y también nos encontraremos en dichos prados especies como cebras, ñus, búfalos, toros o gacelas:


Como era de esperar, un entorno tan natural y amplio también tiene espacio para que las aves puedan ir y venir sin ningún tipo de problema alrededor de la zona:


Acercándose realmente mucho a nuestra presencia, dejándose fotografiar a apenas unos metros de nuestra presencia:


Y conviviendo en un entorno que en ocasiones también presenta una vegetación pantanosa repleta de lugares donde las garzas rosadas (o ave espátula) pueden buscar su alimento diario:


Aunque os he de confesar que mi corazón quedó plenamente robado por una de las especies con la que más simpatizo siempre allá donde voy, os hablo de los carismáticos suricatas, especie a la cual en Busch Gardens Tampa se le otorga un trato más que cómodo con varios recintos debidamente tematizados a través de galerías, paredes y rocas artificiales:


El momento más entrañable es aquél en el que, cámara en mano, descubres que estos pequeños animalitos de repente parecen querer posar para tu objetivo. ¿No os lo comeríais a mimos?:


Aunque no es esta la única especie de pequeños mamíferos que habita los suelos del parque ya que, con un poco de suerte, veremos cruzarse ante nosotros, en los mismos caminos y senderos de acceso de Edge of Africa, simpáticas y escurridizas ardillas:


Como os he comentado anteriormente, el parque utiliza técnicas paisajistas muy variadas y ricas a la hora de diferenciar, separar y cerrar los espacios por donde separamos las especies animales y el visitante. Así lo podemos apreciar por ejemplo con la siguiente fotografía, donde vemos que las gacelas pastan tranquilamente a la izquierda, luego transcurre una ligera hendidura en el terreno repleta de vegetación frondosa y húmeda (en el centro) para acabar en una elevación protegida por una robusta barrera de madera a la derecha:


Uno de los mayores consejos que os puedo ofrecer en el caso de que os encontréis en el lugar es tomar el Skyride que os he nombrado. Quizás os ocupe un cuarto de hora o 20 minutos de visita, pero muchas de las fotografías que pude sacar y que alimentan esta entrada de hoy están sacadas desde las alturas sobre una de esas canastas azules. La proximidad con todo el entorno es, en ocasiones, realmente asombrosa:


Por otra parte, aunque os he hablado de la zona comprendida entre Nairobi y Cheetah Hunt, el parque ofrece un par de ecosistemas más para el viajero, zonas que se podrían añadir al área de Nairobi, a la de Morocco o a la de Egypt sin ningún problema ya que son algo así como lugares comodín.

Si al entrar al parque vía Marruecos giramos a mano derecha en vez de a mano izquierda podremos encontrarnos cara a cara con un gran estanque rodeado de pequeñas playas y vegetación muy propia de la Florida más desconocida. Allí nos encontraremos con el aligátor americano, una especie de caimanes de tamaño gigantesco y piel marcadamente oscura:


También en este entorno se ofrecen a diario formaciones y charlas por parte de los cuidadores del parque que enseñan las principales características de un animal feroz y temido por muchos norteamericanos que se desplazan de vacaciones a la zona sureña de Florida. Observad sino el tamaño del bicho que sobresale de la orilla (poblada por una docena de individuos expectantes):


Pegada al recinto del aligátor americano nos encontramos la Myombe Reserve, una zona walkthrough a la cual accedemos y de la cual salimos a través de unas puertas y que básicamente sirve como particular homenaje del parque a dos de los primates más icónicos de África, el chimpancé y el gorila:


De una manera muy bien resuelta y aprovechando al máximo el terreno, la Myombe Reserve nos mostrará una infinidad de puntos fotográficos de gran valor, así como un sinfín de elementos visuales tales como carteles, esquemas o textos informativos donde aprenderemos un poco más acerca de algunas de las especies más cercanas al ser humano, genéticamente hablando:


Como os he dicho, todo el espacio está totalmente calculado para ofrecer una sensación de amplitud superior a la que ya tiene de por sí, usando para ello ingredientes clásicos del paisajismo de zoos como son los riachuelos, los puentes, los barrancos, los pasos a través de roca o las galerías temáticas cruzadas por troncos o elementos de vegetación:


Como pasa en otros recintos del mismo parque, en esta ocasión podemos observar el rincón de los chimpancés con una visión clara y amplia del mismo a través de enormes ventanales que permiten un contacto directo con la zona y su ecosistema:


Como ya ocurría con la zona en la que convivían los orangutanes en la boscosa Jungala, en esta ocasión nos encontramos con un ecosistema rico, muy verde y rodeado por completo de desfiladeros de roca artificial que limitan de la forma más natural posible el paseo de los chimpancés, que a su vez encuentran multitud de elementos con los que interactuar tales como lianas, troncos, cuevas, rocas o incluso cascadas y pequeñas piscinas naturales:


La proximidad de los cristales de observación con el entorno es tal que incluso algunos miembros de la colonia suelen interactuar y acercarse a muy poca distancia del expectante público visitante:


Tal era el caso de esta hembra de chimpancé, que durante toda mi visita estuvo tumbada y relajada ante la atenta mirada de los allí presentes:


Cruzando varias galerías de roca e incluso alguna que otra pequeña cueva, nos adentramos de lleno en otro tipo de entorno, mucho más escarpado y repleto de roca, aunque acompañado también por los elementos naturales del agua y la vegetación, me refiero al recinto perteneciente al poderoso e intimidatorio gorila africano, que podréis ver en la siguiente fotografía, ¡a ver si lo encontráis!:


