Bloggercoaster Museum (#1)

Bienvenidos y bienvenidas a una nueva sección regular de Bloggercoaster donde os mostraré de manera regular (intentaré que sea una vez al mes) reliquias y antigüedades que he ido añadiendo durante estos últimos años a mi particular colección de objetos, imágenes y material de coleccionista sobre el apasionante mundo de los parques de atracciones y temáticos del mundo: el Bloggercoaster Museum.

Una colección privada que iré desvelando poco a poco y donde podremos ver, la mayoría de veces en blanco y negro, parte del pasado de generaciones y generaciones de entusiastas de los parques, de las rides o de las coasters. No necesariamente se trata de retazos de historia de nuestro país, sino que también hay cabida para material antiguo de otras partes del mundo.

Mi intención es presentar el material de una forma clara y visible, para que podamos observar los detalles entre todos y todas y maravillarnos con lo que, por desgracia, ya no existe ni siquiera en forma de homenajes en la mayoría de casos.

Hecha ya la presentación de la sección, me dispongo a presentaros esta primera pieza del Bloggercoaster Museum:



Todos y todas, quien más quien menos, conocemos más o menos los retazos de historia que se han ido conociendo o transmitiendo a lo largo de las décadas sobre una coaster que tuvo su propia solera y reconocimiento (y que sigue teniéndolo hoy en día, pese a no estar ya presente más que en forma de pequeño rincón/homenaje en el parque).

Tibidabo adquiría en 1961 una coaster cuyo éxito ya había estado probado y potenciado previamente a pie de la ciudad de Barcelona y cuya vida llegaría hasta la nada despreciable cifra de 46 años, cuando su elevado coste en mantenimiento y uso hizo que el parque decidiera desmantelarla por completo (coincidiendo prácticamente con la inauguración de la nueva Muntanya Russa de Vekoma, que adquiriría por completo el rol de major del parque).

Lo que poca gente conoce (o conocía hasta ahora) es que los trenes de la antigua Muntanya Russa no fueron siempre los mismos y que los que la mayoría conocimos durante sus últimos días de vida eran una nueva generación de trenes adquirida por el parque en la década de los 70. Arriba podéis observar el aspecto que tenían los primeros trenes que tuvo la Montaña Rusa de Tibidabo.


La fotografía data del 28 de enero de 1962, medio año después de su inauguración y en ella podemos observar la estructura clásica de los trenes con forma de coche blanco clásico de los años 30Alfa Romeo Giuletta de 1960, identificado con una placa metálica con su número y un morro con parrilla que incluía un escudo de la ciudad condal Alfa Romeo (gracias a Cyrang por sus aclaraciones en los comentarios de esta misma entrada). Detalles como  la inclusión de faros (tanto frontales como secundarios) así como los guardabarros de unas hipotéticas ruedas sólo hacían que añadir belleza a un tren que vemos que permitía exactamente la misma capacidad de los que se repusieron posteriormente (dos personas adultas por tren).

Otros detalles en los que nos podemos fijar en la fotografía son las barras de seguridad añadidas no solamente al frontal sino a los laterales del tren, para facilitar el agarre debido a que los antiguos trenes carecían por completo de un cinturón o lapbar que ofreciera completa sujeción a la coaster. Recordad que estamos hablando de la década de los 60, donde la seguridad en este tipo de rides era más bien nula o mínima.

Observad también, en el enfoque del lugar, la nula presencia de parque en la parte baja del nivel de construcción, allí donde hoy en día se extiende la nueva Muntaya Russa, la Mina d'Or o incluso Viking (todas ellas construidas e inauguradas mucho después de la toma de esta fotografía).


Tipo de archivo: documento fotográfico en B/N
Medidas: 12x9 cm
Fotógrafo: Guillermo Matarranz Corral (Barcelona)
Fecha: 28/01/1962
Motivo: Antigua Montaña Rusa de Tibidabo (Barcelona), trenes antiguos


Y hasta aquí esta primera entrada de esta entrañable sección llamada Bloggercoaster Museum, donde os iré presentando mes a mes piezas únicas o poco conocidas de la historia de los parques de atracciones y temáticos que han pasado a mejor vida o que han caído en el olvido del colectivo popular.

Con este tipo de entradas pretendo reivindicar por una parte un legado histórico evidente que se ha borrado o silenciado con el paso de los años y por otra parte el hecho de que muchos ayuntamientos o instituciones olviden la riqueza en cuanto a ocio y cultura que tuvieron años atrás. Hoy en día disfrutamos de los parques porque hace mucho tiempo alguien empezó a construirlos.