¿Ha habido suerte? Bueno, no os preocupéis, de nuevo tiraré del zoom para mostraros su aspecto (o mejor dicho el aspecto de su espalda). Es sabido por todos que los gorilas macho son muy territoriales y no suelen tener costumbre de mantener contacto visual directo con los humanos:


Vistos estos tres riquísimos puntos donde la flora y la fauna se conjugan para formar ricos ecosistemas, es momento de empezar a despedirse de esta perfecta unión ofrecida por el parque, con estampas tan impresionantes y agradables como esta:


Y de nuevo he de recordar que en todo momento, en mayor o menor medida, los silenciosos trenes de Cheetah Hunt irrumpían en el paisaje de Edge of Africa con una pasmosa frecuencia y de manera veloz, casi fugaz:


Por ello he decidido también que dedicaré la próxima entrada por completo a esta coaster, como haré en su momento con SheiKra, ya que ambas me parecieron las dos coasters más icónicas y admiradas por los visitantes del parque de Florida.

*****

Y hasta aquí llega este repaso y plácido paseo por la basta zona de Edge of Africa, así como por el recinto de los aligátors americanos y la Myombe Reserve. Como habréis podido comprender tras echar un vistazo a este genial entorno, me era muy difícil dedicar solo parte de la entrada de Nairobi a este paisaje ya que el contraste de colores, la viveza de su vegetación así como la riquísima variedad de especies hacían obligatoria una entrada dedicada exclusivamente a esta parte del parque.

Recordad que si queréis podéis retomar todo este análisis de Busch Gardens Tampa visitando las anteriores entradas que he dedicado a las distintas áreas que nos hemos ido encontrando por el camino:

¡Estoy vivo!

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Vuelvo a acceder con mis credenciales, vuelvo a abrir el par de pestañas obligatorias para poderme mover cómodamente por el blog, vuelvo a revisar todos los datos y de repente me siento como el verdulero que prende desde primera hora del día las luces de su tienda con el ánimo de vender lechugas y tomates por doquier.

Y es que he vuelto, sí, ¡he vuelto! Y la verdad es que si os he de ser sincero es la primera ocasión en la que mi ausencia está plenamente justificada, así que como os debía una explicación y podría explayarme en demasía con texto, he decidido dar la cara y publicar un vídeo donde os explico qué ha pasado y el porqué dejé de publicar repentinamente:


Efectivamente: una mudanza. Un cambio de aires, un nuevo hogar y, por primera ocasión, un hogar en el que todo, absolutamente todo, lo he tenido que montar, transportar y colocar por mi cuenta, así que el amueblado y adecuación del piso en esta ocasión es 100% toque Jivo.

Como os explico en el vídeo, van a ser días intensos en los que voy a ir acumulando y mostrando mucho contenido, así que una vez más os pido disculpas por mi exagerada ausencia y os invito a estar pendientes de lo que está por venir, que no es poco.

A partir de este domingo vuelve la publicación regular de entradas al blog.

¡Vuelve Bloggercoaster!

Buongiorno Italia!

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Pues sí, parece mentira la fugacidad con la que he entrado, he dicho que seguía vivo y que continuaría escribiendo como hasta ahora y de repente ya estoy a los mandos de otra nueva entrada de blog.

Como ya os indiqué ayer a través de la entrada con vídeo incluido, este año el estreno de temporada de parques y visitas la he retrasado hasta finales de mayo pero, por fin, voy a dar el pistoletazo de salida y lo voy a hacer con un viaje express para visitar de nuevo Italia en la búsqueda de nuevas y gratas sensaciones.

Así pues hoy, en Bloggercoaster, me dispongo a explicaros de manera general en qué va a consistir este primer viaje parqueril del año en el que descubriré el último gran parque de Europa que me queda por conquistar: Gardaland.



Andiamo in Italia!

Día 1: Partida y encuentro

Antes de nada y como viene siendo ya tradición, vuelvo a sacar a relucir el conocido pasaporte Bloggercoaster ya que será (espero) el protagonista indiscutible de las siguientes jornadas aquí en el blog y es que equipado hasta arriba con toda la tecnología que he ido atesorando estos años (cámara reflex, GoPro, portátil, teléfono móvil, etc.) me dispondré a salir desde Barcelona a primerísima hora de la mañana del lunes con dirección a Milán Bergamo al encuentro, esa misma mañana, con mi gran amigo Fon, cuya grata compañía ya disfruté durante dos de los viajes que hice este año pasado a Alemania y Holanda.

Una vez llegados a dicho aeropuerto nos desplazaremos hasta la turística zona que rodea el idílico lago de Garda, uno de los parajes de ensueño que esconde Italia en su interior y hogar también de los parques que visitaremos durante esos días.

Ni que decir queda que durante estos días de visita habrá numerosos momentos de amenas charlas alrededor de una buena cerveza, una sabrosa pizza o incluso algún que otro vasito de lambrusco italiano.

Día 2: Experimentando Gardaland

La segunda jornada del viaje corresponde plenamente a la visita al 100% y con todas las características de siempre al parque temático de Gardaland, uno de los resorts turísticos más destacados de Europa y cuna del "estilo italiano" en muchas resoluciones de theming o decisiones acerca de estrategias empresariales por parte de Merlin Entertainment, empresa que gestiona por completo el parque desde hace unos años.


Será el momento de probar cosas como la innovadora Raptor, la desafiante Sequoia Adventure, la destacada Mammut o la novedad de este 2015 para el parque: Oblivion, una dive machine de B&M que estoy seguro que no nos dejará indiferentes dadas sus proporciones e interesante layout.

Será momento también de comprobar hasta qué nivel llega el que está considerado el mayor parque temático del país italiano, además de ver qué detalles temáticos guarda un parque que ha sido modelo de referencia para muchas novedades y ampliaciones que se han ido haciendo en otros parques europeos en los últimos años.


No olvidemos también que Gardaland fue en su día terreno de gestiones de Invest Industrial, por lo que será inevitable encontrar comparaciones (odiosas o no) con otros parques que este grupo inversor tiene en su haber actualmente.

Día 3: Recopilación multimedia

A diferencia de la mayoría de visitas que suelo realizar a parques, en esta ocasión he preferido tomármelo con calma y dividiremos la visita a este gran parque en dos jornadas, una para poderlo visitar y disfrutar y una segunda para poder recopilar información audiovisual del mismo (información que luego, lógicamente, compartiré con tod@s vosotr@s a través de Bloggercoaster).


Como ya comenté en la entrada de ayer, mi intención es hacer un vídeo recopilatorio de todo el viaje además de varios capítulos de Vloggercoaster (la serie en la que os ofrezco un punto de vista algo diferente respecto al parque en general) y posteriores entradas de análisis a fondo del parque, sus rides y sus coasters.

He decidido que sea así porque Gardaland suele formar parte de esa pequeña liga de parques temáticos a los que la gente de España suele atreverse a visitar, quizás por cercanía, quizás por precios baratos. Así, si la visita al parque es provechosa y resulta ser un buen parque temático, gracias al blog tendréis el mayor apoyo multimedia posible para poderlo visitar a fondo.

Día 4: Movieland y regreso

La cuarta jornada del viaje será movidita pero se aprovechará muchísimo ya que nos plantaremos en un parque muy cercano a la zona como es Movieland Park, un recinto dedicado por completo al mundo del cine y en el cual podremos encontrarnos varias delicias que, con mejor o peor gracia, han caído en el olvido de los entusiastas de parques pero que nosotros disfrutaremos al máximo.


Por una parte el parque nos ofrece 3 suculentos credits: una kiddie (de esas típicas que se le queda a uno la duda de si podrá riddear o no), una Schwarzkopf modelo jet 400 restaurada recientemente y a la que le tenemos unas ganas enormes y la gran novedad de esta temporada 2015: Diabolik, una invertigo de Vekoma traída directamente desde Six Flags America y que estoy seguro que le añadirá el toque interesante al catálogo coasteril del parque.


Pero como os he comentado, no es quizás en las coasters donde reside lo más curioso, sino en el plantel de rides, donde nos encontramos con tres elementos destacados a los que les tengo especiales ganas: Hollywood Action Tower (una freefall de primera generación de Intamin que ya tuve la oportunidad de probar en Dorney Park, EEUU),  U-571 Submarine Simulator (que como su propio nombre indica se trata de un claustrofóbico simulador de submarino) y Kitt Superjet, un paseo a través de un jet acuático equipado para que sus viajeros vivan giros bruscos y altas velocidades chocando y salpicándose con el agua.


En definitiva, un parque pequeño pero que promete estar plagado de cositas que parece que ocuparán un espacio importante en forma de análisis y entradas aquí en el blog y que estoy seguro que disfrutaré mucho.

Esa misma noche saldrán los vuelos de vuelta a nuestra casa (en mi caso a Barcelona, en el caso de Fon a Madrid) y finalizará una odisea de 4 días por tierras italianas la mar de completa y provechosa.

*****

Dicho todo esto y hecho el repaso general a lo que serán estas 4 jornadas de ruta, es momento ahora de que me ponga a ultimar los detalles de mi maleta, a cargar las baterías de todos los aparatos de los que dispongo y a prepararme para el pistoletazo de salida de esta aventura.

Como os he comentado, trataré de publicar una entrada diaria (supongo que a última hora de la noche o a primera hora de la mañana) donde os explicaré muy brevemente el transcurso del viaje día a día en forma de bitácora. De no ser posible (ya que uno nunca sabe qué wi-fi encontrará en el hotel) me encargaré de relatar el viaje una vez finalizado y con entradas algo más elaboradas.

¡Sea como sea, vuelven los viajes y los parques a Bloggercoaster!

Cheetah Hunt (Busch Gardens Tampa)

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A la hora de plantear el análisis completo del parque temático de Busch Gardens Tampa tuve dos cosas en mente que sabía al 100% que se iban a cumplir. La primera era que cada área temática tendría su propia entrada para poder dar cabida a la cantidad de detalles que cada una alberga y la segunda era que tanto SheiKra como Cheetah Hunt tendrían sus propias entradas de análisis ya que me parecieron, con diferencia, los dos credits más remarcables de todo el parque (con el permiso de Kumba y Montu).

Llegados al punto en el que ya es inevitable seguir el camino sin fijarnos en su presencia, estirada a lo largo de 1350 metros y recorriendo hasta 3 áreas temáticas distintas, es momento ya de sentarnos alrededor de la mesa y contemplar una de las obras de ingeniería coasteril más complejas que jamás se han llevado a cabo.

Hecha ya la pertinente presentación hoy, en Bloggercoaster, es momento de que por fin nos sentemos al frente de los trenes de Cheetah Hunt, la coaster familiar de Intamin que cautivó el corazón de los entusiastas durante dos largos años desde los primeros rumores hasta su inauguración.



Corrían los años 2008 y 2009 por la mente del entusiasta norteamericano y pese a que EEUU estaba resolviendo con mayor o menor soltura la crisis financiera que asoló el país durante esa época, los parques de atracciones y temáticos estadounidenses trataban de seguir ofreciendo al cliente unos estándares de calidad y entretenimiento máximos, para seguir absorbiendo la mayor cantidad de attendance posible.


Justo en ese momento se empezaban a vislumbrar grandes proyectos, de envergadura especial y con presupuestos multimillonarios, era el momento de pensar en grandes obras, extensiones de vértigo y algo más cercano a las microzonas temáticas que a las rides simples, sin más. Busch Gardens había plantado en 2007 un mastodonte de acero llamado Griffon en su sucursal de Williamsburg mientras que Tampa asumía una reconstrucción low-cost de parte de Bird Gardens (una nueva área temática que más tarde conoceríamos por Sesame Street Safari of Fun).


Fue por entonces cuando Mark Rose, Jim Dean y todo el equipo creativo de Busch Gardens Tampa se puso manos a la obra para llevar a cabo un proyecto que se inició con la idea de unir la visión espectacular de los speeders de Star Wars en las películas de la nueva generación (moviéndose a través de la vegetación a grandes velocidades propulsadas) con las grandes carreras que realizan los guepardos (cheetah en ingles) cuando entran en cacería.


Todos estos datos quedan totalmente reflejados en un fascinante documental que he encontrado surfeando la web, creado unos años atrás por Devin Olson para Coaster-net y donde se explica con todo lujo de detalle el proceso de creación e integración del proyecto:


Desde la presentación oficial del proyecto en octubre de 2010 hasta la inauguración del mismo en mayo de 2011 Cheetah Hunt (cuyo nombre en clave había sido Cheetakah durante más de año y medio) se convirtió en el proyecto más esperado del año, sentando precedentes en el uso de las redes sociales y la publicidad virtual a la hora de ofrecer material al entusiasta (vlogs desde el lugar de construcción, webs virales, pov virtuales, seguimiento fotográfico de los aspectos remarcables, pases backstage para webs especializadas, etc.).


Quizás uno de los aspectos que más llamó la atención del entusiasta especializado, cansado ya de presentaciones de coasters sin carisma, sin elementos únicos, saturado de coasters sin personalidad y repletas de acero sin más, fue el hecho de que Cheetah Hunt incluyera numerosas referencias personalizadas así como elementos que, con el paso del tiempo, se han convertido en únicos, como son los soportes alargados e integrados con el theming, el enorme torreón estructural que sirve de signature element o el precioso morro de los trenes, imitando sutilmente la cabeza de un guepardo:


En definitiva, Busch Gardens Tampa estaba preparando en el horno una novedad de las grandes, de las que hacen historia y una coaster de las que llegan para quedarse, resaltando por encima de la media y uniéndose al elenco de joyas que ya de por sí el parque tenía en ese momento. Cheetah Hunt se convirtió rápidamente en un reclamo publicitario excelente para el parque, además de ser uno de los proyectos más seguidos, admirados y deseados tanto por el público general como por el más exigente. Todo un logro en estos tiempos.

El bueno de Jim Dean probando la nueva joya del parque en 2011

Unos cuatro años después de las primeras ideas y bocetos, después de decenas de reuniones con Intamin, después de modificaciones del proyecto y de unas obras que modificaron por completo el planning de hasta 3 áreas temáticas del parque, en mayo de 2011 Busch Gardens Tampa desvelaba por completo la que sería una de sus novedades más recordadas, la atrevida e innovadora Cheetah Hunt, cosechando buenas críticas durante sus primeros ciclos y dividiendo opiniones de los entusiastas más exigentes durante sus siguientes semanas de ciclos.

Velocidad sinuosa

Como ha ocurrido hasta ahora y quizás de una manera mucho más íntima, el concepto de Cheetah Hunt se ve estrechamente ligado al hábitat y vida de una especie salvaje que en este caso le da nombre a la coaster: el guepardo. Por eso antes, mucho antes de enfundarnos los arneses de la coaster de Intamin nos encontraremos un acceso a un recinto de forma alargada donde conviven media docena de guepardos con una escenografía bastante salvaje, repleta de rocas, hierba y caminos por los que realizar carreras veloces a lo largo del día:


Lo cierto es que llama bastante la atención la amplitud del recinto, así como el acceso que el visitante tiene a poder visualizar en todo momento las criaturas correteando u observando el entorno desde puntos sobresalientes de las colinas:


Uno de los retos que tuvieron siempre sobre la mesa los directivos de Busch Gardens Tampa fue el de crear la estación de Cheetah Hunt en base a un edificio ya existente, combinado con la estación de recepción de Sky Ride y añadiendo además conceptos como colas, salas de carga y descarga y la consabida tienda de souvenirs tematizados. La verdad es que el aspecto exterior de la estación es inmejorable, con cálidos tonos rojizos, palmeras y estructuras de madera y bambú por doquier:


Y por la noche esa misma estación luce espectacular en una iluminación gradual y repleta de relieves y texturas, además del obligatorio logotipo de la coaster bien iluminado y vistoso:


 Como tampoco podía ser una excepción, nada más acceder a la entrada del edificio nos encontraremos el clásico asiento de muestra que esta vez destaca por hacer la función de punto fotográfico (morro incluído) además de incluir un sistema hidráulico controlado por el visitante que le permite abrir y cerrar el arnés mediante una sencilla botonera junto al asiento:


Llaman la atención, sosteniendo parte de la estructura de la entrada, dos grandes estatuas estilizadas de guepardos en imitación de madera:


Y pese a que me hubiera gustado poder ofreceros vistas desde el interior de las colas, lo cierto es que el parque es muy estricto con el hecho de tener que depositar bolsas, cámaras y demás objetos en consignas de pago que encontraremos también nada más entrar a mano derecha. Por ello no pude sacar imágenes del interior, que ofrecían un toque a medio camino entre rocoso, tosco y de cemento, además de una gran estatua hecha a base de pequeñas rocas con la forma de un guepardo gigante.

Completadas las colas, es momento de llegar a los tornos de acceso, elegir nuestro asiento, acceder, colocarnos el arnés y el cinturón quitamiedos clásico de Intamin y disfrutar por fin de nuestro ciclo en tamaña coaster. En esta ocasión (y para no variar), vuelvo a confiar en el excelente trabajo de Theme Park Review a la hora de grabar el point-of-view de la coaster, mediante el cual podréis seguir el análisis que os escribo a continuación:


Salimos con cierta velocidad de la estación gracias a la tracción por motores con neumáticos y rápidamente encaramos la primera zona de launch LIM con electroimanes, una pequeña recta de unos 30 metros que vista desde el exterior es el primer puente que cruzamos para acceder a la zona, rodeado de piedra artificial y cañas:


Enseguida encaramos la primera curva peraltada hacia la izquierda y ascendente, reduciendo significativamente la velocidad de los trenes pero permitiendo observar el entorno natural que rodea el recinto de los guepardos:


Pasaremos por detrás de grandes árboles y enseguida iremos ganando velocidad ya que poco a poco descenderemos, continuando un descenso con peralte a la izquierda que nos meterá en el primer puente/túnel de la coaster, pasando por debajo del vial que nos conduce como visitantes de a pie hasta Egypt:


Este primer paso por trinchera nos hará adquirir una velocidad próxima a los 40 km/hora y la curva será cada vez más cerrada, con el añadido del punto de choque de la trinchera:


Décimas de segundo después nos colocamos en línea recta, sin bajar velocidad y empezando a acelerar más y más rápido hasta alcanzar el punto máximo de velocidad de la coaster al final de la recta de lanzamiento principal, una recta de unos 80 metros que ofrece además el aliciente de un puente y la proximidad, de nuevo, a las paredes de la trinchera:


Como es bien sabido, tras semejante lanzamiento alcanzaremos el punto más alto de toda la coaster, la torre de soportes y vías que además sirve de signature element y que fue uno de los detalles más trabajados por el equipo creativo de Intamin a la hora de ofrecer a los visitantes un aspecto más natural y orgánico de una estructura que al fin y al cabo es de acero:


Colgadas en varios puntos de los soportes (muchos de ellos finalizados en afiladas puntas) encontramos lonas con vistosos colores y formas que le añaden valor y espacio a la composición de soportes amarillos y vías verdes:


Hablando estrictamente de la coaster, se trata del primer punto extremo ya que en la cúspide de este top hat experimentaremos un simpático y, dependiendo de en qué fila riddeemos, ciertamente intenso airtime, a medio camino entre un floating natural y un abrupt provocado. Para más inri, nuestros brazos pasarán muy cerca de la banderola colocada en la cima, así que nos llevaremos un punto de choque gratuito:


La doble hélice que se forma en la cima de esta estructura es más bien presencial e insulsa, completada a poca, poquísima velocidad, los peraltes son exagerados y en general la sensación es de que estamos siendo víctimas de algo que, desde abajo, es muy bonito, pero que a esa altura carece de encanto.

Lo único bueno es que tras el twistie improvisado que haremos entre una y otra hélice iremos ganando más y más velocidad, velocidad que se verá incrementada definitivamente al encarar el big drop de la coaster, una bajada de 40 metros de altura que nos hará pasar de los aires de altura en la cresta de las torres puntiagudas al frescor de una trinchera enorme por la cual se sumergen las vías pocos segundos después:


A partir de este punto Cheetah Hunt adquiere cierta velocidad de crucero que nos permitirá recorrer una extensión de terreno enorme hasta llegar al punto más alejado de la estación. Recorreremos primero, tras salir de la trinchera, un twistie amplísimo que vuela por encima de la cabeza de muchas especies pertenecientes al hábitat de Edge of Africa y que hará su primer paso por encima de Sky Ride, como podemos comprobar en esta fotografía:


Tras esa subida de altura volveremos a adentrarnos en una nueva trinchera, en esta ocasión pasando por debajo de un puente por el que discurre un vial del área  y rozando muy de cerca otro tramo de vía que completaremos segundos más tarde. Volvemos a ganar velocidad:


En esta larga trinchera completaremos uno de esos toques clásicos de Intamin en los que nos hace el amago de virar hacia la izquierda pero finalmente el peralte se completa hacia la derecha, como podemos ver en esta fotografía:


Y tras esa subida encararemos el que podría considerarse uno de los elementos más extremos, si no el que más, de todo el layout. Un amplio heartline cuya torcedura se inicia a más de una decena de metros de altura y que nos permitirá tener una vista más cercana de las praderas verdes del lugar, así como del horizonte de Tampa:


La verdad es que es un elemento muy orgánico, muy natural y muy acorde con el tramo que encara la coaster en este punto. Quizás también es el elemento en el que hacen acto de presencia por primera vez los arneses (desgraciadamente de la especie arnessis cortacuellae) pero no os alarméis, pues no es en este punto donde los notaréis clavados en vuestra piel. Ya os digo que el heartline de este punto está finamente calculado y una inversión que podría parecer a priori incómoda se convierte en un giro más del cuerpo:


Tras el finísimo heartline entramos de lleno en una recta de MCBR creada específicamente para permitir las cargas rápidas de las que disfruta la coaster, salida de la cual la realizamos hacia la derecha en una suerte de inclinación/peralte genialmente elaborado, marca de la casa suiza Intamin:


Atravesaremos en este punto una hélice descendente hacia la derecha completada con un cambio de vías de tubulares triples a tubulares dobles, además de un cambio también en los soportes (de tubulares a viga en H). En este punto adquiriremos cierta velocidad media y la proximidad con las estructuras del lugar harán el resto, realmente esta parte de trincheras y theming es uno de los valores añadidos indiscutibles de la coaster:


Es justo en este punto, coincidiendo con la máxima lejanía con respecto a la estación de la coaster, donde Intamin decidió lucirse totalmente en un elemento que solamente ellos saben dominar a la perfección y que aquí repiten no una, ni dos, sino hasta en tres ocasiones: el twistie. Curvas con peralte considerable enlazadas meticulosamente jugando con el heartline del viajero que nota como su cuerpo es vapuleado, sin dolor ni molestia, durante un centenar de metros atravesando a la vez angostos cañones de roca y el toque mágico: pasando por encima de las salvajes aguas repletas de rápidos y salpicaduras. Llevarse una salpicadura en este punto no es muy común, pero tampoco es extraño:


Tras el juego de twisties enlazamos con la última curva cerrada que nos pone directamente en fila recta para encarar la tercera y última recta de lanzamiento propulsado por sistema LIM. Una recta de unos 60 metros de longitud que nos otorgará un buen acelerón extra y al final de la cual localizaremos quizás el elemento más destacado y extremo de todo el proyecto, un camelback pronunciadísimo sobre el cual experimentaremos un abrupt airtime con todas las de la ley, totalmente obligados y rectificados a merced del tren, no de nuestro cuerpo, y experimentando una cantidad generosa de G's negativas. Antes no notamos el arnés matador de Intamin, pero ahora sí que lo notaréis y con creces:


Momento ahora de completar el recorrido de vuelta sinuosa hacia la estación. Tras bajar del camelback se describe ante nosotros una panorámica curva peraltada hacia la derecha para ser corregida apenas un instante después por otra curva, mucho más pronunciada y ascendente, hacia la izquierda. Tras esta última, será momento de describir en el aire y cruzándose con varios puntos de la propia coaster o del entorno, el gran twistie final, una suerte de elemento que nos permitirá experimentar un gran giro de derecha a izquierda:


Salvando el tamaño y la distancia recorrida, nada tiene que envidiar este twistie a los que podemos encontrar en cualquier otro proyecto de esta empresa como Intimidator 305 o las megalites repartidas por todo el mundo:


Una vez salimos de este generador de G's laterales artificiales, es momento de completar el último par de centenares de metros, primero pasando por una trinchera de cemento más bien presencial y con una curva panorámica a izquierdas, elevándonos de nuevo a una decena de metros de altura y completando un par de virajes en la dirección hasta encarar la última curva que nos meterá de lleno en los final brakes de la coaster:


Final brakes que, dicho sea de paso, me parecieron muy descuidados y residuales, sobretodo teniendo en cuenta la naturaleza temática y preciosista del proyecto en general. Observad sino lo a la vista que quedan el trasnfer o los depósitos que existen en la parte trasera de la estación, justo antes de acceder a ella tras la última curva:


Pasada la pequeña curva a la derecha del final, volveremos a acceder al largo edificio de la estación de carga y podremos salir de los trenes hacia nuestra izquierda para poder abandonar el recinto con presteza, justo a tiempo de poder ver nuestro photoride o hacer las compras obligatorias en la store que ofrece el parque.

Algunos datos de interés...

  • Nombre: Cheetah Hunt
  • Fabricante: Intamin AG
  • Parque: Busch Gardens Tampa
  • Modelo: multi-launched extreme
  • Longitud: 1350 metros.
  • Altura máxima: 39,6 metros.
  • Velocidad máxima: 96,6 km/h.
  • Máximas G's: 4G
  • Presupuesto: 20 millones de dólares (unos 17 millones de euros)
  • Recolocada: no.
  • Año de construcción: 2010-2011
  • Colores: raíles verde intenso, footers de cemento y soportes amarillo calabaza.
  • Attendance: 1370 personas por hora.
  • Inauguración oficial: 11 de mayo de 2011

Un capricho... ¿familiar?

Es el eterno debate que se inició poco después de conocer todos los datos y echar un vistazo a los primeros renders del proyecto y que se potenció con la inauguración en su día de Cheetah Hunt.¿Es esta coaster intensa?¿Es familiar?¿O es una especie de engendro que bebe de ambas partes por igual?

Personalmente abogo por esa última opción. Se ha hablado mucho de la poca intensidad que ofrece Cheetah Hunt para tener unas medidas y presupuestos que, francamente, pertenecerían a la más mastodóntica e inmensa de las coasters de acero pero debo discrepar en el hecho de que no se localice intensidad en su layout ya que SÍ se localiza, y además no en un solo punto.


Para empezar hay que partir del hecho de que es una triple launched, un tipo de coaster muy escasa por no decir única ya que pocos son los parques que se atreven a lidiar con costes de mantenimiento tan altos que puedan asegurar el correcto funcionamiento de este modelo 100% operativo. Busch Gardens Tampa apostó fuerte por ello, asumiendo riesgos y adaptando el proyecto a sus bolsillos.


Por otra parte hay que aislar el concepto de longitud con el de cantidad de elementos pues sí es cierto que el layout se vuelve por momentos aburrido o quizás peque en exceso de lineal, pero para nada influye esto en la calidad de sus peraltes o la efectividad de las fuerzas G, algo en lo que Intamin, por aquél entonces, se volvió completamente experta. Cada curva, cada camelback, cada ascenso o descenso de altura se realiza de la mejor manera posible en esta coaster, dejando hueco en la perfección incluso a un elemento tan complicado como es un heartline (¡y a nada más y nada menos que una docena de metros de altura sobre el nivel del suelo!).


Añadamos también los inconvenientes previos al proyecto: sustituir por completo un monoraíl existente previamente en el lugar, adaptar una coaster de acero a un entorno plenamente natural (con animales de por medio) y jugar al máximo con los elementos de paisaje que se nos ofrecen para hacer creer al viajero que estamos realmente corriendo por las verdes praderas. Una tarea que se me antoja titánica dada la longitud final del recorrido (llenar de elementos temáticos y puntos de choque un recorrido de entre 800 y 1000 metros de longitud no es nada fácil y en Cheetah Hunt queda genialmente demostrado).


Si he de apostar por puntos fuertes que tiene el proyecto de Cheetah Hunt respecto a otros tantos proyectos similares plantados en esa época por Intamin en todo el mundo, valdría la pena decir que el felino amarillo y verde de Busch Gardens ofrece al máximo la sensación de velocidad por la que siempre apostaron fuerte los suizos, generando muy pocos puntos de lentitud y compensándolos con un ritmo trepidante que hace que la dinámica no deje de estar presente en ningún momento.


Por el contrario y para cerrar el análisis, si he de destacar algún punto negativo quizás me decantaría por el hecho de que sí, la coaster aboga en todo momento por la velocidad como timón principal del layout, pero el nivel de velocidad adquirido no es quizás el más adecuando para lo que uno esperaría de cualquier proyecto de Intamin. En Cheetah Hunt llegamos a rozar los 97km/h mientras que quizás lo más adecuado sería llegar, si no sobrepasar, a los 110, una velocidad a la cual disfrutaríamos mucho más de tramos agresivos en otros proyectos como son la sucesión de twisties o los camelbacks. Este es quizás el punto de conflicto con la familiaridad o no del credit.

¿Y el punto de conflicto con la comodidad? Esos malditos arneses, dignos de la peor máquina de torturas del mundo y que una obcecada Intamin se empeñó en usar una y otra vez hasta que se dieron cuenta (o quizás todavía no) de que la comodidad en un recorrido extremo es también cosa de la constructora, no del viajero.

*****

Y hasta aquí llega este completo y variado análisis de un proyecto por una parte muy elogiado y aplaudido, por otra parte bastante polémico y criticable. Cheetah Hunt sin duda marcó un antes y un después en la que parece ser una nueva era dorada de Busch Gardens Tampa ya que tras la adquisición de esta multi-launched el parque se ha embarcado en la construcción de una free-fall única en el mundo (Falcon's Fury) y la que parece ser que será la primera spinning coaster de Mack de Florida, cercana al área de Egypt.

Sea como sea Cheetah Hunt es un proyecto sólido, muy diseñado y trabajado y con un nivel de detalle y meticulosidad en sus acabados dignos del mejor parque temático del mundo. Más allá de su suavidad o su baja velocidad, el proyecto brilla y brilla con creces ante muchos otros proyectos similares que, de un lado u otro, se han acabado hundiendo en el olvido.

Bitácoras desde USA (parte 1)

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Sí, se que no os avisé, se que durante estas últimas dos semanas apenas di un poco de señales de vida (entre ellas un vídeo en el que ya os adelanté que me esperaban un par de viajes trepidantes para estos meses de mayo y junio) y se que, rompiendo un poco con la tradición de siempre, esta vez no os hablé de en qué consistiría el RollerCoaster Team Tour de 2015.

Pero como siempre me gusta cambiar todo, esta vez he decidido volver a recurrir a la fórmula del escrito y montaje de entradas directamente en los viajes, de una manera más cercana y directa posible, algo que os puede dar a entender el trasiego y desgaste que genera un viaje de este tipo (más allá del divertirse y pasárselo bien, que es lo primordial, claro).

Para ello en esta ocasión he decidido retomar la estructura de las bitácoras, escribiendo y montando en la medida de lo posible una por cada día del viaje. Además también aprovecho para anunciaros o recordaros que desde hace unas semanas he estrenado cuenta de Instagram de Bloggercoaster, cuenta a través de la cual podréis seguir en directo las peripecias en forma de fotografías de todo tipo sobre lo que me vaya encontrando en este y otros viajes.

Si queréis seguirme en Instagram, la cuenta es @bloggercoaster.

Dicho y aclarado ya esto, vamos a pasar directamente a la primera bitácora, episodio en el cual siempre trato de explicaros un poco el inicio y aclimatado de los integrantes del viaje al nuevo destino. ¿Vamos allá?


Día 1: De Barcelona a Washington 

Cruzar el charco es duro, es un viaje con vuelos duros y es algo que requiere un poco más de preparación que otros vuelos intercomunitarios que puedan llevaros tan solo un par de horas, por lo que los integrantes del RollerCoaster Team de este año (Marc, Raúl y un servidor) nos encontrábamos todavía de noche en la terminal 1 de Barcelona el Prat listos para tomar un vuelo con dirección a Heathrow, realizar una escala de unas dos horas y ya desde allí emprender un largo vuelo de algo más de 8 horas con dirección a Washington DC, la capital monumental de EEUU.

Para este vuelo largo teníamos listo un Airbus A380, un modelo de avión que nunca había tenido la suerte de probar y que he probado ahora ya de sobras, pudiendo asegurar que es de los más cómodos y avanzados que he probado jamás, además de tener un tamaño realmente espectacular (con dos pisos de altura):


Llegados a Washington y tras el obligatorio paso por aduanas (sin percance alguno), era momento de conseguir el cambio del dinero (de euros a dólares) y completar uno de los pasos más farragosos y peliagudos de cualquier viaje que se precie: conseguir el coche.

En esta ocasión el vehículo elegido ha sido una berlina Dodge automática, con prestaciones más que cómodas y un resultado (por el momento) nada despreciable:


Mapas, GPS, música, maletas en el maletero, posiciones adquiridas y... ¡que comience el viaje!:


Dado que en los aviones comerciales uno tiende a morir de hambre come más bien poco, teníamos el estómago bastante vacío, por lo que decidimos que nuestra primera parada sería en una zona de descanso próxima a la interestatal que habíamos tomado, un lugar donde pudimos ingerir la primera dosis de comida basura del viaje, un Pizza Hut:


Con los estómagos llenos ya de energía y con una larga cola de sueño, jet lag e historias varias, emprendíamos de nuevo la ruta en dirección a la primera ciudad destino del RCT y, a la vez, el lugar donde coleccionaríamos un buen y valioso puñado de credits culturales: Washington DC.

El primero de estos puntos de interés emblemáticos es uno que hemos visto miles de veces en las noticias, lo hemos visto ser derruido por los extraterrestres o incluso quemado: la White House (o Casa Blanca). Un simpático edificio que, visto cara a cara, resulta ser algo más grande que un palacete veraniego, pero vamos, nada espectacular:


Rodeando la mítica White House, saludando al presidente Obama (y haciéndole publicidad de Bloggercoaster) nos encontramos, tras atravesar un sinfín de jardines y bosques excelentemente cuidados, con otro de los puntos obligatorios de turismo en la ciudad capital: el Obelisco.

Una gigantesca estructura de 170 metros de altura (parece mucho menos en las fotografías, pero os aseguro que es realmente asombroso) y que está totalmente rodeada por enormes llanuras de césped donde podemos encontrar media docena de partidos improvisados de béisbol, el deporte por antonomasia del país yankee:


Si seguimos por una de las caras del obelisco, nos encontraremos con otro punto fotográfico y turístico imprescindible: la Reflecting Pool (o piscina reflejante), un estanque larguísimo que nos conduce desde el propio obelisco hasta el Monumento a Lincoln y que os sonará por haberlo visto en diversas tomas presidenciales así como en la película Forest Gump.

Lo que no se comenta en ninguna guía son cosas como por ejemplo que el agua está totalmente estancada y por lo tanto desprende un olor nauseabundo o la excesiva largura de la piscina, realmente todo un ejercicio de paciencia para recorrer de punta a punta, aunque no pareza demasiado en fotografía:


Y como os he comentado, si en uno de los extremos del estanque nos encontramos con el obelisco, en el otro lado podremos visitar de manera totalmente libre y gratuita el Monumento a Lincoln, uno de los presidentes más genuinos y queridos por la sociedad norteamericana y que cuenta con un templete neoclásico de marmol blanco en cuyo interior nos encontraremos con la icónica estatua blanca del presidente sentado, observando con sus características facciones serias e intimidatorias:


Llegados a este punto fue momento de empezar a recoger los bártulos de turistas culturales ya que la luz del sol empezaba ya a desvanecerse y debíamos encarar el viaje en dirección a Richmond, ciudad a medio camino entre dos de los objetivos parqueriles de los próximos días: Busch Gardens Williamsburg y Kings Dominion.

Mañana mismo (es decir hoy cuando estéis leyendo estas lineas) estaremos disfrutando plenamente de las instalaciones de Busch Gardens, de sus características coasters y rides y de auténticas joyas como Griffon, Apollo's Chariot o Tempesto (la novedad de este 2015 en el parque estadounidense), por lo que permaneced atentos y atentas al blog, ya que la segunda bitácora de esta elaborada serie vendrá fuerte y repleta de datos e imágenes que os ofreceré en riguroso directo.

Y recordad, para poder seguir mis andanzas en forma de fotografías y etiquetas, os recomiendo que echéis un vistazo a la cuenta del blog en Instagram: @bloggercoaster así como os invito a seguir el perfil para futuros añadidos y actualizaciones.

See you tomorrow!
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